XXIII

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—Deku

Oh mier....

Su cuerpo fue apresado por los brazos del rubio cenizo, su cuerpo quedó estático, sus músculos estaban cansados y sus ojos querían cerrarse, había agotado todo su esfuerzo intentando encontrar a Shigaraki, no se tomó ningún descanso, desde el momento en el que desapareció, esperaba que no esté lejos y lo buscó hasta por debajo de las rocas, no era posible que el peliblanco sea demasiado rápido, pero su camino era retrasado por cada villano que aparecía para serle frente.

Ahora su cuerpo le pasaba factura sin responderle y dejándose caer ante el cenizo al que había fallado.

Llevaban días buscandolos, mientras más se acercaban, él se alejaba por otro motivo, fue una suerte que el villano con el que estaba peleando le estaba dejando en desventaja, hasta su aparición de ellos.

El omega cenizo estaba preocupado y enojado con el pecoso, dejándolo solo y queriendo pelear por su cuenta aún sabiendo que el cenizo no era para nada debil y le había prometido pelear a su lado.

Entre todos llevaron a Izuku de vuelta a la UA y aunque no fue fácil ingresar y permitirles que Izuku se recupere antes de enfrentarse cara a cara con el mal, lo lograron, todos al fin estaban juntos una vez más.

Decididos uno a uno a cubrirse la espalda y apoyarse hasta el final, no dejarían solo a ninguno otra vez.

Después de un buen baño y cambio de ropas, cenaron juntos y aunque se disponían a poder hablar con el pecoso, el Omega cenizo se les adelanto y ordenó a ninguno molestarlo y que lo tendría en su habitación.

La mayoría lo entendió, eran una pareja después de todo, por su puesto se necesitaban, todos fueron testigos de los esfuerzos y por supuesto los gritos del Omega por encontrar al alfa, todos lo comprendieron y respetaron su privacidad.

Así que sin dejarle terminar hablar al pecoso, lo arrastró a su habitación, sentados sobre la cama, el Omega apegado al hombro del alfa esparciendo su aroma levemente y sintiendo el aroma del peliverde.

Mientras el Omega se mantenía en silencio llenando de su aroma la habitación, el alfa se mantenía estático no apartaba al Omega de su lado pero tampoco ponía esfuerzo el llenar la habitación de su aroma, ya no lo sentía correcto. Cuando el cenizo se atrevió a ponerse encima del alfa, es donde reaccionó y lo alejó.

—Deku¿Que...

—Kacchan hoy quiero estar en mi habitación—Dijo levantándose de la cama del cenizo para dirigirse hacia la puerta pero rápidamente el Omega se interpuso en su camino.—Kacchan

—No —Soltó un gruñido—Deku se supone que se habían acabado los secretos¿Que mierda te sucede?

—Kacchan no quiero hablar de eso, estoy cansado y AFO...

—No te excuses con AFO—Lo interrumpió molesto—Algo te sucede pequeña mierda y no me lo quieres decir ¿porque?

El pecoso no podía verlo a los ojos, su culpa solo crecía y crecía en su interior no quería decirlo, no quería confrontar al Omega, talvez el cenizo le hizo daño en el pasado pero habían avanzado y lo habían superado, todo había mejorado, todo estaba bien, estaba...

Era extraño sentía culpa y tenía ganas de llorar, había fallado a su pareja, pero a la vez no sentía nada es como si todo lo que sintió por el cenizo se hubiera esfumado, quería llorar pero porque perdió su oportunidad de encontrar al peliblanco, sentía culpa pero por no decir nada después del beso...

Es extraño sobretodo porque se supone que son enemigos, pero en su mente no podía evitar recordar como shigaraki sufría, como su cuerpo no era controlado por él, como un pequeño niño lloraba en su interior... Como necesitaba salvarlo...

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