—Seok-Min, te hice una pregunta.
Se demoraba mucho en mover la boca, ya que la tenía semiabierta. Así como sus ojos que se veían más pálidos que despiertos.
—¿De qué me estás hablando? —preguntó aturdido.
—Sobre lo que escuché, sobre la guerra mundial.
—Cheol, eso es solo un mito entre voces.
—¡Seok-Min, juro por mis padres que ese sujeto lo dijo muy en serio!
—¿Qué sujeto?
—Fuera de acá, en los callejones…, mientras vigilaba, un soldado lo comentó como si fuera un propósito de ellos. Pero también hay otro detalle que me generó un letargo jamás imaginado, de esos que acaban acalambrando tu cuerpo, pero no te duele.
—Entonces dilo, porque te escuchas muy convincente.
—Vi a Jeon Wonwoo ahí, en uno de los callejones, antes de que ese soldado lo tomase y se lo llevase, y en eso mencionó lo de la guerra mundial.
—¿Jeon Wonwoo? ¿El muchacho alto y que a veces trae lentes? ¿El frío que te mira y parece querer asesinarte? ¿El...?
—Sí, Seok-Min, él —paré con sus preguntas—. Subí a una pequeña muralla por el ruido de alguien ahogándose, y lo vi sentado, transpirado, quieto, como si no tuviera vida, pero la tenía porque respiraba por la boca. Hoy no lo he visto cuando desperté y tengo un mal presentimiento de lo que está ocurriendo.
—¿Por qué te interesa tanto? Al final de cuentas, es un vigilante más y podría ser reemplazado.
—¡Tú no piensas, Seok-Min, no me entiendes! Necesito hallar alguna forma de escapar de aquí y llevarme a mi familia, amigos, incluso a alguien tan esquivo conmigo como Wonwoo. Es cosa de sobrevivir, de salir del radar de estos cretinos antes de que… —frené por una leve consciencia en medio de mis adoloridos impulsos.
—¿Qué más ibas a decir?
—Solo… no te comportes como un patán. Hay cosas que he hecho y que me ponen en peligro. Más te vale no hablar.
—Claro, no lo haré, a cambio de que me saques de aquí también. Te entregaré protección mientras sigues diseñando tu escapada.
Estrechamos las manos y salimos del baño, ya que uno de los soldados empezó una inspección corporal con todos, algo esporádico que se realizaba.
Al día siguiente, entre Junhui y Minghào, nos alejamos significativamente del resto de los grupos, en la hora del almuerzo; nuevamente pudín de verduras con tiras de pescado asado y un vaso con agua. Nos ocultamos en el callejón que Minghào escogió en la noche que me integré a su equipo. Nos sentamos y, mientras Junhui no pausaba su apetito, masticando amenamente, Minghào se aguantaba para platicar sobre cualquier novedad relevante que pudiera ayudar o perjudicar.
—¿Siempre se alejan de los demás cuando es la hora del almuerzo? —pregunté.
—A Junhui no le gusta la gente, a mí más o menos. Alejarlos nos permite reflexionar sobre lo que sucede y a pensar en los futuros planes. Ahora estaba pensando en lo anticuado que han quedado nuestros métodos de tortura y lo novedoso que seria renovarlos.
—¿Métodos de tortura? —pregunté con la cara fría y la voz aguda.
—¿Quieres vivir esa experiencia en exclusiva? Podemos hacerte muchas cosas —susurró con alegría.
—No, gracias —respondí para proseguir a mirar mi almuerzo.
—¡Ay, Seungcheol, eres adorable! —golpeó mi hombro y también comenzó a almorzar—. Si tienes algo de utilidad, habla, o Junhui y yo te lo sacaremos de la boca mediante…
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La Voluntad De ORFEO • JeongCheol
Fanfic[En emisión] Cuando pasan las primaveras entre los lugares más templados, la paz vuelve a la soberanía, como siempre debió ser. Podrán pasar años, pero no será posible olvidar lo que fue a primera vista, la primera primavera. Cada mañana se iba a bu...