🎖️Treinta y seis🎖️

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Eris

Ya estoy cambiada, la comida preparada y los detalles terminados.

Nos costó una semana hacer esta sorpresa para mis hombres, si, míos, decidí aceptar ser su novia y esta sorpresa es para que ellos lo sepan.
Me encantan, y creo que estoy perdiendo tiempo al no decirlo, gritarlo a los cuatro vientos.

¡Son míos!

Estoy muy feliz, sonrío sin razón y mi rostro es rosado desde que iniciamos con la construcción de la sopresa. Me ha costado mucho esfuerzo pensar algo diferente para ellos.
Espero y acepten lo que vendrá después, sería muy vergonzoso si no.

- Estás preciosa Eris- mi suegra entra a mi habitación sin tocar, ella tiene privilegios aquí.

- ¿No crees que es demasiado? Me parece que me excedi un poco- el vestido es tan corto que a duras penas tapa mis nalgas, Stefano estará muy celoso si lo ve.

Amo que me castigue.

- Claro que no, te ves muy hermosa. Me alegra que por fin hagas oficial lo de ustedes- es la mejor mujer del mundo, me entiende y apoya.

Es la madre que nunca tuve, la que me ayudó con la elección de piensas para la música, la que durmió conmigo anoche cuando llegué tarde y la que me aleja de Eve y sus actos amorosos con Amal.
Pensando en él, debo ir a su sección y decirle que lo acepto, que se case y en un año estaremos juntos.

Soy contradictoria conmigo misma, dije que no lo buscaría, que me rendiría y dejaría que sea feliz con Eve. No, me niego a perder a Amal, no es capricho o algo así, lo quiero como a los demás.
Por otro lado, Eve no lo hace feliz, lo noto en su rostro angustiado, sus ojeras casi negras y en su triste mirada. Lo ví, ella no le hace feliz, entonces ¿Con qué fin me alejo de él sabiendo eso? No tiene sentido, me quedaré y estaré para él, pero debo marcar los puntos con mi "amiga", que comprenda que Amal Das, es mío.

No voy a competir por él, no existe competencia, es mío desde que ambos nos vimos a los ojos en las duchas hace tres meses.
Eve no tendrá al hombre que me gusta esta vez. Su felicidad siempre fue la mía, pero ahora es mi turno de tocar el cielo con las manos, de sentir mariposas en el estómago y de vivir feliz.

Amal Das será mi novio como los demás, es por eso que le envié una invitación con Xander. Estará junto a sus amigos en el mismo lugar, compartiendo conmigo.
Podrá explicarme qué pasó y que decidió sobre el matrimonio, hasta llegué a una absurda idea con tal de estar juntos: ser yo quien se case con él.

Se lo propondré en la cita, no acepta no hay problema, de igual forma seremos novios aunque él se case con Eve.

- ¿Sigues pensado en Amal? Te estoy hablando y no me escuchas- sonríe juguetona Dona.

- Perdona Dona, estoy algo nerviosa de verlo después de dos semanas sin hablar- me dolió no dirigirle palabra, pero era lo que necesitaba.

Esas semanas me ayudaron a aclarar mis ideas y lo que realmente quiero para mi futuro. De ahí saqué la conclusión de que no estaré completa si Amal no está conmigo.

- Lo entiendo tesoro. Pero sigo pensando en que debiste ser tú quien le entregue la invitación a Amal- sigue con lo mismo.

- No, él no sabe a qué va o quién la envía. Es mejor mantener la sopresa intacta- pinto mis labios de color rojo, resalta más mi piel.

- Eris, Amal no es tonto, hiciste mal en enviar a tu mejor amigo. Es evidente que viene de tu parte- también lo pensé.

- Xander quería ir y no me opuse, aunque sigo sin entender porque- casi rompe la invitación de tanto que discutíamos por ella, el tiraba de un lado y yo de otro.

Proyecto: Reforma  (+18) (Borrador)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora