Suegra

590 57 49
                                    

Desde hace un tiempo, Mo Ran podía escuchar a su mamá cocinar y limpiar, incluso le había pedido que ordenara muy bien su habitación y la apoyara en ordenar toda la casa, pero no entendía la razón de que quisiera su hogar más impecable de lo habitual, ni el por qué llevaba tanto tiempo cocinando, aunque intuía que debió invitar a alguien a comer porque solía comportarse así con sus invitados.

Se había duchado y vestido debido a que había quedado con unos amigos para salir, así que cuando terminó de arreglarse, bajó en seguida.

Duan Yihan observó a su guapo hijo sonriéndole con cariño mientras lavaba un par de recipientes.

—Voy a salir, mamá —avisó el joven acercándose a la mayor, dejando un suave beso en su frente.

—¡A-Ran, espera, cariño!, ¿A dónde vas?

—Saldré un rato con mis amigos, volveré temprano —prometió.

—Ni siquiera has comido, amor. Además, invité a una persona muy especial y me gustaría que nos acompañaras —sonrió aparentemente inocente.

Mo Ran jamás desobedecería a su madre, mucho menos se perdería de sus preparaciones, así que asintió en acuerdo sacando su teléfono para avisar que no iría.

—¿A quién invitaste? —pidió saber Mo Ran, imaginándose de algún modo que habría invitado a alguna amiga de hace años.

Duan Yihan por su parte, dejó escapar una risita que puso nervioso a Mo Ran.

—A tu ex novio.

Si en ese momento, Mo Ran hubiese bebido algún líquido, estaba seguro que terminaría escupiendo todo.

—...¿Qué? —tosió violentamente—. ¡Mamá! ¡Ni siquiera te he presentado a alguien formalmente! —murmuró pensando en si su madre habría conocido a algún chico con el que tuvo una relación, incluso si todo había sido fugaz y sin tanta seriedad como para decirle a su madre que estaba enamorado.

Duan Yihan solo rió por la forma de actuar de Mo Ran, mientras se secaba las manos en su mandil.

—¿Puedes poner la mesa mientras me ducho?

—¡Si, pero no me dejes así madre! —pidió el más alto muy avergonzado y hasta ansioso, mientras Duan Yihan le ignoraba por completo, para proseguir a arreglarse antes de la llegada de su invitado especial.

No tuvo otra opción más que poner la mesa y esperar a que su mamá volviera para preguntarle sobre ese supuesto ex que había invitado. Ni siquiera había tenido tantos novios en realidad, sin embargo, con todos los chicos con los que salió, sería casi imposible que conocieran a su madre y más, que esta deseara invitarlo a comer. A menos que uno de sus ex fuese un acosador, dudaba de todos.

Un buen rato después, Duan Yihan regresó con un bonito vestido, un poco de maquillaje puesto y su cabello peinado en un chongo alto, se veía muy bonita incluso si su precioso cabello comenzaba a teñirse de blanco.

—¡Te quedó muy lindo, amor! —murmuró Duan Yihan al observar el comedor.

Mo Ran solo se cruzó de brazos en forma de berrinche mientras miraba a su madre suplicante.

—¿Ya puedo saber a quién invitaste? —pidió el más alto.

—A tu primer amor —canturreó la mujer tomando asiento en el sofá, observando el reloj en la pared—. Oh, no tarda en llegar —sonrió enternecida.

Mo Ran comenzó a pensar en sus ex novios, pero no sabía si podía considerar a su primer novio su primer amor, porque fue una experiencia adolescente, porque aunque le atraía, no se veía toda la vida con esa persona.

Zona SeguraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora