Hermanos

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El aroma de la comida inundaba todo el restaurante, junto con el sonido de las voces de la gente conversando animosa de fondo, y los pasos de los meseros yendo y viniendo, pasando por cada mesa dejando comida o recogiendo utensilios.

Mientras Mo Ran buscaba la manera de molestar a su hermano lanzando pedazos de papel de una servilleta, este lo ignoraba jugando con su teléfono.

—¿Sabes? Hay una vida más allá del teléfono.

He Yu dejó su móvil en la mesa al escuchar eso, solo porque ganó la partida que jugaba, observando con aburrimiento a Mo Ran.

—Tengo las mejores calificaciones de mi grupo, soy un hacker de primer nivel, soy muy bueno haciendo deporte, me consideran un alumno ejemplar y amable en toda la universidad, ¿Cómo puedes hablar de mi vida?

Evidentemente, Mo Ran no tuvo buenas calificaciones cuando estudiaba, mucho menos podía ser considerado ejemplar, pero tampoco envidiaba en absoluto a su hermano, si hubiese querido, podría haber mantener buenas notas, pero no le interesaba sobresalir en ese aspecto.

—Wow, ¡Qué increíble! Déjame dibujar un cartel que lleves a todos lados para que todos sepan lo ejemplar e inteligente que eres —se burló el mayor, a lo que He Yu simplemente rodó los ojos, cruzándose de brazos. Apartó la mirada con molestia sin entender por qué había aceptado venir con su hermano a comer, ni siquiera le gustaba la comida que solía ingerir Mo Ran.

De repente, cuando fijó su mirada a la salida del local, una figura elegante, delgada y alta captó su atención. Tenía el cabello castaño, ojos fénix y una cara que parecía haber sido tallada en jade blanco, demasiado atractiva.

Aunque hasta hace poco, He Yu se consideraba heterosexual y homofóbico, las constantes burlas de Mo Ran por jamás haber tenido siquiera una novia cuando él era explícitamente gay y sí había tenido novias y hasta sexo con féminas, le hizo replantearse su homofobia tan contradictoria.

En ese proceso debía admitir que le agradecía a su hermano. Desde un principio, Mo Ran jamás vio a He Yu como heterosexual, en algún punto de hecho consideró a su hermano menor como asexual porque no parecía tener interés por coger con alguien.

Cuando él tenía catorce ya había perdido su virginidad con un lindo chico de su escuela.

—Dage.

—¿Hm?

He Yu carraspeó antes de hacer la siguiente pregunta. Aunque sabía que Mo Ran era un idiota, también sabía ser un buen hermano.

—¿...Cómo puedo coquetear con alguien que parece mucho mayor que yo?

El hombre que había visto entrar se había situado hasta el fondo del restaurante, como si evitara el contacto humano, y He Yu no lo admitiría, pero amaba las bellezas frías, justo como él.

—¿Ah? —la pregunta desconcertó un poco a Mo Ran, en especial porque He Yu no era tímido, y sabía encantar a la gente con facilidad. Aunque claro, jamás había coqueteado con nadie y su verdadero yo era de un joven promiscuo, así que sintió simpatía por este pobre chico virginal.

—Ese hombre de allí parece interesante—apuntó discretamente al fondo, y Mo Ran se sorprendió por los buenos gustos de su hermano—. Sé cómo comportarme en cualquier situación social, pero no sé cómo comportarme con alguien que me llama la atención —hizo una pausa breve queriendo lanzar el plato frente a él cuando notó la mirada igual de interesada de Mo Ran que él puso en esa belleza fría—. Ya que siempre te jactas de coger a diestra y siniestra, enséñame.

—Te muestro llevándomelo a la cama —murmuró mordiendo su labio con una sonrisa. Solo el ceño fruncido de He Yu le hizo desechar esa idea de inmediato—. Bien, bien, no lo haré —rodó los ojos—. Parece el tipo de persona a la que le gustan los tipos como tú —alzó los hombros, alentando a He Yu.

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