Después del Ocaso (Gay)

45. Guardar el secreto

Lukas

Una semana pasó desde que descubrí esa gran verdad sobre mi mejor amiga, y para ser sincero, no supe qué hacer en ese momento y ahora tampoco lo sé.

Solo he huido del problema como esa noche y como lo he estado haciendo por una semana completa. Aunque May también ha ayudado que la evite pues hasta hoy decidió aparecer después de "haberse enfermado" según ella.

Esto es serio, realmente lo es. Pues todo este tiempo, he tenido a mi lado a una bruja sumamente peligrosa e inestable. Alguien que es posible que haya estado provocando el caos en el Instituto y que supo escaparse de la prueba tiempo atrás que se hizo en nuestro Instituto para saber si alguien era un Lithdark.

Ahora entendía varias cosas. Comprendía por qué en ese momento estaba tan nerviosa de que se le inyectara la Furitina, por qué parecía estar incómoda cada vez que escuchaba a los demás hablar con desprecio de los Lithdarks y por qué últimamente parecía nerviosa cada vez que se mencionan los incidentes en la escuela.

Pues todo este tiempo, ha sido ella la Lithdark oculta que estudia en el Instituto Sole.

Debía reportar esto a la policía, a mí padre sobre esto. Era lo correcto pues era una ley que el nuevo gobernador había impuesto. Una que si no cumplía, automáticamente me convertiría en un traidor de Demerth. Siendo mi vida la que estaba en juego.

Tenía que reportarla, tuve que haberlo hecho desde hace una semana, desde el momento en que llegué a mi casa. No obstante, era May de quien estábamos hablando.

Mi mejor amiga...

El ser más amable, optimista y alegre que he conocido en la vida, quien siempre me ha apoyado y animado. El segundo ser en quien confío plenamente después de Soleil.

¿Cómo podría ser ese tipo de brujo despreciable que todos temen?

O mejor dicho ¿cómo ella siquiera sería destructiva y un caos total?

No podía serlo, porque si lo era... Ella sería asesinada. Y no quería eso.

Pero entonces ¿qué tenía que hacer? ¿Decirle que lo sé? ¿O solo fingir que no lo sé y tratarla como siempre?

— Creo que me buscaré otro novio— rompí el hilo de mis pensamientos cuando escuché a Soleil decir eso. Ambos estábamos solos sentados uno al lado del otro en el pasto debajo de un árbol en la segunda cancha en la hora del receso.

—¿Qué? — la miré totalmente confundido al decirme eso. — ¡Por qué?

—Porque mi novio actual no me está poniendo atención. — Hizo una mueca y enterró el tenedor de plata en uno de los trozos de melón amarillo que tenía en un recipiente de madera para después comérselo.

—Perdón ¿sí? — Me disculpé poniendo mis brazos alrededor de su cintura. Ella seguía con el ceño fruncido. — No fue mi intención. — Le di un beso en su frente y otro en su mejilla izquierda.

Alzó la vista suavizando su rostro y me dio un pequeño beso en los labios.

—Estabas frunciendo el ceño, ¿qué te preocupa? —Me preguntó intrigada y aunque he querido contarle lo sucedido desde que me enteré, no podía decirle.

No podía porque era peligroso. Pues saber la existencia de un Lithdark significaba tomar un camino: avisarle a los Justizes para que lo mataran (convirtiéndote en un asesino indirectamente) o convertirte en un traidor de Demerth por ocultar la identidad de un Lithdark.

De modo que era mejor no involucrarlo en esto.

—No es nada, solo divagué un poco. — Le sonreí.— Ahora, me estabas diciendo que en dos semanas habrá un show de talentos y que participarás. ¿A qué dices que se...?