Aria
- Cariño, la bebé tiene hambre ¿Puedes alimentarla ya?- asiento recostando mi antebrazo en la cama para sentarme.- Cielo, no fuerces tanto tu cuerpo, la doctora ordenó reposo absoluto- deja a la bebé en la cuna y me ayuda a estar más cómoda.
- Gracias, cariño- beso sus labios profundamente.
Amo la vida que tengo con él, por suerte lo conocí ese año.
- ¿En qué piensa la madre más hermosa del mundo?- acaricia el rostro de nuestra bebé, aún no tiene nombre, entre tantos dramas decidimos dejarlo para el final.
- En el nombre, un recuerdo confuso y algo extraño me viene a la mente- me mira comprensivo, muerde mi oreja al ver que estoy poniéndome sería.
- No pongas esa cara larga, tenemos a nuestra hija con nosotros después de tanta espera, no quiero que herede tu mal humor- golpeo su pecho con la palma de mi mano, pero por lo duro de sus músculos terminó doliéndome a mi.- Cariño, mis músculos aman sentir tu tacto, pero cuando es gentil-
- Tengo un nombre, y espero no te moleste, pero algo me dice que tengo que elegirlo- adoro esa sonrisa, es tan natural y pura que me parece increíble.
- ¿Es por tu recuerdo? - asiento.- ¿Puedo saber de qué se trata?- suspiro resignada, sabía que su curiosidad saldría a flote.
- E...estoy en la cama con un hombre, ambos desnudos mirando techo. No te pongas en modo celoso, pero era muy atractivo, cabello muy bajo, ojos azules y con una leve tonada rusa en su voz- juega con mis mejillas, quiere que siga y deje de hablar de él. - Bien, ya entendí. No sé cómo se dió la charla de nombres en caso de que quedara embarazada, si fui yo o él quien sugirió Freya en caso de ser niña y Zac si fuese varón-
- Entonces nuestra niña será Freya, hagamos caso a tu recuerdo, puede que ese hombre haya sido importante para tí- mi pecho se contrae de forma extraña al recordar su rostro, lo ví y mi corazón se aceleró.
- Bienvenida al mundo, mi amor, Freya Calvin- beso su cabecita con muy poco cabello. - Allen, no tienes que...-
- Eres mi esposa, y ella es mi hija, no me importa quien sea el padre biológico. Freya y tú son mis chicas, no voy a dejarlas nunca. Te amo, Aria- me conmueve que sea tan directo, que me haya cuidado desde el primer día.
- Te amo y agradezco haberte encontrado esa noche de guardia- es un sentimiento conocido, uno que ya había sentido, pero no con él.
- Los chicos están ansiosos por ver a nuestra estrellita- ¿Estrellita?
No, no ¡Por favor! Mi cabeza, duele otra vez. Me sostengo la cabeza con ambas manos, gritando sin parar y asustando a mi bebé en el proceso.
- ¡Doctor!- no deja de gritar llamando a un doctor mientras sostiene mis manos para evitar que golpe mi cabeza como ya lo hice antes. - Cielo, vas a estar bien, vamos a superar esto como todo lo demás, juntos- besa reiteradamente mis manos tratando de calmarme.
- Te amo estrellita...
- Eres nuestra y nosotros tuyos...
- No nos dejes por favor...
Imágenes mías con un hombre desconocido en la cama, en un bosque, en una cabaña me vuelven loca, viajan sin parar por mi mente, su risa llena cada espacio y sus lágrimas cuando me marcho son desgarradoras.
- ¡No!- más y más no tardan en llegar, cenando, bailando, cantando y hasta duchandose junto a mi, devorando mis labios y... - ¡Basta! ¡No más!- me muevo frenéticamente, intentado soltarme del fuerte agarre en mis manos.
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Proyecto: Reforma (+18) (Borrador)
DiversosAdvertencia 🔞⚠️ Esta novela contiene lenguaje vulgar, escenas de violencia, abuso sexual, y daño psicológico. Leer bajo su propia responsabilidad. -------------------------------- Una academia militar encargada de reprender y reeducar a niñas y ni...