Cap. 15 Sentimiento de perdida

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El dolor, la angustia de perder a un ser querido, puede que él no se haya ganado el título de maestro, pero formó un vínculo familiar muy fuerte, quién le contaba de tantas aventuras de sus padres como recordaba, sin duda no fue el mejor padrino, pero mientras pudo hizo todo lo que estaba en sus manos para que fuera feliz.

Naruto Uzumaki se encontraba regresando de una misión, guardia fronteriza, el enemigo de todo shinobi, sin embargo se sentía ahogado, sentía un dolor muy fuerte en el pecho, lo había atormentado desde que llegó a su deber en la frontera, y no paraba, algo no estaba bien y su gran ingenio fue armando las piezas cuando vio al jefe de los sapos frente a la torre Hokage, por alguna razón su novia no estaba en su hogar, todo indicaba tragedia, el se preparo para lo peor cuando toco la puerta de la oficina, las energías se le hiban mientras más empujaba el pedazo de madera, entonces hay estaban sus amigos más cercanos, su sensei y por último uno de los miembros más importantes entre los sapos, el maestro de su padrino, todos los miraban fijamente, entonces le dieron la noticia, sentía como su mundo se rompía en pedazos, inmobil, mientras gran parte de su chakra se volvía inestable, siendo notado por todos cuando empezó a llover con intensidad.

Corriendo hacia el techo de la torre mientras era perseguido por todos los presentes en la oficina, se arrodilló, dejando que la lluvia lo moje por completo, mientras las lágrimas caían por su rostro hasta no poder más. Ya un poco más calmado el Uzumaki alzó su chakra nuevamente para decir tres palabras “Voy a buscarlo” para luego de eso desaparecer en rayos.

Unos minutos después, aguardando su llegada apareció el rubio, en su espalda el cuerpo fornido del que alguna vez fue su padrino, sin vida, mientras la figura de más alto cargo lloraba desconsolada sobre su cuerpo, el rubio juró matar al responsable de su muerte.

Más tarde ese mismo día se hizo el funeral del que fue uno de los heroes mas grandes de Konoha, Jiraiya el Sannin, su sepultura, desconocida para cualquiera que no fuera cercano, su cuerpo sellado con uno de los mejores sellos Uzumaki para evitar inconvenientes.

Pasaron cinco días ya desde la muerte del Sannin, Uzumaki Naruto se encontraba en su hogar tratando de pasar el rato, la verdad es que no había podido dormir desde ese dia, su novia hacia lo que podía para animarlo, resultando solo el estar ambos en el sofá mientras la brisa los mantenía frescos, para molestar su paz un cuervo entró por la ventana, pero no cualquiera, uno que le daría un mensaje al Uzumaki, despidiéndose de su novia el rubio se marchó a donde su mejor amigo para darle las noticias, encontrandolo casualmente en la calle junto a su novia.

Sasuke- Naruto, cómo te encuentras.

Naruto- Poco se puede hacer, pero recibí noticias, unas que te interesaran demasiado.

Hinata- Oye Naruto, yo también estoy aquí.

Naruto- Si, lo siento Hinata.

Sasuke- De qué trata.

Naruto- Itachi, lo encontré.

Sasuke- ¿De verdad?

Naruto- Si, pero tenemos que salir lo antes posible.

Sasuke- Bien, vamos a hablar con la Hokage.

Ya en la torre consiguieron rápidamente la autorización, era una operación encubierta, nadie más que el rubio sabía la ubicación de Itachi, rápidamente llegaron a su destino, un templo antiguo de los Uchiha, frente a él se encontraba Kisame Hoshigaki aguardando la entrada.

Kisame- Solo el Uchiha.

Naruto- Bien, yo tendré un poco de diversión contigo -dijo sacando de un sello la Kubikiribocho.

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