XXXVI

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Sus ojos húmedos nublaban su vista, la lluvia empeoraba su visión y arruinaban su ropa, su ceño fruncido no desaparecia y aunque su rostro parecía molesto en sus ojos solo se encontraban tristeza.

Detuvo su paso en medio del parque y dejó que sus lágrimas acumuladas fluyan con fuerza, inútilmente intentó limpiar su rostro mojado.

Su corazón apretaba su pecho con fuerza y solo maldiciones salían de sus labios.

"Maldición, maldición"

El dolor era horrible, el nudo en su garganta era asfixiante, huyó para no escucharlo, pero ahora quería correr devuelta, esperarlo, escuchar sus tontas explicaciones que le daría, dejarse abrazar y escuchar esas disculpas reiteradas veces, luego ir a la cama, dormir abrazados, sintiendo el calor de su Alfa contra su cuerpo, sentir los dulces besos en su cuerpo y la caricias que le proporcionaría.

Poder olvidar el tema al día siguiente y compartir un desayuno juntos, mientras compartían sonrisas, luego provocar a su Alfa para que llegue tarde al trabajo.

"Mierda"

Todas las palabras bonitas, las cosas que le decía, ¿todo fue mentira?¿fue usado?

"Te odio te odio te odio"

"Odio cada día que pasamos, tus estúpidas palabras, tu voz, odio ser aquel que ocultas, odio no poder decir que eres mío, tener que fingir que estoy desaparecido mientras tú mientes a los que te rodean, odio haber sonreído estúpidamente ante tus halagos, ante tus planes...odio esto, duele y no lo comprendo...no debí creer...no debí esperar nada.."

"Odio haber caído ante ti"

A la par, no quería hacerlo, cierto o no, con explicación o sin ella no había vuelta atrás, él mismo vió a quien creía su Alfa junto al cenizo, ambos con el rostro sonrojado, demasiado cerca, mientras todos chiflaban y entonaban en coro un beso como petición, no sabe si vió bien pero pareció que Izuku intentó calmar a sus amigos pero fue silenciado al sentir los labios delgados del otro Omega sobre los suyos moviéndose de manera suave, mientras los suyos intentaban mantenerse sellados.

La imagen fue suficiente para Tomura como para hacerlo retroceder del lugar, Izuku separó ligeramente sus labios aceptando los del omega, fue corto y se arrepintió al instante, pero era tarde, todos lo vieron, se alejó y se disculpó con sus amigos, quienes siguieron molestándolo hasta salir del local, tapó sus labios, estupefacto y razonando lo que había hecho se alejó del local, gruño y golpeó ligeramente su frente contra el muro más cercano.

"Mierda, que estuve apunto de hacer"

Inhaló y exhaló reiteradas veces, decidió apartar ese tema, olvidarlo, ya tenía a alguien, alguien a quien sinceramente quería después de mucho, no podría lastimarlo...aunque la "relación" que tenían no era nada formal.

Quería seguir disfrutando de la compañía de ese omega por más tiempo, egoístamente lo quería solo para él y puede que por ello haya mentido ligeramente en ciertas cosas, eran sus instintos los que le decían que el Omega se podria alejar y a la par le decían que lo respetaría hasta el momento en que el Omega le permita marcarlo.

Antes de ingresar a su casa, se sacudió, intentando deshacerse de los demás olores, su imaginación lo llevaba a ver que estaría haciendo el Omega en este preciso momento, durmiendo, posiblemente comiendo ya que tenía esa costumbre de comer a altas horas de la noche, talvez tomando un baño o simplemente viendo la TV. Con una sonrisa plantada en su labios, abrió la puerta, la combinación de los olores era exquisita a su nariz, suspiró y paseó por su casa buscando al omega, en la cocina, en el cuarto de baño, la sala, su habitación, simplemente no estaba en ningún lado, sintió que comenzaba a hiperventilar, su mente comenzó a atormentarlo con el fresco recuerdo del bar, no podía ser posible, vaciló incrédulo y trató de ver algo positivo, de seguro salió un momento, él volvería ¿Verdad?

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