mafia

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Tony escucho de este nuevo capo que nació de la nada, todos hablaban de lo inteligente y astuto que es, de cómo podría derrocar el imperio Stark

El castaño realmente esperaba que eso pasará, es más agradecería que ese tal Stephen Strange ocupará el puesto de jefe supremo. Ya estaba cansado de que todos pidieran por su consejo  o esperarán alguna de sus órdenes. ¿Acaso no podían pensar por sí mismos? Malditas abejas obreras desesperadas por hacer feliz a su reina.

Arreglándose para la reunión de los domingos con  los otros capos, se vistió con su mejor traje.
Ingreso al casino, saludando a lo lejos algunos de sus compañeros que le agradaban.
Llegó hasta el bar y pidió un whisky sin hielo; hoy se sentía atrevido. Esperando por su bebida apoyo los codos en el bar, cerro los ojos por un momento escuchando las charlas ociosas.
Salió de su contemplación por el agarre en su Cabello, iba a sacar el arma escondida en su traje cuando sintió algo punzando su cadera, bajando la mirada confirmo que era una jeringa llena de algo que no quería saber.

-¿así que este es el gran Anthony Stark?- la voz de barítono poseía cierto trasfondo juguetón. El hombre se cernía sobre Tony, dejándole inclinado sobre la barra de cristal.

Stark se estaba desesperando porque nadie fue tan suicida para querer imponérsele, intento zafarse de nuevo, pero sentir la fina aguja romper su piel lo detuvo.

-¿Quien demonios eres?- gruño entre dientes, ocultando a la perfección que el corazón le iba a míl.  Pudo observar gracias al escaparate de vidrio al hombre detrás. No tuvo que esforzarse mucho para reconocerlo, en los rumores siempre hablaban de sus exóticos ojos - Stephen Strange, no me metí en tu camino para que vengas a amenazarme -

Los bonitos labios de Cupido de Strange se curvaron en una sonrisa puntiaguda, nivelando su rostro con el del castaño, regaló un beso en su mejilla

-Nop y eso fue lo que me molesto, a mi no se me ignora,  es mejor que lo recuerdes- el agarre en el cabello castaño se fortaleció -decidí  que serás mía, lo mejor para los mejores- inyectó el líquido en la jeringa, esperando tranquilo por los resultados. No pasó mucho para sentir el cuerpo de Tony  temblar. -no te molesta que te tome aquí frente a todos, ¿verdad?.-

Tony como un incrédulo pensó que Stephen buscaría poder y mientras no se metieran en su camino, lo dejaría en paz. Lastima que no se percató de que está no era otra abeja sino una avispa.

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No pues, tremendo espectáculo el que le regalaron a los otros jefes.

-tony: te doy el puesto de jefe supremo
-Strange: así de fácil?
-Tony: si
-Strange.... Desnudate
-Tony : QUE?!?
-Strange: no me hagas repetirme, desnúdate. Tendré que recorrer un largo camino si quiero que seas una mascota obediente

 Tendré que recorrer un largo camino si quiero que seas una mascota obediente

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