La venganza de la dama Millonaria (Camren G!P)

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En los pasillos de la gran casa de los Miracle el grito ha resonado en todas las paredes de piedra que están cercanas, tanto como los que estaban en el piso inferior, los cuales somos nosotros.

La lobo no sabe qué hacer en el momento de que el grito es escuchado y la mujer a sus pies yace inconsciente, la pelirroja ha soltado su brazo de la mano de la alfa para salir corriendo dejándola sola, con una mujer en el suelo.

Como puede la toma en brazos y la lanza en su hombro para salir corriendo por los pasillos ya antes recorridos en busca de su compañera pelirroja que la había abandonada por encontrar a quien sabia podía ser la causante de ese inmenso grito.

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Lauren Jáuregui

Estoy tratando de poder seguirle el rastro a Christine pero solo tengo su esencia que me guía a ella, estoy caminando con rapidez para no dejar caer a la mujer en mi hombro. Que acabara en mis pies fue más que un presentimiento y todo se elevó cuando Christine salió corriendo dejándome sola.

Elisa es quien está en peligro, pero no puedo estar seguro realmente hasta estar consciente de ello, Jang y Camila estaban con ella así que si ella es tomada lo más seguro que ellos también sean parte de los rehenes, o eso es lo único que puedo pensar.

Corro más rápido encontrando ya el olor más intenso de la pelirroja, hasta que entro a uno de los pasillos que habían sido tomados por los grupos, sigo con Ann en mi hombro bajo un equilibrio para que ella no se caiga de allí, pero cuando estoy llegando a la mitad del pasillo siento como unas pisadas rápidas vienen en mi dirección.

Acelero lo más que puedo, no puedo dejar que me tomen o que tomen a la bruja. Quiero mirar por encima de mi hombro pero estoy segura que no será fácil y lo más seguro es que perderé tiempo y equilibrio.

Siento el calor del pasillo mientras dejo de enfocarme en la esencia de Christine para ahora enfocarme realmente en salvar mi vida y en la de Ann. Corro aun estando consciente de la oscuridad que posee el pasillo hasta que cuando giro hacia atrás puedo ver a unos lobos llegar casi a donde estoy yo.

Pero mi carrera es interrumpida cuando colisiono fuertemente con un cuerpo que se alzó de la nada, caigo de golpe pero he girado mi cuerpo a tiempo para que mi espalda sea la que reciba todo el impacto del golpe del concreto en lugar que el cuerpo de Ann.

Quiero levantarme y correr pero cuando alzo mi cabeza para saber quién era la persona antes de correr veo a Christine junto a Jang en el suelo mirándome, estoy por levantarme y correr cuando veo a los lobos llegar y sentirme acorralada, ellos abren sus ojos grandemente pero cuando ellos están aun paso de nosotros se vuelven humanos.

Mi cuerpo cae dejando salir una gran bocana de aire, cierro mis ojos mientras trato de regular mi respiración, siento como quitan el cuerpo de la mujer de encima de mí, abro mis ojos y veo a mi costado como la están recostando.

-Escuchamos un grito- dice Vice, giro mi rostro hacia el mientras me estoy sentando y recostando mi espalda, miro a Jang que esta siento apuñalado por la mirada de Christine.

-¿Qué ha pasado? Algo está mal aquí- digo mientras me apoyo en el suelo para tomar el impulso y levantarme, limpio mi ropa y me quedo mirando a Jang que está mirando hacia el suelo para no verme fijamente.

-¡Vamos!- dice la loba con molestia golpeando el hombro de chico, ella se gira a mirar por el pasillo con sus manos están uniéndose mostrando lo nerviosa que se encuentra, alterno la mirada entre ellos hasta que incluso puedo ver a los lobos comenzar a respirar con molestia hacia el chico.

Alzo mis manos tratando de que todo este desastre se calme porque estoy segura que Jang puede no salir vivo de una batalla con todos estos lobos, y no estoy segura que yo pueda acabar con todos antes de que eso pase.

-Un momento chicos- es lo único que puedo decir antes de girarme y enfrentarme a mi amigo que está casi temblando de miedo -¿Qué paso Jang? Se supone que venias con Elisa y Camila pero no las veo contigo- miro a los costados –Estoy tratando de ser paciente porque estoy a punto de lanzarme a tu cuerpo si no me das una respuesta- el traga hondo y señala un lugar.

