33. Pastelito relleno de fresa

169 22 19
                                    

Capítulo inspirado y en honor al Cap. 14 (solo la primera parte de él) de "Mi Novio Es Un Brujo" XD

Soleil

—¿De verdad no te molesta escuchar los murmullos de los demás hablando de ti por lo que pasó con Canek? — Me preguntó mi prima al ver a los estudiantes (especialmente criaturas mágicas) que pasaban cerca de nosotros susurrando cosas como "Pobrecita" "¿No será incómodo para ella estar cerca de su ex-novio y casi prometido en todas las clases?" "Algo me dice que Canek la engañó con alguien más y es esa la razón de que cancelara el compromiso."

Ambos nos encontrábamos en una de las mesas de madera que estaban en el comedor de la escuela. Ella comía un cóctel de frutas mientras yo terminaba el dibujo de la "mirai" — una rana de azul fosforescente cuya habilidad es cantar canciones que en el futuro se crearán en Clovek,— que disequé en el laboratorio, ya que no me había dado tiempo hacerlo en la clase de "Anatomía y fisiología de animales mágicos". Y tenía que terminarlo, ya que después del recreo el representante de mi grupo iba a dejarle los dibujos de todo el grupo a la profesora.

—En realidad no, pueden hablar lo que quieran de mí. No me importa — respondí mientras coloreaba las cuerdas vocales de mi rana. — Porque yo tengo una gran culpa de que esto ocurriera. — Solté un suspiro y la miré. — Lo que me molesta es que hablan de él así. Él no hizo nada malo... pero tampoco es como si pudiera decir la verdad de las cosas...

—Ya deja de sentirte culpable. Canek no te culpa de nada y no parece odiarte.

—No lo hace y eso lo hace un ser más genial que antes.

Suspiré de nuevo y proseguí en seguir coloreando.

—Bien... Dejemos de hablar de eso y mejor dime... — Con el tenedor de madera que tiene en la mano, toma otro trozo de melón azul y se lo lleva a la boca para masticarlo y saborearlo lentamente. —  ¿Cómo vas con superar tu amor por Lukas? — me preguntó con curiosidad ya que ella ni nadie, más que Lukas y yo, sabía que estábamos en una relación desde hace 4 días, siendo este el quinto día que somos novios.

— ¿A qué viene esa pregunta? Sabes que no hay ninguna mejora. Me sigue gustando y mucho...

Soltó un suspiro.

—Yo sé, y sé también te he pedido que le digas tus sentimientos para que sea consciente de ellos y así, sea más cuidadoso con sus acciones; ya que desde que te diste cuenta que te enamoraste de él, no hay día que no sufras por su amor. Porque siempre te lastima cuando habla de alguien que le gusta o cuando lo ves dándole amor a otro ser. Aun si sé que esa no es su intención.

Que me recordara cómo eran las cosas antes, provocó que sintiera una punzada en mi pecho porque siempre creí que aun si él era mi mejor amigo y yo era el ser que más lo conocía; Lukas era definitivamente inalcanzable para mí. Y sabía perfectamente que si él no hubiera tenido el valor de confesarme que le gustaba, hoy en día  seguiría con la errónea idea de que él no sentía nada más por mí que solo amistad.

Sin embargo, lo había hecho y eso me dio la fuerza para confesarme también, causando que ahora él y yo estemos en una relación amorosa y sea inmensamente feliz por ello. Por lo que ya no debería sentirme triste por el pasado ¿verdad? Porque el miedo de que mis profundos sentimientos me separaran de él se había esfumado, y ahora era libre de expresar mi amor todo lo que quisiera y que él me lo correspondiera recíprocamente.

— Yo sé... — Fue lo único que pude decirle.

— Bien, pues espero que ya te animes a decírselo y lo superes, porque sabes que hay muchos chicos y chicas que sienten atracción por él.

Después del Ocaso (Gay)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora