20. Calmando la tormenta

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Piso de Saga, mañana siguiente.

- ¿En qué piensas, Saga? No has dormido en toda la noche.- Shaka estaba terminando con su café matinal, apoyado con su espalda contra la mesada de la cocina. Había rehúsado sentarse para desayunar en condiciones, decidiendo que ya comería algo con Mu una vez estuviera en el trabajo.

Saga sí que se hallaba sentado frente a la pequeña mesa de la cocina, pero su café ni siquiera había sido tocado. La tablet donde solía leer las noticias del día tampoco había sido abierta y el cruce de sus manos bajo el mentón sostenía el peso de todos los pensamientos que no dejaban de revoloter dentro de la mente del Fiscal.

- En nada en concreto...y en demasiadas cosas a la vez.- Musitó antes de fijarse en la taza, tomarla y beber la mitad del contenido de golpe, apreciándolo más templado que apetecible.- En el juicio, en el malnacido de Hypnos, en mi madre convertida en una mujer que ni conozco, en mi padre...Sobretodo en él. No sé por qué, pero ahora lo necesitaría tanto aquí, a mi lado...- Shaka inspiró con paciencia y optó por no decir nada más. Saga estaba atrapado en un bucle del que era imposible arrancarle, y el forense podía afirmar casi sin temor a equivocarse, que el mayor miedo del Fiscal era perder la figura paterna a la que se había abrazado desde niño y sin vacilar.- Mi tío afirma que no es nuestro padre...

- Pues ya está, Saga. Será la verdad.

- ¡¿Pero cómo puedes estar tan seguro?! ¡No se puede corroborar ni con una prueba de Adn! ¡Algo de ésto hemos aprendido todos durante la preparación del juicio! - Saga alzó la voz, fijó su mirada vestida con las finas gafas sobre Shaka e insistió en exponer las dudas que durante las horas pasadas le habían arrebatado la posibilidad de dormir.- ¡¿Por qué tuvo que contarnos tanto?! ¡¿Acaso en el fondo quiere arrebatarme la legitimidad de mi padre?!

- Esta espiral de dudas en la que te has sumergido es agotadora, Saga.- Dijo Shaka con seriedad, dejando la taza vacía sobre la encimera.

- Pero no me falta razón.

- ¡Y tampoco la tienes al cien por cien!

- ¡Pues ayúdame a tenerla! ¡Eres médico, Shaka! ¡Alguna idea deberías poseer para poder esclarecer todo ésto!

- ¡Basta de una vez! ¡Sí, soy médico, no mago o adivino, así que créete sus palabras! - Gruñó Shaka, cediendo a un atisbo de desesperación que ya estaba escapando por las costuras de su paciencia.- Estás obsesionado. Hasta un punto que comienza a parecerme enfermizo.

- Necesito...- Dijo Saga, alzándose de la silla al tiempo que se forzaba a recuperar la calma, ayudándose de una necesaria pausa entre sus palabras.-...estar seguro de ésto. Es vital para mí, y no sé explicarte el por qué lo siento así. Solo sé que no puedo afrontar este jodido juicio si no sé a ciencia cierta que he basado la evolución de mi vida en la persona correcta. Saldrá su nombre, sé que aparecerá, y no podré hacerle honor si todos mis fundamentos ahora mismo se desmoronan ante mi necesidad de creer en él, en Aspros...en papá...- Añadió con la voz todavía tomada por la emoción experimentada durante de la noche anterior.

Saga se había acercado hacia Shaka, posicionándose frente a él y medio aprisionándole entre su presencia y la mesada extendida a espaldas del forense. Sus miradas se sostenían, tratando de comprenderse, hasta que el hindú bajó la suya, posó una mano sobre el brazo de Saga, acariciándolo con el pulgar, y expuso la única idea que le acudía a la mente.- Solo se me ocurre una opción, y te aviso que puede ser tan satisfactoria para ti como decepcionante.

- Dímela.- Le alentó Saga.

- Aspros falleció de un infarto, padeciendo la misma dolencia que heredaste tú y que por fortuna a ti pudo detectarse y subsanarse a tiempo.- Se explicó Shaka con toda la claridad que le era posible. Saga asintió al momento que tragaba saliva y cerraba la mandíbula a esperas de saber la resolución final de la idea.- Tal y como te dije yo y el cardiologo que sigue tu evolución, vuestra falla en el corazón es genética, hereditaria...

Duelo Legal IV: Justos por PecadoresDonde viven las historias. Descúbrelo ahora