Desterrados (yoonmin, KookV ¿Namjin?)

CAPOTULO XLIII: COMIENZA A CAER

MALGEUN
Día de la cacería oficial

Disimular, el concepto es igual para todos, sobre todo cuando sabes que corres peligro y necesitas evitarlo.
Pero para Jimin, esa palabra no existía.

Toda la semana en la que el palacio se preparó para la cacería de Hoseok, Jimin estuvo  muy distraído.

Su mirada, su atención, su cuerpo, todo él aclamaba la compañía de Yoongi, y aunque no fue descubierto, todos acordaron vigilarlo para evitar lo peor.

Pero no era el único.

Yoongi tampoco podía evitar darle más atención, más caricias y más protección.
Ninguno había dado el siguiente paso, porque si lo hacían no podrían detenerse, y lo sabían.

Pero no siempre podían vigilarlos.

Taehyung y Jungkook aún salian a pasear por el reino y tenían sus momentos románticos.
Hoseok y Haneul claramente necesitaban su tiempo a solas al igual que Namjoon y Seokjin.

Por eso, en medio de su neblina, ambos debían ser cuidadosos... Y hasta ahora había funcionado.

Justamente ese día, Jimin era feliz, en su palanquín podía ir un guardia, y claramente ese sería Yoongi.

La rutina era la misma que en cada salida, en el primer palanquín irían los reyes, en el segundo irían los herederos, en el tercero él, en el cuarto no iría nadie  ya que ese se llevaba para los animales y en el quinto palanquín iría Taehyung.

Con tanto movimiento, solo Hoseok era quien estaba en desacuerdo... Pero no podía decir nada.

-¿Estamos listos?- pregunto Hyukari, saliendo a la explanada.

Guardias, sirvientes, todos iban de un lado a otro.

-¡Si majestad!- respondieron todos.

Con un poco de miedo, Hoseok se acercó a ella, Namjoon también estaba cerca así que tomo valor.

-¿A dónde iremos?- pregunto.

-ya lo verás- respondió la reina, sin mirarlo.

-¿Puedo .. cambiar de lugar con Tae?- pregunto con pesar, ya sabiendo la respuesta.

Hyukari entonces giro a verlo.

-primero Jimin, ahora tu. ¿Cuando van a entender mis decisiones?- pregunto con molestia.

-lo siento... Madre- murmuró Hoseok, mirando al suelo.

Namjoon puso una mano en el hombro del rubio.

-tranquilo, estará todo bien- le dijo.

-al menos te tengo a ti papá- volvió a murmurar Hoseok.

Namjoon, volviendo a perder la paciencia, se acercó a su esposa, listo para subir al palanquín. Pero había algo en su corazón que le decía que algo malo sucedería.
Un mal presentimiento.

Sus hijos ya estaban en sus palanquines  así que pudo tomar su lugar un poco más calmado.

Pero no por completo.

En cuanto subió, la puerta fue abierta, había personas de lado a lado en la calle, todos aclamando por ellos.

-volviste a hacerlo- murmuró mirando por la pequeña ventana.

-¿Que cosa?- pregunto Hyukari.

-volviste a dejarlo al final, Ari. Incluso un palanquín vacío está enfrente de el, ¿Acaso no te importa tu hijo?- pregunto Namjoon, estaba molesto.

Su enojo aumento cuando Hyukari solo torció la boca.

-no lo entenderías- respondió sin más.

Namjoon estalló.