49. Adiós

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Octubre

Lukas

Al aceptar que lo que se consideraba "Apocalipsis" en Clovek iba a empezar pronto,— algo que posiblemente era cuestión de pocos meses—; no quedaba más que disfrutar "el ahora".

Por lo que empecé a hacer más actividades con mis padres, como cocinar juntos, ir a ver obras de teatro, leer comics, jugar juegos de mesa y ver películas de humanos. Así como hablar de cosas triviales y dormir juntos, al menos dormían conmigo por unas horas antes de irse a trabajar.

La mayoría de las veces hacíamos este tipo de actividades los tres juntos, pero de vez en cuando invitábamos a Soleil a unirse. Después de todo, hace mucho que ellos lo consideraban parte de la familia y al saber que él ya sabía todo, papá le pidió que cuidara de mí a lo que él le prometió sin rodeos que lo haría sin importar qué.

Saber lo que se avecinaba, le dio el valor a May de al fin admitir que siempre ha amado con locura a Mason y que aceptara ser su novia cuando él se lo pidió una vez más aún si ya sabía que ella era una Lithdark. Por lo que verlos mostrarse afecto en el Instituto fue una sorpresa para muchos estudiantes, pero una alegría para todos sus amigos, en especial para mí. Puesto que yo más que nadie sabía lo mucho que habían deseado estar juntos hace mucho y que ambos realmente merecían ser felices.

El tiempo pasó y octubre llegó.

Y los días de otoño pasaron con normalidad hasta el 27 llegó. Un día importante porque es el cumpleaños de May y June. De modo que organizamos una fiesta entre todos los amigos para ellas y la pasamos tan genial, que nadie imaginó lo que pasaría después...

— ¡Lukas! — Soleil gimió mi nombre con las mejillas sonrojadas en el momento que logré que se viniera con sólo masajear sus senos y chupar sus lindos pezones por media hora. Estaba en su forma femenina debajo de mí. Sólo tenía puesta su falda negra ya que yo me había encargado de quitarle su blusa rosa pastel, su sostén y sus bragas.

Ambos nos encontrábamos en la casa del árbol y apenas iba a ser mediodía.

Su pecho subía y bajaba rápidamente al tratar de recuperar el aliento mientras me veía con lujuria.

— ¿Qué pasa? ¿Todavía no estás satisfecha? —Le pregunté con burla, tratando de soportar un poco más el dolor de mi erección.

Alzó su espalda. — Sabes que no— y se lanzó hacia mí para rodear sus manos en mi cuello y provocar que ahora fuera yo quien estuviera debajo de ella.

Me besó metiendo su lengua en mi boca. Yo moví mis labios con los suyos mientras apretaba ligeramente su cintura. Cerré los ojos, disfrutando la textura de su boca y el olor a sandía de su aliento. Entonces aprovechó para transformarse en un chico.

Por lo que al abrir los ojos y apreciar lo sensual que se veía al tener esa falda con un bulto en ella, provocó que mi erección se hiciera más grande.

Puse mis manos por debajo de su falda y apreté sus nalgas desnudas.

— Estás advertido— le dije acariciando nuestros labios. — Hoy haré que olvides hasta tu nombre.

Con su mano izquierda acarició lentamente todo mi pecho desnudo para después decirme con una sonrisa retadora: — te estás tardando para eso.

— En serio que eres un solecito travieso — le dije con una sonrisa y volvimos a besarnos apasionadamente.

Sin embargo, antes de que siquiera pudiera meter un dedo lleno de mi saliva dentro de él para aflojar su entrada, alguien tocó la puerta desesperadamente.

Después del Ocaso (Gay)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora