A d a l i n e

28 • ...Ready For It?

Perdí ritmo, pero no la habilidad. Cada patada era como la primera vez entrenando. Mi cuerpo estaba más en estado líquido que sólido, pero la motivación que tenía era imparable. Romper tablas no me era suficiente, necesitaba más, una verdadera pelea.

-¡El karate es para mostrale al mundo que no son un montón de perdedores y cobardes! ¡Son rudos! ¡Porque las Águilas no se cagan, sino que cagan al resto! -reprimo una risa- Y recuerden que ser rudos no es lo mismo que ser imbéciles. ¡La meta no es lastimar a otros niños! Es ganar en todos los aspectos.

Al finalizar, luego de darme una ducha, ambos fuimos a la correccional. Era el día en que Robby finalmente salía.

-Hola señor LaRusso -lo saludo cuando llegamos a la puerta.

No tengo ganas de oír cómo él y mi padre discuten y termino viendo las fotos que tengo con Eli en mi celular. No sé qué hacer, no quiero hacer nada, quiero en cambio que él haga algo. Porque fue él quien nos traicionó. Podía no haberse unido a Eagle Fang, pero ¿decirle a Kreese en dónde nos encontraríamos? Eso estuvo de más.

-¡Robby! -lo abrazo cuando lo veo salir.

-Te extrañé Ada -me corresponde con la misma intensidad.

Pasamos de ser lo único que teníamos el uno para el otro a tomar caminos separados, y eso estuvo bien hasta que las cosas se volvieron difíciles y fue entonces cuando se sintió la ausencia de quien te acompañó toda la vida.

Al separarnos, su mirada se dirige a ambos hombres que lo miraban esperando su reacción.

-Ambos, manténganse fuera de mi vida.

-¿Y qué harás ahora? -le pregunto mientras nos sentamos en las patinetas en la pista de North Hill.

-No lo sé, sólo necesito un lugar donde dormir y después tal vez consiga un trabajo.

-¿Por qué no vienes a casa?

-No iré con papá.

-¿Enserio prefieres dormir en la calle antes que venir conmigo y con él? Ni siquiera lo sentirás. Él hará lo que sea con tal de que te quedes.

-¿Y para qué me quiere con él? ¿Qué gana así? -dice enfadado- ¿Decirle a LaRusso que le ganó?

-¡Te gana a ti Robby! Es un buen padre, te lo prometo.

-Oye, siempre terminamos hablando de lo mismo, mejor dime qué me espera aquí afuera -suspiro.

-Nada lejos del karate, eso te lo aseguro.

-¿Cómo está Sam? -lo miro. Aún sentía cosas por ella, eso se nota.

-No he hablado con ella. Pero se ha puesto más a la defensiva, más bien ofensiva. En especial con cualquiera de Cobra Kai.

-Debió haberse asustado en la pelea -piensa en voz alta.

-Todo es un poco más tenso después de lo que ocurrió. Miguel volvió a caminar, eso es bueno -él asiente.

-Tú te ves mucho mejor.

-Lo estoy, al menos físicamente.

-¿Qué ocurre?

-Nada -niego- al menos nada nuevo. Es la misma sensación de siempre -ya sabe a qué me refiero. Vacío y blah, blah, blah...

-¿Y has visto a mamá?

-Está mucho mejor, tiene más color en su piel. No sabía qué tan mal estaba antes hasta que vi el contraste.

-Lo sé.

-¿Fue a verte?

-No, y tampoco hubiera sido bueno. Pero sí me escribió. Sólo esperaré a que salga y me iré con ella.