Nuestro Anhelo [KOOKV/TAEKOOK][Terminada]

Capitulo XXV

Han pasado cinco semanas y media, Jungkook aún no tenía información sobre el paradero de Adam, como tampoco sabía nada respecto a Kim Taehyung.

A pesar de que Jimin pasaba yendo dónde aquella bruja, él no sabía aún dónde estaría aquel rubio que tanto está tratando de encontrar, todo parecía ser en vano y no sabía cómo presentarse ante Jungkook.

El pelinegro se ordenó con un traje negro típico de él, un abrigo fino aunque no lo necesitara; él necesitaba lucir como todo un Jeon fuerte para poder darle esa imagen al señor Kim ya que hoy le tocaba una reunión con ellos.

Jungkook se dirigío hacia la gran mansión Kim ya que quedaba al norte de la ciudad. Él no llegó ni tarde, ni temprano a la gran reunión. Estaba decidido y no había nada que le hiciera cambiar de parecer ante la extrovertida petición que le haría al señor Kim.

Una vez que se adentró en la mansión, el pelinegro pudo notar que el ambiente era el mismo, nunca cambiaba, las personas humanas ya no estaban por aquí pero aún así los Kim seguían teniendo una buena imágen. Jungkook dió un gran suspiro al ver un retrato de su padre en una de las paredes, pero no se desconcentró y sólo siguió caminando hasta ver al señor Kim.

Jungkook no hizo reverencia ante aquel vampiro mayor ni nada de lo que antes lo obligaba a hacer su madre, porque simplemente él se consideraba mayor y mejor que él.

–¿Que te trae por aquí, Jeon?.

Se escuchó la voz del gran Kim NamJoon, el mayor y poderoso de los Kim. Jungkook siguió caminando hasta sentarse dónde solía hacerlo su padre.

–Vengo a darles un aviso, si es que lo quieren tomar de esa manera. Adam, tomó a mi humano y lo violó junto con otro humano quien ya está muerto por obra mía.

–¿Y ahora quieres que dejé que mates a mi único hijo para vengarte?, ¿El humano que tomó está muerto?.

–No está muerto, pero sí tiene secuelas por lo sucedido.

Habló Jungkook tratando de defenderse con el mismo tono frío y a la vez calmado que siempre usaba ante estas situaciones.

–No te dejaré hacer nada, ese humano es otra cosa insignificante.

–Sé lo del anhelo de mi madre, a quién iba dirigida aquella carta. Sé que fue a usted.

–¿¡Qué!?, ¿Qué anhelo?.

Jungkook sonrío mientras escuchaba y veía al mayor Kim estar completamente sorprendido y extrañado por la situación.

–Mi madre sentía esa sensación con un humano, el cual seguramente usted no le dejaba estar.

–No fue él, fuí yo.

El pelinegro dió un giro hasta notar la presencia del segundo Kim más fuerte, Kim Seok-Jin. Jungkook frunció el ceño al no entender la situación.