Sus ojos se cierran y deja salir un suspiro.

-Nos encontraron, se supone que conseguimos unas armas pero en ellos no funcionaban, las balas se agotaron, y cuando menos pensé que algo así pasaría mi cuerpo golpeo el techo, y el de ellas cada pared antes de caer inconscientes- Es lo único que él dice mientras siente la mirada acusadora de una muy molesta Christine. Algunas cosas son importantes tener claros y es que a medida que los años han pasado, y nuestra hermandad ha crecido es que nos hemos conocido entre grandes y pequeños defectos.

Yo quiero golpear a Jang pero no puedo, y si yo no lo hago ella menos, creo que ahora es un buen momento para dejar en claro quién es la alfa, y aunque no he podido decirlo en voz alta ella debe saberlo cuando mi mano está tomando su brazo para detenerla.

-¿Me estás diciendo que dejaste que se las llevaran?- mi calma es ahora parte del pasado porque está comenzando a salir a flote las ganas de estamparlo contra la pared –Se suponía que te dije que debías cuidarlas ¿No?- el asiente bajando su cabeza.

-Lo único que debía hacer- las palabras acusadoras de Christine no están teniendo filtro en este momento y no puedo detenerla porque no yo he podido hacerlo.

-¿Sabes que al ellos llevársela lograron que Ann terminara inconsciente? No sé qué han hecho- le digo, el mira hacia la mujer y deja salir un suspiro –Pero no eres el responsable ¿Estas bien?- me acerco y paso mi mano por su espalda. El asiente sin poder mirar hacia Christine –Somos una familia y si tu estuvieras aquí en lugar de él, quizás estarías igual. Así que por favor concentrémonos porque si tienen a Camila y a Elisa lo más seguro que les toque...- mis palabras se quedan a medias.

-La muerte- dice Ann despertándose. Todos nos giramos hacia la mujer que está sobándose los costados de la cabeza.

-La muerte- repito las palabras de ella mientras alzo mi rostro y miro a mis dos amigos.

El gruñido en mi espalda me hace saber que quizás la decisión que he tomado no es de agrado para todos, aquello causa que me gire y vea como los diez lobos están queriendo atacar a Jang sin piedad.

-Ha dejado tomar a nuestra ama- dice uno de ellos abriéndose paso entre todos ellos, yo camino hacia él y amplio mi pecho, el amplia el suyo mientras me mira con fiereza tanto como yo a él.

-Soy la alfa y Camila es mi esposa- le recuerdo para mi gusto, el gruñe en desaprobación pero eso no es algo que me interese en este momento y aunque él no lo sepa, no dejare que sus garras toquen a mi mujer.

-Tus decisiones no te hacen uno- no deja de mirarme mientras dos más se posan a sus costado. Estoy segura que la sangre correrá por el lado de nuestro grupo tanto que no estoy seguro de que ellos sean de los nuestros –La he ayudado y su corazón está en busca de la verdad ¿Vas a dejarla morir por no atacar al causante real de esto?- apunta a Jang con su barbilla cuando alza la cabeza hacia él.

-La he salvado de la muerte antes, he buscado como revivirla como para que tú vengas y me digas eso solo porque has pasado unas horas con ella- mis fosas nasales se ensanchan mientras que mis manos se aprietan en puños con un leve segundo de que mis garras las destrocen cuando salgan y le desgarre el cuello.

Estoy por alzarla y tomarlo del cuello para pegarlo a la pared cuando una mano en mi hombro detiene mis actos, aquello detiene por un segundo mis pensamientos.

-Mientras ambos están peleando por un poder que solo uno tiene, les recuerdo que Camila y Elisa siguen en manos de nuestros enemigos- la voz de Ann es quien está interviniendo, Jang es quien la ayuda a levantarse mientras estiro brazo para que ella se apoye y termine de levantarse.

-Ann, dime la verdad- mis manos aprietan sus hombros.

-Ellas van a morir si no llegamos a tiempo- su lágrima baja por un costado, ella la arrastra y la lanza algún lugar, mi corazón se vuelve a detener cuando veo la mirada de mis amigos.

-¿Llegar a dónde?- le pregunto pero ella solo ve por el pasillo que Jang no ha dejado de mirar.

–Su destino esta por ese camino, el camino por el que han sido arrastradas-