30. Una relación en secreto

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Soleil

—Lukas... — Susurré y él volvió a juntar sus labios con los míos mientras que con sus brazos rodeaba mi cintura con posesión.

Después de hacer el amor por segunda vez, bebí lo que quedaba del té de Valeriana mágica con una pizca de canela y comimos el delicioso desayuno que sus papás nos habían hecho. Luego, con magia Lukas nos teletransportó a su habitación para que pudiera darme una ducha en el baño de su habitación. Una vez que me bañé, volví a ponerme la ropa de gala (ya un poco arrugada) de ayer.

Era momento de regresar a casa y enfrentar a mi familia con el asunto de la cancelación del compromiso.

Algo que para nada le entusiasmaba a Lukas y a mí tampoco.

—Lukas, ya tengo que irme... — Le dije sin estar muy convencido de ello dejando que volviera a besarme. Mi espalda estaba recargada en la puerta cerrada de su habitación.

Sus padres ya se habían ido a dormir. Así que a ninguno le preocupaba que nos pudieran escuchar.

—No te vayas... — Me suplicó y empezó a darme varios besos en la mejilla derecha y luego en mi cuello. —Quédate un poco más...

—No puedo... — Comenté mientras disfrutaba el roce de sus labios en mi piel. —Ya son las 11:30, si no llego antes del mediodía, mis padres se van a preocupar ahora sí en serio.

Alejó sus labios de mi cuello y recargó su frente con la mía.

—Lo entiendo, es sólo que no me quiero separar de ti. —Pronunció con tristeza.

Volví a sentir una presión seguida por una calidez en mi pecho.

—Yo tampoco — Le dije mientras lo veía directamente a los ojos y después le di un pequeño beso en los labios para después abrazarlo. — ¿Puedo pedirte un favor?

Le pregunté temeroso de que se enojara con la petición que quería hacerle.

—¿Qué pasa? — Volvió a verme a los ojos.

¿Podríamos mantener nuestra relación en secreto y fingir que seguimos siendo sólo amigos?

Agrandó sus ojos levemente, pero asintió y me dio un beso en la frente. —Está bien.

— ¿Estás enojado? —cuestioné inquieto.

— No, y entiendo por qué lo quieres en secreto. Literalmente ayer rompiste con tu prometido y hoy ya empezaste una relación amorosa con tu mejor amigo. No todos saben realmente nuestra historia, así que nos juzgarán por ello si se enteran. A mí no me importa lo que digan de mí, pero no quiero que hablen mal de ti, porque no has hecho nada malo.

—No es el qué dirán de mí si se enteran de lo nuestro lo que me preocupa, porque ¿acaso ya lo olvidaste? Soy un hipnosommus, la sociedad ya tiende a creer que soy un criatura lujuriosa que provoca a cualquiera en especial a los brujos— me reí ante el estúpido pensamiento que algunos siguen teniendo; y Lukas frunció el ceño molesto por mis palabras porque sabía que era verdad lo que algunos todavía pensaban. — Esto lo hago por Canek. Quiero respetar sus sentimientos respecto a mí y no lastimarlo más, al menos por un tiempo... No quiero que hablen mal de él por esto y pierda algo de respeto frente a nuestra comunidad, más de lo que ya se está arriesgando al haber cancelado el compromiso.

— ¿Canek? —Me vio confundido. —Hablando de él, no me lo has dicho ¿por qué canceló el compromiso y rompió contigo?

—Porque... Supo que me gustabas... — Hizo una expresión de asombro. — Créeme que yo estaba más sorprendido que tú, pero así fue. Me dijo que se dio cuenta, pero aun así quiso seguir intentándolo conmigo hasta que aceptó que simplemente mi amor no es para él sino para ti. Por lo que decidió ser él quien les dijera a todos que se cancelaba el compromiso y fuera él quien asumiera la responsabilidad de lo que eso significaba. Aunque sinceramente sigo sin estar de acuerdo que él hiciera todo eso solo.

Después del Ocaso (Gay)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora