Horas más tarde, en la Comisaría de Policía
Camus estaba plantado ante el gran cristal que protegía la zona de investigación de la científica. No se había movido de allí desde que la gran colección de pruebas incautadas en el presunto antro de Hypnos habían llegado a sus dominios. Deseaba apreciar con detalle todo el trabajo que estaba desarrollando el equipo de expertos, aunque albergaba pocas esperanzas de obtener resultados claramente inculpatorios. Un nuevo movimiento le llamó la atención hacia el lado izquierdo de su presencia, y su escrutadora mirada se fijó en la peluca que enseguida iba a ser examinada, sintiendo que la agradable soledad de la que estaba disfrutando estaba a punto de extinguirse. El eco de unos pasos rompió el silencio que reinaba en ese solitario pasillo, y por la cadencia marcada supo enseguida a quien pertenecían.
- Buenas tardes, Fiscal.- La mirada del francés viró lo suficiente para caer sobre el reflejo que acababa de aparecer en la amplia ventana acristalada que tenía en frente.
- Inspector...- Dijo Saga, a modo de saludo mientras se personaba a su lado y también dirigía la mirada hacia la gran oferta de objetos recién llegados.- Permíteme que os felicite por el gran trabajo llevado a cabo. Ha sido una operación magistral.
- Supongo que DeathMask te ha llevado a echar un vistazo al sótano.
- En efecto.
- Pues deberías darle las gracias a él.- Camus se giró levemente para mirar a Saga cara a cara, descruzando los brazos para acomodarse la cintura del pantalón, echarse los costados de la americana hacia atrás y guardarse las manos en los bolsillos de sus jeans.- Reconozco que fue obra suya la obtención de los datos necesarios para llegar hasta allí. Durante estas dos semanas no ha habido forma de sacar información al sujeto apodado Aiacos, y DM la consiguió en menos que canta un gallo.
- DeathMask puede ser muy resolutivo cuando quiere.- Admitió Saga.
- Te seré sincero...- Camus regresó la mirada hacia el trabajo desempeñado tras el cristal - No soy partidario de las malas artes policiales. No las ordeno jamás y no me gusta que se den a mis espaldas.
Saga apretó la mandíbula y evitó responder demasiado rápido. Aún no sabía muy bien cómo tratar con Camus, pero lo que sí sabía desde hacía muchísimos años era que a DM no se le caían los anillos a la hora de recurrir a prácticas turbias y poco legales para conseguir sus objetivos.
- DeathMask es un gran policía.- Dijo al fin, tratando de no posicionarse en exceso.- A veces tiene un temperamento poco reflexivo, pero generalmente su instinto no le falla. Al fin consigue lo que necesita, aunque sus impulsos sean discutibles.
- ¿Por qué dices esto, Saga? - La pregunta tomó al Fiscal por sorpresa, tanto como la inquisidora mirada que Camus le envió a través de su reflejo en el cristal.
- Por nada en especial.- Saga mostró el aplomo que solía lucir ante los tribunales, ocultando a la perfección cualquier atisbo de desconcierto.- Sólo que DeathMask y yo nos conocemos desde hace muchos años, y sé que en ocasiones la sangre italiana le hierve dentro.
- Si insinúas que tiene tendencia a actuar digamos que, "por su cuenta", no puedo decir que yo mismo haya sido testigo de dichas prácticas de decisión autónoma y unilateral.
Camus esbozó una media sonrisa que descolocó aún más a Saga, que no sabía si el francés estaba con resaca de sueño, o por alguna casualidad esa era su forma de mostrar algún tipo de sentido del humor.
- No es mi intención insinuar nada, Camus. No soy conocedor al detalle de cómo procede DeathMask con las prácticas puramente policiales.- Mintió el Fiscal.