CAPITULO XXXIII

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Malgeun

Jimin estaba feliz, las cosas en el muelle habían salido tan bien durante su primera visita que su madre lo había felicitado.
El rubio no podía sentirse más orgulloso de si mismo, Yoongi también le expreso lo orgulloso que estaba y Hoseok no paraba de darle abrazos.

Pero no siempre podría ir al muelle.

Su madre le había explicado que por seguridad debía hacer las cosas en el palacio e ir una vez a la semana al muelle.
No era mucho pero se sentía feliz.
Había quitado una pequeña carga de la espalda de su padre y ahora este tendría más tiempo para el mismo. Jimin llevaba dos días revisando los papeles de exportaciones e importaciones, Yoongi no se alejaba de el y, de vez en cuando, Hoseok le daba muy buenas ideas o consejos.

-esta es la última pila de pedidos- le dijo Yoongi dándole unos papeles.

Jimin los tomo, ambos estaban en la habitación del príncipe heredero mientras Hoseok cuidaba la puerta.

-¿A dónde va esto?- pregunto Jimin notando que eran pedidos de un reino cercano.

Yoongi se encogió de hombros.

-tu madre los trajo hace unos minutos- respondió el pálido.

Jimin reviso varios papeles, el reino estaba al sureste, pero no había más registro de alguna exportación, tal vez era la primera que harían a ese lugar.

-no son demasiados pedidos, ¿Entonces porque..?- se preguntaba.

Ambas personas estaban buscando alguna respuesta cuando la puerta se abrió.
Hyukari entro como si nada haciendo que Yoongi bajará la cabeza y se hiciera a un lado, Jimin levantó la mirada hacia su madre.

-veo que ya notaste esos papeles- hablo la reina.

Jimin asintió.

-es la primera exportación a este reino, ¿Porque?- pregunto el rubio.

-el reino del sureste fue el único que respondió a la carta que enviamos. Los demás reinos también tienen herederos varones, este fue el único que tiene a una mujer- sonrió -primero entablaremos una ruta comercial, después enviaremos una carreta de regalos a tu nombre para que la princesa venga a final de mes a nuestro reino- hablo Hyukari indicándole a su hijo lo que debía hacer.

Jimin se quedó sin palabras.

-respondieron muy rápido- murmuró bajando la cabeza ante la mirada que le daba Yoongi.

Min estaba confundido, se suponía que no tenían secretos entre ellos.

-asi es esto hijo, falta poco para tu mayoría de edad, debes hacer las cosas bien para que tú reino prospere- le dijo Hyukari abrazándolo.

Pero Jimin sintió ese abrazo tan frío que sintió un escalofrío.
Sabía que si su madre estaba tan feliz por hacer comercio con ese reino, aparte de su compromiso, era porque ellos tenían algo importante.
Se alejo de Hyukari y la miro a los ojos.

-¿Que comercio estableceremos con ellos?- pregunto con su voz entrecortada.

-el reino del sureste esta situado cerca del reino de tus abuelos paternos, ambos nos proveerán de hierro, se harán más fundiciones y se abrirá un nuevo muelle a cambio de tu matrimonio- explico Hyukari con emoción.

Y ahí estaba, la verdadera razón por la cual se había escogido a su pareja, riquezas.
El muelle de Malgeun era un tanto complicado para recibir muchas embarcaciones por qué era estrecho, pero el reino sureste, a pesar de ser un poco más chico y entre bosques, poseía una hermosa vista al mar y por lo tanto, más espacio para exportar.

Desterrados (yoonmin, KookV ¿Namjin?)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora