La larga ducha que Defteros tomó una vez amaneció en plena tarde le resultó más que reparadora. Deshacerse del vello facial aparecido durante los dos últimos días también sirvió para otorgarle otro aspecto más amable, y enfundarse ropas limpias le hizo sentir algo más revivido y respetable.
La mente le seguía hirviendo en preguntas que no podría ni siquiera empezar a responder en las pocas horas que quedaban de vida al año que estaba a punto de ser historia, y su decisión fue sencilla. Bajó a la recepción para informar que deseaba tomar la cena allí mismo, en tranquila soledad, antes de salir a las calles y proceder a regalarse un nostálgico paseo que deseaba fuera capaz de reconfortarle el espíritu y la punzante melancolía que había despertado en su corazón con tan solo pisar sus orígenes.
No fijó ningún destino a sus pasos. Dejó que fueran ellos los que eligieran el rumbo, que inexorablemente le iba acercando al mar...a su añorado Egeo, el aroma del cuál le acariciaba los sentidos con cada soplo de brisa húmeda que acudía a revolotearle su salvaje cabellera, algo más corta que la lucida en su juventud, pero aún así todavía abundante, rebelde y más azulada que gris. Un fino cigarrillo de tabaco de liar se iba extinguiendo lentamente entre sus dedos, y decidió no pensar más en el incierto mañana durante las horas que avanzaban arrebatando suspiros al último aliento de año. Esas horas se las dedicaría a sí mismo, a sus recuerdos y a sus melancolías, andando con la calma del que sabe qué terreno pisa, absorbiendo todo lo que podía de una atmósfera que en cierto modo conseguía sosegarle un poco el alma.
Caminó y caminó hasta llegar a la zona más cercana al mar, donde varios restaurantes y locales de música y copas comenzaban a desplegarse antes sus ojos. Algunos de ellos anunciaban su cierre temporal por festividades navideñas...Otros se estaban preparando para ofrecer una noche de alegría y diversión a todos aquellos que decidieran vivirla y festejarla fuera de sus hogares. Defteros siguió avanzando con calma y un con un tranquilo ánimo distraído, fijándose con indolencia en la fachada de un pub de estilo inglés y curioso nombre. "The Wyvern's Cave" rezaba el elegante cartel dispuesto en la fachada, pero permanecía cerrado indefinidamente por "asuntos personales", según informaba el papel impreso en Word y pegado en la puerta de acceso que se avistaba tras el enrejado de la persiana.
- Lástima...- Susurró Defteros, hablando para sí mismo mientras espiaba lo poco que se podía apreciar del interior, debiendo hacer gran uso de su imaginación para armar en su mente un agradable y acogedor espacio.- Podría ser un buen lugar para venir a embriagar un poco la soledad...
Sin ser esclavo de ninguna prisa, propinó la última calada a un cigarrillo que le había ayudado a estabilizar un poco su atribulado interior, y sin pensárselo más emprendió su indescifrable camino otra vez, guardándose las manos dentro de los bolsillos de la chaqueta y avanzando con la cabeza menos erguida de lo que su abrumador porte le agradecería.
Apenas había avanzado unos metros cuando le sobresaltó el repentino estruendo del motor de una moto de gran cilindrada. El potente vehículo se estacionó justo delante del pub sometido a inspección, y Defteros no dio más importancia a la escena hasta que a sus oídos le llegó una conversación hilvanada entre los dos hombres que bajaban de la moto y que se disponían a acceder a dicho local.
Fue escuchar la pronunciación de un único nombre la que le congeló la sangre y le aceleró el corazón. Y fue un fuerte instinto de protección el que le aplastó entre las sombras de un portal contiguo, arrebatándole por completo la respiración. En ese momento Defteros deseaba poner en duda el nombre que había escuchado a través de una voz ahogada por la protección de un casco, pero la curiosidad pudo más que su temor e indecisión, permitiéndole sacar ventaja de las sombras que cultivaba la escasa luz de la calle. Se mantuvo refugiado y oculto, pero sus ojos buscaron corroborar su sospecha con un cuidado barrido visual, palideciendo de terror al descubrir cerca de él al que solamente podía ser el menor de los hijos de su amada Sasha.
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Duelo Legal IV: Justos por Pecadores
FanfictionCuarta parte de la serie "Duelo Legal"