Dos meses después...
Casa McQuoid
La música llena el ambiente, la risa suave esta resonando en la cocina de la casa cercada, los movimientos de caderas se vuelven juguetones cuando el chico tiene sus manos en las caderas de la bruja. Se mueven de un lado a otro siguiendo el ritmo dela canción.
Una mujer está cocinando mientras la sonrisa esta en los labios de ella, mueve la carne con la espátula junto a unas verduras por gusto de su hija. Ella empieza a moverse de un lado a otro seguir el ritmo y cuando cierra sus ojos lo consigue.
Unas palabras de ánimo y aliento junto a unas palmas chocando la estaban animando a que siguiera bailando.
-¡Ehhh!- sintió los brazos de su hija rodearle la cintura y ella poso una encima de ellas.
-Cuanto ritmo, ni su hija se atreve a tanto- comenta Cristian con una sonrisa ganándose un golpe en el brazo por parte de la bruja menor. La madre comienza a reírse mientras termina de quitar del fuego la comida.
-Esta lista- dice ella girándose para buscar un plato para colocar toda la carne cocida. Elisa toma uno de los platos grandes y ayuda a su madre, Cristian termina de ordenar la mesa.
Esa tarde la familia McQuoid y Spinters, que viene siendo solo Cristian, están teniendo una cena juntos, el momento de pasar tiempo empezó hace ya más de un mes, en donde la bruja menor encontró a su madre hablando amenamente con su novio.
Cristian termino compaginando a la perfección con ambas mujeres, las ayuda y comprende.
Ann sigue manteniendo la pérdida de su único amor bajo el recuerdo de una gran traición de él hacia ella, algunas noches sus lágrimas bajan con el recuerdo de todo el daño que hizo sin ella estar consiente de lo que hacía realmente cuando salía a trabajar.
Ahora que ha estado sola por estos meses ha encontrado en Alejandro un mayor amigo, han pasado tiempo juntos paseando por la ciudad cuando el hombre no tiene que verse adolorido por el fuerte sol, cuando el resplandor está en su apogeo es más que útil salir a pasear.
-¡A comer!- alza las manos Elisa sentándose al lado de Cristian. Cada uno toma la porción de comida y entre charlas y chistes por parte de Elisa, la cena pasa con armonía.
La menor de las brujas alza su mano y mira su reloj, una sonrisa se apodera en sus labios.
-Es casi la hora- muerde su labio y sonríe con temor.
-¿La hora para qué?- pregunta Cristian tomando otro trozo de carne.
-Nada cielo, cosas de Camila y yo- ella mira a su madre que muerde su lengua.
Casa Cabello
Alejandro estaba preparando sus cosas para irse a pasear por la ciudad, la noche siempre fue su mejor momento para caminar por las calles, la sombra y el frio siempre iban de la mano.
Nunca pensó que Eliot lo podría hechizar de esa forma, incluso casi asesinar al novio de su propia hija, Cristian. El aun no entiende cual era la unión de que poseía Eliot junto a Batiste o incluso Claous, pero creo que eso no le llego a impedir que casi lo asesinara.
Vuelve a estar agradecido con Ann por aparecer en el momento indicado y ofrecerle un poco más de vida, de tiempo con su hija, y ayudarlo a recibir perdón.
Alista su chaqueta y mirando el reloj mira al cielo, deja un beso al aire para su esposa y sale de la casa a pasos lentos para disfrutar del paisaje.
Al final, nadie da más miedo que un vampiro, así que él estaba más que seguro.
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La venganza de la dama Millonaria (Camren G!P)
FantasyLauren y Camila estaban teniendo una buena racha en los últimos meses al estar juntas. Su boda soñada estaba en marcha tanto como la alfa deseaba, pero justo al dar el sí y poder besar a su amada vampira, Camila Cabello. Una bala atraviesa su cuerp...