25. Mi primer beso

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-Flashback-

13 años

Lukas

A finales de octubre, mis amigos y yo ya habíamos cumplido los 13 años. Por lo que oficialmente ya estamos dentro de la pubertad, la etapa donde sufrimos diferentes cambios en nuestro cuerpo y al mismo tiempo cambios emocionales.

Sin duda no era la mejor etapa, pero era un paso más cerca de ser adultos. Por ello, William quiso celebrarlo al hacer una gran fiesta en su casa mientras sus padres (cuando todavía no se separaban) se fueron juntos a un viaje de negocios. Por supuesto que ellos no sabían sobre ella, pero poco le importó a él, ya que tenía esta mentalidad de que si hacía una gran fiesta a escondidas de sus padres, ganaría popularidad por ser rebelde.

Invitó a la gran mayoría de los que asistían en la escuela ya sea los de nuestra edad como los que eran mayores a nosotros por un par de años.

Al ser su amigo (en ese entonces), por supuesto fui de los primeros que William invitó y me dejó que invitara a alguien más si así lo quería. Por lo que sin duda invité a Soleil por ser mi mejor amigo.

No obstante, convencerlo fue lo difícil.

—Anda Soleiiiil... Vamooos... ¿Sí? ¿Sí?— le supliqué por tercera vez mientras me arrodillaba y ponía mis manos juntas.

—Ya te dije que no— fríamente me contestó mientras trataba de dibujar la anatomía de una rana que le dejaron de tarea.

Estábamos en su habitación.

—¿Por qué no? — Hice un puchero.

—Porque no me gustan las fiestas.

—¿Y cómo sabes que no te gustan? Nunca has ido a una.

—Aun así... No me gustarán. Yo... no soy bueno para esas cosas. — Dejó de dibujar, pero sin verme a los ojos, con tristeza en su voz pronunció:— no sé relacionarme con los demás y no soy sociable como tú.

Al entender su miedo, me levanté del suelo y puse mi mano sobre la suya.

—Es por eso que todo el tiempo estaré contigo. —Alzó la vista para verme a los ojos. Le sonreí. — Sé que eres tímido y sólo estás cómodo con seres que conoces. Me conoces a mí, me conoces mejor que nadie. Así que si estoy contigo, si no quieres, no es necesario que te relaciones con otros. Sólo tú y yo nos divertiremos en esa fiesta.

—Pero...tus amigos... también querrás pasar tiempo con ellos— me miró con desconfianza.

— Es cierto, ellos estarán allá, pero si quieren estar conmigo también tendrán que estar contigo. No me voy a alejar de ti, te lo prometo. Además ya los conoces, sabes que no les importa que no expreses ninguna expresión en tu rostro. Se han portado bien contigo ¿no?

Asintió, de acuerdo con todo lo que había dicho.

—Entonces, no te preocupes. Igual si pasa una hora y sigues sin estar cómodo en la fiesta, nos vamos ¿te parece? Regresaremos a mi casa y leeremos algunos comics nuevos que conseguí en Clovek.

Lo pensó por un momento para después responderme: — está bien. Vamos a esa fiesta. — Aun si su rostro estaba serio, había entusiasmo en su voz. Por lo que grité un "¡yeiiii!" y lo abracé con fuerza.

Una vez que lo convencí, fue más fácil convencer a sus padres de que fuera a esa fiesta, dejando también que se quedara a "dormir en mi casa"— aunque sólo iba a estar acostado mientras yo dormía — una vez que saliéramos de la casa de Liam.

***

La fiesta empezó a las 7:00 pm y como prometí, todo el tiempo estuve con él. Si bien es cierto que al principio se veía incómodo entre tantos chicos y chicas de nuestra edad, al invitarlo a bailar e intentar juntos hacer pasos graciosos, poco a poco se empezó a relajar hasta que de verdad se estaba divirtiendo y cantando una que otra canción que un grupo de brujos estaba tocando en el patio de la casa de William.

Después del Ocaso (Gay)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora