26. Cena sin víctimas

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El transcurso de la cena pudo calificarse de "políticamente correcto". Saga intentó vadear la incomodidad que él mismo se había creado y se aferró a las palabras de Shaka; agradeció la cena, la cuál realmente había resultado exquisita, evitó dejarse vencer por la burda necesidad de emitir reproches que a ningún lugar conducían, y cuando la cortesía ya se dio por cumplida optó por hacer uso de la ley del silencio. Escuchó los esfuerzos que hacían los demás para ir encauzando y entrelazando conversaciones inocuas. Un tanto vacías y adecuadas para sortear el tiempo y salir del recorrido sin heridas que lamentar. Incluso Kanon se hallaba embadurnado por una pátina de corrección que sorprendió al gemelo mayor.

Rhadamanthys y Shaka estuvieron a un excelso nivel de educación y contribución a las charlas asentadas, muy alejadas todas ellas de cualquier cuestión que involucrara preguntarle a Defteros cuestiones demasiado personales. Básicamente, los sometidos a sano interrogatorio fueron el inglés y el hindú, y el instante más histriónico llegó cuando rozando el momento de proponer un café, los tres se hallaron haciendo uso del inglés para sus comunicaciones.

Saga se dispuso a recoger la mesa sin mediar palabra y sin haber sido invitado a hacerlo, pero lo necesitaba. Le urgía alejarse un poco de ese núcleo de supuesto buen ambiente y otorgarse un escaso tiempo en soledad para ir digiriendo algo más que la cena. Los restos de los platos estaban siendo desechados directamente al cubo de la basura, y la vajilla apilada en el fregadero, a la espera de un rápido enjuagado antes de caer definitivamente dentro del lavaplatos.

- ¡Odio cuando el Wyvern se pavonea con el inglés! - Kanon irrumpió a sesgar el solitario momento buscado por Saga, y las copas que traía consigo gracias a la colaboración de ambas manos aterrizaron sobre la encimera.- Ya me dirás tú por qué cojones están hablando así...- Saga resopló sin hacer el esfuerzo de focalizar la atención sobre su gemelo, pero Kanon se la procuró de todos modos.- No sabía que Shaka también lo hablara con tanta soltura...aunque su acento aún es más incomprensible que el de Rada...- Añadió, desistiendo de colaborar más y optando por apoyarse contra la mesada mientras ensartaba sus manos en los bolsillos de los azules vaqueros que le vestían.

- En la Índia se habla tanto el hindi como el inglés, Kanon...Ésto deberías saberlo desde hace tiempo.

El Fiscal ni le miró al hablar, prosiguiendo con su auto-impuesta tarea la cuál ahora consistía en abrir el lavaplatos y comenzar con el enjuagado de la vajilla.

Kanon le observaba por inercia, incapaz de forjar la idea que le empujara a ofrecer ayuda. En vez de eso, su mente empezó a divagar por otros senderos más absurdos, y así lo dejó plasmado la siguiente pregunta que formuló el menor.- ¿Cuando empezasteis a chuscar os hablabais en inglés? Porque la verdad es que no te me imagino hablando guarro en otra lengua...

- ¡Kanon, por dios! No estoy para bromas ahora mismo, y menos si son de este tipo.- Saga detuvo sus tareas para mirarse fijamente a Kanon con expresión adusta y cortante.

- ¡Joder, hermano! Lo he dicho para comprobar si te queda sangre en las venas...y bueno, veo que sí...

- Vete, por favor. Déjame terminar con ésto.- Le replicó Saga, intentando hacerle caso omiso.

- Casi no has hablado en toda la cena, Saga...- Kanon se olvidó de holgazanear y decidió ir pasándole las copas y cubiertos mientras intentaba romper el hermetismo en el que su hermano mayor se había encerrado.

- Ya lo habéis hecho vosotros por mí. Además, tampoco tenía mucho que decir.

- Se ha hablado de muchas cosas. Bien que podrías haber metido tu parte.

- No me apetecía. Tengo la cabeza en otros asuntos más importantes que el clima que hay en Boston o la lluvia que siembra el barrio donde nació Rhadamanthys. Y la historia de Shaka ya me la sé, así que ¿por qué prestarle atención otra vez? - Saga regurgitaba acidez de tono en cada palabra derrochada, y cuando Kanon fue a pasarle un par de tenedores se los apartó de su alcance, propiciando que Saga se quedara con la mano alzada y vacía, mirándole a través de la incómoda sensación de saberse burlado.- ¿Me pasas los cubiertos? - Hecha la pregunta con notorio retintín trató de alcanzar los tenedores, pero Kanon volvió a apartárselos de su alcance gracias a un astuto reflejo, quedándose con su mirada clavada sobre la indiferencia que pretendía mostrar el Fiscal.

Duelo Legal IV: Justos por PecadoresDonde viven las historias. Descúbrelo ahora