🌀Genio por herencia™⚡

Cap. 4 Familia

Como estan gente, volví, toy vivo, asi que aqui lo tienen.

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Pais del remolino

En el frondoso bosque de la frontera del país del Remolino y el país del Fuego se podía observar como una mata de cabellos rojos corría a gran velocidad, con la completa apariencia de escapar de un enemigo, la razón... minutos antes, investigando una antigua base de Orochimaru, a encomiendas de Kabuto, Tayuya, ex ninja de la antigua fuerza de los 4 del sonido sintió un gran estruendo, seguido de eso, un gran temblor sacudió la guarida abandonada, descubriendo así que "abandonada" no era el mejor término para describir aquel lugar, encontrándose con los horribles experimentos del difunto Sannin de las serpientes.

Alarmada por la presencia de las bestias, la chica se dispuso a huir de aquel lugar, sin embargo antes de poner un pie fuera del lugar, otro remezón más grande que el anterior sacudió el suelo, su objetivo era escapar del lugar a toda costa, sin embargo sus instintos se alarmaron completamente, una presencia descomunal, a lo lejos, muy lejos podía sentir dos chakras más poderosos que cualquier ninja en el mundo, sin embargo solo uno le preocupaba, uno que hacía que todos sus sentidos le gritaran que huyera.

Tomando un rumbo totalmente distinto al anterior, sus anteriores perseguidores pasaron a segundo plano, mientras huía de aquel lugar y de esa presencia amenazante, en algún momento se lastimó la pierna, pero no le importó, siguió corriendo por la costa y los árboles mientras los remezones aumentaban en fuerza y alcance.

Entonces todo se detuvo, no sin antes sentir como aquellas dos presencias sacudían el continente shinobi, todo se detuvo, aun así corrió, durante toda la noche y hasta el amanecer tan rápido como pudo, distrayéndose por un momento, piso en una rama fracturada y cayó de los árboles.

Sus perseguidores estaban frente a ella, eran al menos veinte, pero ella era una ninja hábil, no se dejaría intimidar por la cantidad, ellos solo eran experimentos fallidos de Orochimaru.

Dando un salto para esquivar un ataque, la pelirroja sacó una flauta metálica, comenzando a tocar una melodía con la cual sus enemigos parecieron quedar aturdidos. Una sonrisa burlona apareció en su rostro, ¿eso era todo lo que podían ofrecer? Se dio la vuelta para retirarse, pero un kunai voló hacia su dirección, así que haciendo uso de su flauta desvió el proyectil, siendo abatida por mas y mas kunai, los cuales le impedían hacer uso de su melodía e inhabilitarlos. De pronto una serpiente la atrapó, enredando su cuerpo en el de la pelirroja e inmovilizando, su sorpresa fue que todos aquellos a quienes había atrapado en su genjutsu se encontraban totalmente conscientes, acercándose peligrosamente a ella, sin embargo, su atención se dirigió hacia otra dirección, fueron sus sentidos los que nuevamente le gritaron por huir, cuando en las sombras de los árboles, vio dos zafiros azules, caminando lentamente sin que sus enemigos lo detectaran, sin hacer un solo ruido, observando a la única chica en el lugar, como un león observando a su presa, un rayo de luz lo toco, cabello rubio, un sonrisa zorruna con unos colmillos más grandes de lo normal, tres bigotes a cada lado de sus mejillas, un rostro pulido por los dioses, afilado y amenazante con ese semblante asesino, el asesino dorado, el destello mortal que arruinaba todos los planes de Kabuto, el Príncipe legítimo de Uzugakure, Naruto Uzumaki, el ninja mas poderoso de las naciones elementales.

En un momento, el rubio se encontraba a un metro de ella, con su espada en mano, mientras la sangre de sus enemigos corría por los suelos y la serpiente que antes la retenía yacía en pedazos en el suelo. Sus piernas le fallaron, cayó frente a aquel altivo chico que la miraba sin emociones en su rostro, preparada para morir, unas lágrimas en la comisura de sus ojos, pidiendo perdón por todo el daño que alguna vez hizo, aquel chico frente a ella, fue su redención, sin más todo se volvió oscuro.

El sol brillaba con intensidad, las pocas nubes en el cielo avanzaban lentamente, sus ojos ámbar tardaron en adaptarse a la luz, la suave brisa enfriaba su cuerpo mientras sentía como un chakra ajeno invadía su cuerpo, miró hacia abajo, cruzando su mirada con lo que ella podría asemejar a un ángel, un ser precioso de rasgos perfectamente tallados, la herida en su pierna se había sanado, mientras aquel chico dejaba de emerger aquel chakra curativo de sus manos, sus ojos zafiro se fijaron en los de ella, la observó con bondad absoluta, ¿era este el chico que antes aniquiló con tanta facilidad a los enemigos que casi acaban con ella?

-¿Estás bien?- Fue la pregunta que salió de los labios del chico, ella solo podía admirar completamente embobada cada movimiento que él hacía, toda gracia y elegancia le resultaba completamente extraordinaria, ella solo asintió a su pregunta.

-¿Me matarás?- Fue lo que dijo ella, con una naturalidad escalofriante, como si asumiera, que aquel angelical ser frente a ella era el Shinigami que había venido a tomar su alma por sus pecados, eso le molestó al rubio, la tomó en brazos y empezó a correr en una dirección desconocida.

-¿Me dirás como te llamas?- Preguntó el chico gracilmente, ella solo respondió "Tayuya" el chico sonrió, eso derritió su corazón. -Pues, Tayuya Uzumaki, me presento formalmente ante ti como tu líder de clan, desde ahora serás mi protegida y vivirás en mi complejo en la aldea de Konoha- Eso la sorprendió ¿Ella en Konoha? Ella era una enemiga de Konoha, si ponía un pie dentro de esa aldea, la matarían sin dudarlo un segundo.

-Pero yo no puedo ir a Konoha, yo soy una subordinada de Kabuto y enemiga de la hoja, si voy allá, me mataran- dijo con tristeza -Ya no serás subordinada de Kabuto, tampoco serás enemiga de Konoha, desde ahora eres mi familia-.

-Pero serví a Orochimaru, no me aceptaran, no importa lo que hagas- Dijo tratando de zafarse de su agarre. -Tranquila, tengo mucha voz en el consejo de la aldea, además estoy en todo mi derecho de acoger a todo superviviente de mi clan al que pueda encontrar, no necesitas preocuparte por nada más, dentro de la aldea, yo te protegeré- Dijo el chico con toda calma, su voz transmitía paz y confianza, aquel aura de muerte que antes percibía de él, ahora solo le daba tranquilidad.

-Naruto-sama, si usted es mi lider, eso quiere decir que yo le tengo que servir...- Musitó la chica con inseguridad, eso extraño al rubio, se supone que el es un casanova, así que la reacción le resultó rara. -No tiene que preocuparte por eso, no te obligaré a hacer nada que no quieras-

-¿Cuantos somos?-

-Contándome a mi, tecnicamente tres y medio-

-Somos menos de lo que pensaba-

-El número no importa, lo único que necesito es mantener a toda mi gente a salvo-

-Gracias, Naruto-sama- Dijo la chica acurrucándose en el -Creo que siempre lo estuve esperando-

-No te preocupes, desde ahora yo te protegeré-

........Continuará

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Y hasta aquí, fue corto lo sé, la verdad es que tenia este capítulo listo desde que deje de publicar, solo lo corregi y agregue un poco mas, pronto volveré con mas.

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