Desterrados (yoonmin, KookV ¿Namjin?)

CAPITULO XXXIX

Malgeun

Haneul llevaba cuatro días lejos de casa, lejos de su hogar, ¿Entonces porque no lo sentía así?.

Su tierra, rodeada de mar, de calidez, todo eso no lo había en Malgeun, sin embargo, había encontrado un lugar especial en ese lugúbre reino. 

Un lugar donde toda oscuridad perecía y donde toda maldad se purificaba por inocencia, la habitación del lago.
Un lugar tan mágico donde se sentía bien, en paz, feliz.

Ante la muy notoria falta de importancia por parte de Jimin, Haneul pasaba la mayoría de su tiempo con Hoseok, Taehyung, Jungkook, Mibyeol y Jackson, en algunas ocasiones estaba Itan, en otras estaba Namjoon, la chica no se sentía sola a pesar de no pasar tiempo con el "heredero".

Por consecuencia a la ausencia de Jimin, una confusión llegó a la princesa del sureste, y es que de un momento a otro olvidaba el porque estaba ahí en primer lugar.

Comenzó como miradas rápidas, después miradas más fijas, continuo como charla casual, charla informativa y ahora eran charlas íntimas como si fueran amigos de toda la vida, al menos en el caso con Taehyung.

Hoseok era otro tema para ella.

A veces cuando estaba sola en su habitación, podía decir cualquier cosa y Hoseok le respondía a través de la puerta.

Primero la inquietaba, después le agarro confianza, cariño... Pero ahora estaba confundida.

Ella había ido ahí para casarse con el príncipe "heredero" Jimin, no para coquetear con un guardia que le agradaba demasiado, ¿Entonces porque lo hacía?.

Tal vez no podía evitarlo, como en ese momento.

Hoseok se había sentado amablemente con ella para tomar té y merendar.
Era tarde, el calor estaba en su apogeo, por eso estaban sentados cerca de la puerta de la habitación.

El rubio fue el primero en sentarse pero cuando ella lo hizo, sin querer, rozó su mano con la contraria.

Ambos se voltearon a ver y Haneul agradeció tener su velo para ocultar su sonrojo.

-lo lamento- dijo Hoseok bajando la mirada.

Pero ella no podía ocultar que ese simple roce le movió el mundo, era un tacto tan extraño pero que a la vez le llenaba de calidez, nostalgia... Y otra cosa que no quería mencionar.

Haneul no dijo nada, se levantó de su lugar y salió casi corriendo.

-no me sigas- le pidió al guardia.

Sabía a dónde iba, incluso era lógico porque ella no conocía más lugares.

Llegó a la habitación del lago, cruzo el puente y abrió la puerta corrediza sin avisar... Grave error.

Sus amigos estaban ahí, incluso Itan, pero nunca espero ver a Jungkook cargando a Taehyung, ambos muy pegados entre si.

-yo... Lo... Debí tocar- murmuró bajando la mirada, pero Jackson noto algo peculiar.

-¿Estás llorando?, Hani, ¿Paso algo?- pregunto el castaño con preocupación.

Con rapidez, Mibyeol abrazo a la chica para hacerla pasar y cerro la puerta.

Haneul estaba en confianza, su corazón y alma ya no aguantaban más. Empezó a llorar.
Todos quitaron las cosas del suelo para tomar asiento y así poder hacer un círculo y consolar a la princesa, Jungkook y Taehyung no se movieron para nada, no podían hacer nada hasta que Haneul hablara... Y ella lo sabía.

Libero sus lágrimas hasta que logro calmarse un poco más, podía sentir las caricias en el cabello que Mibyeol le daba, el abrazo silencioso de Itan y el consuelo de Jackson.
Quitó su velo y aún entre lágrimas miro al príncipe menor y a su guardia.