Capítulo 22

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"A la caza de los Valtees"

*capítulo sin editar*

Regulus

—¿Tú lo sabías?—señale a Demos con mi dedo, con una mirada acusadora.

—Yo no...

—No, no digas que no es cierto—me levanté de golpe del escritorio, con la ira en mis venas como impulso—. Fobos es tu hermano, no soy tan idiota como para creer que no te lo dijo.

—Se llama Draur—enunció lentamente Dahara, quien tenía los ojos llenos de lágrimas y la mirada perdida, apenas parecía volver a ella misma—. A él no le gusta que le llamen Fobos—fue bajando la voz a medida que veía mi mirada despectiva.

—Me importa un carajo como quiere que le llamen. Ese maldito lo sabía y no me lo dijo.

Clavé con ímpetu mis puños en el escritorio de caoba, provocando un sonido ensordecedor que hizo sobresaltar a Dahara. Se veía asustada. Perdida.

Caminé alrededor del salón, desesperado.

¿Qué hago ahora?

Tanto tiempo buscándola y cuando finalmente la encuentro me entero que estoy casado con ella. Que ella vio morir a mis padres. Que es la causa de que ambos murieran. Que me borró a su padre de mi memoria. Que la he tratado mal. Yo prometí protegerla y lo único que he conseguido es lastimarla. He hecho que me odie.

Y me odiará más cuando asesine a su padre.

Aunque no es su padre.

Entonces no le importará.

¡Maldito Deimos! Si me lo hubiera dicho desde antes nos habríamos evitado tantas cosas.

Saqué la daga que guardaba en mi cinturón y me apresuré hasta Demos, acorralándolo contra la pared, con el filo el arma casi pegada a su cuello, sin apenas tocarle. Demos permanecía impasible, sabía que no lo iba a lastimar. No así.

Por otro lado, juraría que Dahara se desmayaría en cualquier momento.

—Tú lo sabias, por eso insistías tanto en que nos lleváramos bien—musité.

—Yo...

—¡Tú le pediste que no te dijera!—gritó Dahara, interrumpiendo a Demos.

Ella no entendía de qué hablábamos. Era ajena a ello.

No entiendo cómo pude ser tan idiota al no darme cuenta antes de que era ella. Esos ojos inconfundibles.

¡Maldita sea, cuanto la odio!

—¡Tú no hables! No entiendes nada.

—¡Claro que lo entiendo! Demos me lo contó todo.

—¡No te contó todo!

—¡Tú no sabes eso!

—¡Lo sé perfectamente! Este traidor no sería capaz de contarte a ti algo que no me haya contado a mi.

DAHARA: La guerra de los dioses ( Los condenados #1) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora