✖ A D A L I N E ✖
-¿Mamá?
-¡Hola cariño! -se acerca a mí y besa mi cabeza.
-Te ves bien -sonrío al ver el cambio en su mirada. Lucía más despierta, con otro color y tranquila.
-Quise venir antes, pero no me dejaron hasta hoy. ¿Estás nerviosa?
-Algo -mucho- Quiero ir a ver a Miguel, pero no me quieren dar una silla de ruedas.
-Enfócate en tu recuperación primero ¿si?
-¿Sabes algo de papá o de Robby?
-Tu padre salió a buscarlo con el señor LaRusso, los vi hoy.
-Supongo que eso está bien -estoy confundida entre mi ilusión por que encuentren a mi hermano y mi desilusión porque papá no está aquí.
-Sé que quieres que tu papá esté aquí. Pero no estás sola -acaricia mi mano- y estarás bien ¿si?
La parte que más temía era a su vez la que más agradecía. ¿Y si no despertaba jamás? Afortunadamente sólo sé que me dormí y desperté nuevamente en la misma habitación que me asignaron desde que llegué. Mi cuerpo estaba helado y dolía por la tensión de mis músculos en una búsqueda desesperada de generar calor. Quise hablar pero no pude, al menos me explicaron que era por la anestesia. Efectivamente un rato después comencé a sentir que mi temperatura volvía a ser normal.
Prometo no volver a quejarme de la comida del hospital, ya comprendí que hay cosas peores.
-Hola -era mi padre.
-Hola -hago la bandeja de comida a un lado- ¿Lo encontraron?
-No aún. ¿Cómo estás?
-Tienes golpes -ignoro su pregunta.
-No es nada, sólo unos idiotas en un bar.
-Ah.
-Estas molesta -no me lo estaba preguntando. Se sentó en la silla a mi lado.
-No lo estoy, ¿por qué lo estaría? -sí estaba molesta, pero no enfada. Era más bien como cuando te pica una abeja. Jamás me ha picado una, pero supongo que es molesto- ¿Has visto a Miguel?
-Carmen está enfadada conmigo, no quiere que me acerque a él, y tiene razón.
-No lo sé -frunzo el ceño- A Migue le alegrará verte.
-Si no fuera por el karate, o por Robby, nada de esto habría pasado. Y en ambos casos es mi culpa.
-Si no fuera por el karate aún le patearían el trasero todos los días en la escuela. Y lo de Robby fue un accidente. Sé que jamás hubiera querido lo que pasó.
-Pero pasó, y siempre que hay peleas hay consecuencias.
-Cuando lo apliques a tu vida me lo vuelves a repetir -presiono con mi dedo un moretón en su frente logrando una mueca de su parte- Pero mientras tanto aún quiero aprender. Eli me contó sobre Cobra Kai.
-¿Eli? -sonrío. Desde que dije en voz alta que lo amaba su nombre parecía ser el indicado para acompañar el sentimiento.
-Hawk -asiente.
-Ten cuidado con él. Ahora será manipulado por Kreese y no voy a estar ahí para detenerlo.
-No, no lo conoces como yo.
-Conozco a Kreese.
-Papá, quiero no tener cuidado. Necesito confiar en él, no me quites eso -le pido seria.
-No quiero que después vuelvas a pagar las consecuencias -señala mi cuerpo, envuelto en las sabanas del hospital.
-Esto no fue por Hawk.
-No, fue por mí siguiendo las clases de Kreese y enseñándoles lo mismo. Ahora será mucho peor, él no entiende que sólo son niños.
-No me arrepiento de confiar en Hawk, cuando no lo hice me sentí mucho peor y no cometeré ese error de nuevo. Él es el único que hizo que olvidara todo lo que pasó y que mi hermano pudo haber matado a Miguel -su expresión se suaviza- Di lo que quieras de él, pero al final del día... En serio me siento bien con él.
-Está bien. Pero si ocurre algo, me lo dices.
-Bien.
Más tarde él se fue y llegó un médico traumatologo. Ahora tenía tornillos en mis piernas, me siento un cyborg mientras el señor movía mis piernas y analizaba mis reacciones. Finalmente me consiguieron una silla y fui hacia la habitación de Miguel.
-No sabes el alivio que me da verte bien -voltea a verme y sonríe pero con tristeza.
-No creo que "bien" sea la palabra correcta.
-Escuché lo de tus piernas, lo siento.
-También yo -tomo su mano y él hace lo mismo con la mía.
-Pero al menos estás aquí. No sabíamos si... -guardo silencio y sé que me comprende.
-Lo sé.
-¿Eso es comida de tu abuela? -cambio de tema señalando el tupper a su lado.
-Sí, ¿la quieres? Cuando está feliz cocina demasiado.
-Ni siquiera me apena decirte que sí -acepto el recipiente y prubo de ese guiso- ¡Oh Dios, sí! -Miguel se ríe.
-¿Me estás engañando con la comida? -volteo a ver a Hawk entrando a la habitación.
-No me culpes, vengo comiendo lo que me dan en el hospital durante dos semanas.
-Serpiente -lo saluda chocando sus manos. Oírlo hablar en español me parecía tan sexy. Este guiso no es lo que quiero comer ahora.
No sé que estaban diciendo pero ahora me estaban mirando.
-¿Qué?
-Te pregunté sobre tus piernas -habla Miguel- Supe que te operaron.
-Oh sí, ahora soy medio cyborg. Y tengo que asistir a rehabilitación para hacer ejercicios y volver a moverme normalmente -alzo un poco cada una de mis piernas y llevo una mano a mi hombro vendado, pero ya sano.
-Mañana a la mañana le dan el alta -cuenta Eli y asiento.
-Sí, y supongo que buscaré un empleo para pagar todo lo que me hicieron, porque no sé cómo hará mi padre. Y mamá no es opción -llevo otra cucharada a mi boca- Cenaré en tu casa todos los días -le digo al pelinegro y este se ríe.
-Ahora estoy celoso -se burla Hawk.
-Puedo comerte a ti si quieres -esas palabras salieron de mi boca antes de que pudiera procesarlas- No se supone que dijera eso -Eli mordía su sonrisa mientras Miguel se reía con sus cejas alzadas por la sorpresa.
✖🐍✖
All my flowers grew back as thorns
Windows boarded up
after the storm
He built a fire
just to keep me warm
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A d a l i n e
FanficAdaline Keene es una joven dulce y soñadora a quien la vida le ha dado duras batallas. Es fanática de Taylor Swift, amante de los animales, y aunque no imagina posible un futuro en donde sea exitosa, descubre su pasión por el karate cuando se va a v...