Tony siempre había estado atado a las cuerdas de Howard, siendo lo que su padre deseaba.
Así que cuando estaba en el instituto desamarraba sus atadas extremidades, ahí era quien quería, también mandaba en el lugar.
Le hacía la vida imposible a todo el que no le agradaba, se divertía manipulando a otros, este era su campo de juego y le encantaba.
Sin embargo existe un karma y le llegó más rápido de lo que creyó, estaba caminando de vuelta a su casa, Jarvis no había podido ir a buscarlo ya que tenía que llevar a su padre a una reunión con personas importantes del ejército.
Resopló aburrido, mirando el cielo naranja que poco a poco se teñía de azul oscuro, torció los labios estaba anocheciendo muy rápido.
Paso frente a una casa muy bonita, la puerta se abrió, saliendo de su interior un alto hombre de cabello salpimentado, sus facciones delgadas dándole un toque elegante, vestía un traje que resaltaba la fina figura.
El castaño disfrutó la vista, lo menos que podía hacer ya que no podía coquetear con él sujetó. dejando al bonito hombre atrás, sacó su celular intentando llamar a Bruce para no aburrirse en el camino. El sonido de un claxon lo sobresaltó, mirando a un lado un automóvil carísimo siendo manejado por el hombre de antes.
-¿Necesitas un aventón?- el extraño habló con una voz de barítono que hizo temblar ligeramente a Tony.
El adolescente alzó una ceja, sonriendo divertido al mayor
-lo siento, pero mi mamá me dijo que no subiera a Autos de sexys extraños - le lanzó una breve mirada juguetona a su acompañante antes de seguir tratando de contactar con su amigo. Al no escuchar respuesta pensó que el hombre siguió su camino.
-bueno, no es muy recomendable que un chiquillo como tú, ande solo por las calles, no sabes la clase de depravado con el que te puedes topar- el hombre observó a Tony preocupado.
El adolescente detuvo su caminata, no quería admitirlo pero le asustaba encontrase con un ladrón o un posible secuestrador
-okey, usted gana- sin pensarlo más se acercó al coche, abriendo la puerta del copiloto. Por un momento pensó que el viaje sería en un silencio incómodo pero el hombre que se presentó con el nombre de Stephen Strange estableció una charla amena.
Tony en poco tiempo entró en confianza, regodeándose de sus logros y quejándose de su Padre.
-tal vez deberías escaparte Anthony- Stephen observó a su acompañante con un brillo indescifrable en sus ojos. El adolescente no estaba muy seguro pero sentía una insinuación en las palabras del adulto.
-por más que quisiera,no tengo donde ir, a cambio perdería mis comodidades, no sobreviviría por mucho tiempo- Anthony pudo observar a la distancia su mansión, decepcionado de que la conversación con el adulto terminase.- Gracias por traerme y escucharme-.
Strange se estacionó a un lado, se giró posando una de sus manos en el hombro del castaño.
-ey, no fue molestia, puedes pasarte por mi casa en cualquier momento-
Tony se emocionó ante la invitación, se despidió con un abrazo entusiasta, bajando abochornado por su arranque.
Cada que terminaba el instituto corría a casa de strange a pasar algo de tiempo, tenían tanto en común que el castaño no se lo podía creer, tan sumergido en su encantó que no vio las señales de peligro.
Los roces a su cuerpo que poco a poco perdían esa cualidad de inocentes, las miradas depredadoras, las palabras insinuantes.
El día de hoy no fue de los mejores para Tony, uno de sus compañeros trató de enfrentarlo, y su padre se enfadó por no seguir una de sus órdenes a la perfección.
buscando un alivió visitó la casa de Stephen, aceptó sin preocupaciones el café que le brindaron, comenzando a sentirse somnoliento, dejándose arrastrar por la oscuridad.
Se despertó desorientado, parpadeó varias veces apartando los rastros de sueño. Confundido al ver que estaba en un dormitorio, al mover su cuerpo un dolor en sus piernas lo paralizó, asustado se levantó observando que estaba desnudo del torso para abajo. Un vendaje cubría sus tobillos.
Tony intentó ponerse de pie, sin embargo caía de rodillas al suelo, sollozó impotente ¿Qué demonios pasaba?
La puerta de la habitación se abrió revelando a un Strange alegre. camino hasta el adolescente, agachándose para estar frente a frente.
-¿Tu mamá nunca te enseñó a no confiar en Extraños, Tony? - el adulto acunó el rostro del menor, dejando un beso en su frente.
El castaño atrapó las muñecas del contrario, enterrando las uñas en la piel para que se apartará.
-Nunca decepcionas cariño, sería decepcionante que fueras dócil - Stephen estrelló la cabeza del castaño contra uno de los laterales de la cama, aturdiendolo para que lo soltara. se levantó pisando con la suela de su zapato uno de los tobillos del menor. Tony aulló de dolor, rogó porque parará, Stephen se apiadó, lo acomodó de nuevo en la cama, sus ágiles dedos revisaron el área lastimada, subiendo lentamente, dibujando círculos en la piel morena -bienvenido a tu nuevo hogar-.
Howard lo mantuvo amarrado en cuerdas con cierto margen de libertad, sin embargo Strange no era tan benevolente. Lo envolvió en su tela de araña esperando el momento para devorarlo…ahora tenía que ser lo que Stephen quisiera.
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Pienso que talvez debió ser la pareja incestuosa de Howard y Tony o Ironfrost hahahah o con Reed Richard, debemos escribir más ironfantastic
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The State of Dream
FanfictionTú compraste una estrella en el cielo está noche porque tu vida es oscura y necesitas un poco de luz OneShot y drabbles AllxTony, mayormente inclinado al Ironstrange y Ironfrost, prácticamente como una continuación de Let's get it started aunque no...