11 • Shake It Off

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Había pasado todos mis exámenes en la escuela de verano y sólo le dije a Robby. No podía evitar sentirme sola cuando todos mis amigos son de Cobra Kai y yo les di la espalda al finalizar el torneo.

Anoche mientras estudiaba papá me habló conmigo y me pidió que no renunciara a Cobra Kai.

-Espero que no te moleste que me quede aquí -le dije cuando cruzó la puerta de entrada. Me sentía una invitada en su casa en esos momentos más que perteneciente al hogar- Me siento más segura cuando no estoy escuchando cómo se drogan del otro lado de la ventana -se sentó en la silla a mi derecha apuntando hacia mí.

-Cuatro de febrero de 2002 -dice y alzo mi mirada de mis hojas- Ese fue... -traga duro- el primer día que te fallé, y a Robby. El primero de todos los siguientes -el nudo en mi garganta comenzaba a crecer- Y en el torneo no fue diferente.

-¿Qué le dijiste a Miguel antes de su último punto? -necesitaba saberlo.

-Que no peleara sucio, pero no me escuchó y eso también fue mi culpa. Aún estoy aprendiendo a ser un buen sensei, y en especial a ser un buen padre. Tú me diste la oportunidad, jamás debiste hacerlo porque jamás debí perderla en primer lugar.

-Papá, está bien -le digo sincera.

-No -sus ojos brillaban y por su tono percibí que estaba aguantando las lágrimas- Pero que tú vivas conmigo, enseñarte karate, hasta llevarte a la escuela, fueron las mejores cosas que me pasaron en la vida -con su pulgar seca una lágrima que se me escapa- Esta es tu casa. Y si quieres, seguiré siendo tu sensei -asiento.

-Ok. Solo -carraspeo para recuperar mi voz- no estoy de acuerdo con la parte de no tener piedad.

-Tampoco yo.

Accedí a volver a Cobra Kai, aún si cuando llegué las miradas que me dieron fueron algo despectivas. Salvo Miguel y Aisha.

-Ella es K.L -susurraban los nuevos a mi lado creyendo que no los oía.

-¡Silencio! -quienes no lo conocían se asustaron, yo sólo me quité mis zapatillas, dejé mi mochila en el suelo y me dirigí a la colchoneta. Papá me mira impasible unos segundos, sé que está contento de que haya regresado- El dojo no está abierto para nuevos estudiantes hoy.

-Vimos el torneo y queremos inscribirnos.

-¿Tengo que decirlo de nuevo? Fuera.

-Sí señor... Sensei.

-Vuelvan mañana. Traigan sus chequeras. ¡A sus puestos! -obedecemos.

-Seguro fue genial sensei -sonríe Hawk.

-¿Estuvo celebrando todo el fin de semana? -pregunta Miguel.

-¿Celebrar qué? Mis estudiantes son unas nenitas ¡Diaz, Hawk, al frente! -lo hacen- Hawk ¿atacó a su oponente por la espalda? -camina detrás de él.

-Sí, sensei.

-Diaz ¿atacó en la lesión de su oponente?

-Sí, sensei.

-¿Y creen que por eso son rudos? -estos se miran confundidos- ¿Qué pasa? ¿Necesitan ayuda? ¡Señorita Robbinson! Hay dos cobras en la jungla, una mata al león más fuerte y la otra a un mono herido ¿cuál prefiere ser?

-La que mata al león, sensei.

-¿Y por qué?

-Porque mata al animal más fuerte.

-¡Correcto! Cobra Kai es sobre ser rudos. Y el más rudo es quien vence a su oponente cuando más fuerte es. ¡No cuando le da la espalda! -le grita de frente a Hawk- ¡No cuando está herido! -hace lo mismo con Miguel- ¿Les queda claro? -nos pregunta a todos.

A d a l i n eDonde viven las historias. Descúbrelo ahora