Eris
Me despido amablemente de las agradables peluqueras, me mimaron mucho en el poco tiempo que estuve aquí y claramente me tendrán como clienta cada mes para cuidar de mi cabello.
Gracias a Dios Freya fue a pasar el día con sus abuelos, mi amada suegra es un pan de Dios al saber lo agotada que estoy por los cuidados de mi hija, si bien cada uno de mis esposos me ayuda en absolutamente cada aspecto, me gusta cuidar un poco de mí y la señora Dona me mandó a callar las veces que traté de objetar.
No me cuido por ellos, lo hago porque me encanta verme arreglada. Agregando a eso que me aman hasta tal punto de que halagan el nido de pájaros en mi cabeza siempre que nos levantamos.
Harán una fiesta cuando vean que el rubio regresó, les gusta el negro, pero estoy segura de que amaban más mi color natural, y yo también y por eso mismo volví al pasado.
Solo eso volverá, el resto ya no.
Tuve que pensar una muy buena excusa para poder darle la sorpresa, Calix preguntó si quería compañía y Faddel si llevaba el móvil conmigo.
Gracias a Dios que los demás no estaban o no podría haberlo hecho.
Estoy feliz del rumbo que mi vida tomó, la tristeza y el odio ya son cosas del pasado, así como las cosas malas a la que me sometió mi madre y posteriormente esa basura cuyo nombre no merece ser recordado.
Mis esposos se ganan cada día más mi corazón, ninguno es mejor que otro y siempre soy lo más equitativa que puedo, Allen se llevó muy bien con todos en menos de un mes, juegan deporte juntos y una vez a la semana es la noche de chicos.
Yo voy con Eve, Dona y Xander a un restaurante para no aburrirme sola en casa.
- ¡Eris! - me detengo en medio de la calle inspeccionando los automóviles ya que el grito provino de alguno - ¡Aquí! - oh no, es Kadri, se suponía que iría de viaje ¿Qué mierda hace aquí?
Haré de cuenta que no lo ví, el bastardo vino en otro automóvil nuevo, por eso no lo reconocí, y para colmo de males me mintió sobre ese viaje de trabajo.
- ¡Eris Winter! - grita más fuerte, el semáforo ya está en verde, los autos detrás de él comienzan a tocar las bocinas mientras le gritan para que avance - ¡Detente ahí! - camino más rápido tratando de perderlo, pero hablamos del más persiste de los siete.
Hago el inútil intento de cubrir mi rostro con la revista que leía dentro del salón y que me olvidé de devolver, mis pies hacen lo posible de ir más rápido con tacones altos y de aguja.
Mala idea lucir preciosa en una persecución para nada planeada.
- ¡Eris! - no puede ser, Kadri viene corriendo detrás de mi, ya era raro tener algo de ventaja para escapar.
Siempre es él quien arruina las sorpresas de todos, no lo hace a propósito, pero la emoción le gana y habla de más.
- Mi amor... - me sostiene del brazo cuando por fin me tiene cerca - Preciosa ¿Por qué escapas? - no me queda de otra más que enfrentarlo, esa tonada cargada de tristeza da indicios de que fui un poco lejos.
- Porque no quería que me vieras - su agarre se tensa pero igual me sigue sosteniendo, no estoy mejorando nada - Era una sorpresa - se tranquiliza más, acaricia suavemente mi cabello y enrienda unas mechas en su dedo.
- Por eso te reconocí, ya me había acostumbrado al negro, pero el rubio definitivamente representa a Eris Winter - odio que sea tan dulce, eso hace que sea un trabajo titánico enojarme con él - Me encanta que haya vuelto.
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Proyecto: Reforma (+18) (Borrador)
RandomAdvertencia 🔞⚠️ Esta novela contiene lenguaje vulgar, escenas de violencia, abuso sexual, y daño psicológico. Leer bajo su propia responsabilidad. -------------------------------- Una academia militar encargada de reprender y reeducar a niñas y ni...