43. Eventos extraños, hipnosis y secretos

112 11 18
                                    

Soleil

— Te agradecería mucho si dejaras de darme esa mirada inquisitiva. — Mencionó Canek sin despegar su mirada del libro de texto sobre las especies de animales marinos que había en Demerth. —  Me la has dado desde esta mañana.

Era lunes de nuevo y ambos nos encontrábamos sentados en una de las mesas que estaban bajo la sombra de los árboles, estando a unos 15 metros de la primera cancha del instituto. Teníamos hora libre ya que no habíamos tenido clase debido a que un profesor enfermó. Por ello, decidimos adelantar la tarea que teníamos de la materia "Biología sobre la flora y fauna de Demerth II". Era usual que Butterfly también estuviera con nosotros, pero hoy no estaba ya que tenía que hablar con su compañero sobre el proyecto de "La Protección de Hipnosis". Por ello, solo éramos nosotros dos.

—¿Qué dices? Yo no te estoy viendo de esa forma — fingí inocencia. — Es solo que me extraña que estés usando un suéter con cuello de tortuga cuando no está haciendo frío.

— El clima está fresco. Suficiente para que lo utilice.

—No es tu estilo usar ese tipo de suéteres porque no te gustan, puesto que sientes que te asfixian. — Recordé que me dijo eso una vez cuando éramos novios. — Entonces, volteé a mi lado izquierdo ya que en la cancha se estaba llevando a cabo un partido de Magique Ball entre vílas. Algo divertido e interesante de ver porque era observar un partido en miniatura y en el aire. Sin embargo, no era esta la razón por la cual volteé a verlo, sino que mi vista se enfocó en Blue quien era uno de los jugadores. Y para ser sincero, era muy bueno jugando. — ¿Pero sabes qué es lo más interesante? Que Blue también parece llevar una sudadera que le cubre el cuello a pesar de que parece morirse de calor.

Soltó un suspiro y cerró el libro.

—Bien, Soleil. No evitaré más el tema porque es tan claro que ya lo descubriste. — Se cruzó de brazos, rindiéndose. — Pregúntame lo que quieras. Te diré la verdad.

— Lo siento. No es que quiera ser muy entrometido, pero es algo que enserio quiero confirmar — lo miré un poco avergonzado y después de asegurarme de que no hubiera nadie cerca, le pregunté en voz baja: —  ¿Blue es tu novio?

Me miró fijamente a los ojos y asintió.

— ¡Por el Sol y la Luna! — exclamé entre sorprendido y emocionado. Pero más sorprendido. — ¡Y yo pensando erróneamente que te odiaba!

Puso una mano atrás de su nuca y formó una sonrisa nerviosa de lado. — Sí...

— Ahora entiendo que todas esas miradas asesinadas y los objetos que aventaba cerca de nosotros eran dirigidos a mí. —  Reflexioné sobre ello y sentí miedo. —  Ya sé lo que se siente que alguien te odie...

— Blue no te odia —  se apresuró a decir. — No lo hace, es solo que todavía se siente inseguro de que pueda volver a haber algo entre los dos.

—Está bien, lo entiendo. Ver que tu novio es amigo de su ex puede ser algo inquietante. Aun así, espero que siempre le recuerdes cuánto lo quieres cuando sale a relucir esas inseguridades. — Entrecerré los ojos al decirle eso.

Miró hacia donde se encontraba Blue.

—¿Sabes? Cuando terminamos, estaba destrozado. Pensé que nunca volvería a enamorarme de nuevo y que tampoco te iba a superar —soltó y mi culpa volvió. No sabía qué decirle. — No es que te esté reprochando porque no hiciste nada malo. — Volvió a mirarme. — Simplemente lo nuestro no funcionó — Se encogió aceptando tal hecho dándome una pequeña sonrisa. — Pero en ese tiempo ¿cómo le haría comprender eso a mi corazón? Simplemente estaba deprimido como cualquiera con un corazón roto. Sin embargo, si soy sincero contigo, ahora ya no recuerdo ese sufrimiento.

Después del Ocaso (Gay)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora