-Hola señora Moskowits -la saludo a la mañana siguiente muy apenada por la noche anterior. Me mira con sus labios fruncidos.
-Eli se está bañanado, y yo me tengo que ir a trabajar. Pero puedes tomar lo que quieras -agarró su abrigo y su bolso- come algo y bebe mucha agua.
-Muchas gracias -sonrío- Y lamento mucho lo de su auto.
No recuerdo muy bien el momento, pero cuando Hawk giró en una curva mientras yo estaba acostada en el asiento trasero, mi cabeza dio vueltas y terminé vomitando. Por suerte él me dio un cepillo de dientes nuevo que tenían de repuesto, y me prestó una de sus camisetas y un short deportivo elástico que me quedaba bien porque él era más delgado que yo. Yo le robé una sudadera.
La mujer suspira y sonríe.
-Está bien, también fui joven. Puedes venir cuando quieras ¿Ok? Pero la próxima procura tener las ventanillas bajas y controlar lo que bebes -estaba roja de la pena.
-Gracias, y lo siento de nuevo.
Me quedo sola cuando se va, y aunque me dijo que podía agarrar lo que quiera, me da un poco de pudor hacerlo sin Hawk.
"Robby se quedará en casa.
Creo que deberías hablar con él."Alzo la vista de mi celular cuando el susodicho sale del baño. Está sólo con un pantalón deportivo, descalzo y con su cabello aún húmedo goteando en su piel
-¿Mi madre ya se fue? -pregunta caminando hacia mí y me envuelve en sus brazos.
-Recién -me pongo de pie para que el abrazo sea más cómodo y el aprovecha para apretujarme más- Me gusta esto -digo como puedo porque mis mejillas se encuentran entre su pecho y sus brazos.
-¿Cómo estás? -se aparta de mí- ¿Comiste algo?
-No aún.
-Deberías hacerlo, tienes el estómago vacío -se dirige a la heladera y saca una bolsa de pan para hacer tostadas, fruta, leche, jugo y frascos que no distingo.
-Ni me lo digas -lo ayudo- Creo que le caigo peor a tu madre luego de anoche. Tuvo que irse en un taxi a trabajar -se ríe- ¡No te rías! -lo empujo- Nunca tuve tanta vergüenza en toda mi vida.
Mete dos panes en la tostadora mientras yo sirvo dos vasos de jugo. Estaba enfocada en mi tarea cuando apretuja mis mejillas con una sola mano y me roba una serie de besos que me dejan atontada y completamente sometida a él. Mis brazos se envuelven en su cuello y me molesta tener su sudadera puesta cuando podría estar sintiendo su piel.
Me siento enfebrecida por su atención. Jamás me había sentido tan deseada en mi vida, ni yo había deseado tanto a alguien como lo hacía con él.
El ruido de la tostadora hace que nos separemos.
Terminamos desayunando en el sofá pese a mis objeciones. No quería dejar migas en la alfombra de su casa ni que su madre me odiara por eso.
-Vomitaste en su auto, unas migas no van a molestarle -se burla.
-Te odio tanto -digo con una sonrisa. Él sólo voltea con su sonrisa ladeada, baja sus ojos a mis labios antes de volver a mis ojos, y voletear nuevamente hacia la TV.
"El Viaje De Chihiro" era lo que menos me importaba ahora, a diferencia de la persona a mi lado de la que no me quería despegar.
-¿Qué? -me pregunta luego de un rato en el que me quedé observando su perfil.
-Nada, sólo... -bajo mi vista a su pecho, donde mi nombre estaba impregnado en su piel.
Alzo mi mano y acaricio esa parte con mis dedos. Era tan bueno para ser verdad que tenía mucho miedo. Mi mano sube por su hombro, su cuello, su nuca, su mejilla. Él tenía los ojos cerrados mientras pasaba mis dedos por la curva de su nariz, su cicatriz, sus labios hasta terminar en su mentón. Abre sus ojos azules, hermosos.
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A d a l i n e
FanficAdaline Keene es una joven dulce y soñadora a quien la vida le ha dado duras batallas. Es fanática de Taylor Swift, amante de los animales, y aunque no imagina posible un futuro en donde sea exitosa, descubre su pasión por el karate cuando se va a v...