CAPITULO XXVII

12 1 0
                                    

MALGEUN

una semana después.

La reorganización de los horarios estaba hecha desde el primer día, lo que le costó a Jimin fue adaptarse a estar rodeado de todos y cada uno de los ancianos y nobles que le ayudaban en su "educación".
Por las mañanas, después de tomar su desayuno, veía a su madre en el salón del trono para hablar de asuntos importantes con respecto al reino, sabía que su opinión no contaba nada pero se esforzaba en dar las mejores ideas.
Al medio día, después de su merienda, veía a su padre en el salón de registros para aprender a administrar el reino y demás cosas.
Por la tarde, veía a algunos ancianos para aprender sus primeras materias básicas, contabilidad y administración, solo tenía poco tiempo para tener un nivel académico aceptable así que se esforzaba demasiado en aprender, lamentablemente, entre más lo intentaba estaba seguro de que no alcanzaría a su hermano en ese campo.

Después de las clases tenía un pequeño tiempo para merendar y respirar un poco antes de la cena, dónde la reina le preguntaba sobre su avance escolar del día.

Lo único que le consolaba a Jimin era que, durante la cena podía hablar de cualquier cosa con su hermanito y este le contaba su día con una sonrisa grande, solo por eso Jimin no se arrepentía de esforzarse de más.

Pero había algo más que al futuro rey le costaba aceptar y era que durante esta semana llena de cosas por hacer, la compañía de sus guardias era muy buena en cuanto apoyo moral, solo que uno ayudaba más que otro.

-eso es todo por hoy majestad, nos vemos mañana- se despidieron los ancianos.

Jimin solo movió un poco la cabeza y cuando la puerta del salón de registros se cerró, pudo respirar tranquilo.

-tendras que escribir lo que te dijo en un papel o lo olvidarás- le dijo Yoongi acercándole una taza de té caliente.

-lo olvidaré de todas formas, pero gracias por recordarmelo- contestó dando un sorbo a su taza.

-no puedes permitirte olvidar eso, la economía del reino depende de esto- hablo Hoseok resguardando la puerta.

Ese era otro cambio, estando solo o acompañado, uno de los hermanos Min debía custodiar la puerta desde afuera.

-ya lo sé, deja de escuchar conversaciones ajenas- reprendió Jimin desde su lugar.

Yoongi dejo escapar una pequeña risa ante la situación.

-no eres malo en esto, solo necesitas tiempo- le dijo sentándose frente a el.

-necesito más tiempo y más cerebro, pero no creo poder contar con ambos- hizo un puchero -¿Tu entendiste algo de lo que explicó el viejo?- le pregunto Jimin.

-solo un poco, pero nos tienes a nosotros, si no entiendes algo puedes preguntarnos a ambos, ¿Verdad, Hobi?- pregunto Yoongi, volteando a ver la puerta cerrada.

-asi es- contestó el rubio detrás de la puerta.

Jimin y Yoongi soltaron una risa pequeña ante la situación, momentos así valían oro para ambos y no sabían porque.
El príncipe heredero organizo algunas de sus cosas y salió de dónde estaba.

Ya era costumbre que al caminar, Hoseok y Yoongi se pusieran a sus costados para evitar accidentes, así que en vez de incómodarse le gustaba.
Pero está vez hubo algo diferente, al pasar por el cuarto de registros noto a Yoongi tensarce ligeramente y dejar de caminar.

No tuvo más opción que girar hacia el y acercarse despacio para no ser descubiertos, ambos dejando a Hoseok caminar sin darse cuenta de la situación.

-¿Que haces?- le pregunto Jimin en susurros.

-shhh, escucha- le respondió el pelinegro.

Jimin acercó su oído a la puerta y pudo identificar la voz de su padre y del jefe de los guardias, ambos estaban notablemente asustados y preocupados.

Desterrados (yoonmin, KookV ¿Namjin?)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora