Desde que la pequeña Yi había aprendido a leer y escribir, no paraba de comentar lo que decían todos los carteles que leía cuando camimaba por la calle con sus padres, incluso si ese cartel lo había leído centenar de veces porque era un poco inquieta como su padre más alto.
La pequeña niña de cinco años tenía la misma energía de Husky que Mo Ran, pero era la copia exacta de Chu Wanning, y aunque tenía unos bonitos ojos del mismo color que su padre, en realidad eran juguetones y carismáticos como los de Mo Ran.
En una ocasión, Chu Wanning se quedó en casa debido a que A-Yi se enfermó de gripa, por lo que pidió un par de días en el trabajo para cuidar de su pequeña hija, y debido a que ambos esposos trabajaban en la misma institución dando clases, Mo Ran suplió a Chu Wanning impartiendo sus clases cuando podía, y también se dedicó a revisar todos los pendientes de su hombre por casi tres días enteros, llegando tarde a casa por el doble de trabaho que tenía, pero prefiriéndolo así, conociendo a su Wanning, quien seguramente cuidaría a su hija y se exigiría demasiado con su propio trabajo.
Originalmente pensó en ser él quien cuidara de la niña, pero no quería que Chu Wanning trabajara de más. Sabía que haría lo mismo que él y no le permitiría trabajar, y Mo Ran prefería el trabajo pesado aunque se la pasaba preocupado por la salud de su hija.
El cuarto día Mo Ran se encontraba más tranquilo y contento porque A-Yi ya no tenía temperatura ni moqueaba, pero ambos decidieron no llevarla a la escuela para que regresara completamente renovada, así que fue un buen día de trabajo para el Husky.
Durante la tarde, cuando el sol comenzaba a ocultarse, Mo Ran recibió un mensaje de su esposo.
"Hola papi" decía el mensaje.
Por un momento le pareció muy extraño que Chu Wanning le escribiera eso.
Muchas veces quiso que le llamara gege aún si Wanning era mayor que él, pero su esposo se negó rotundamente, así que ese papi fue una enorme sorpresa para él.
Imaginarse a Chu Wanning llamándolo "papi" lo encendió tanto que tuvo que apretar las piernas cuando su unidad absoluta comenzó a despertar.
Le escribió de vuelta todavía algo desconcertado.
Mo Ran: ¿Cariño?
Mi luz de luna: ¿Cuando vuelves a casa?
Mi luz de luna: Quiero jugar contigo 😏
Que Chu Wanning enviara eso, lo descolocó mucho más, y sin poder evitarlo, agradeciendo que ya había terminado de dar clases, salió disparado a casa.
Mo Ran: Voy a casa ahora mismo.
Mi luz de luna: Bien, apúrate 😏
No podía desaprovechar la iniciativa de su hombre y que este pareciera estar jugando como tanto le había pedido que lo hiciera.
Lo más extraño de esa situación fue que a Chu Wanning no le importara que estuviese la pequeña Yi, porque siempre que hacían el amor, su esposo le regañaba aunque habían desarrollado la habilidad de no hacer ruido.
Cuando entró en casa, Chu Wanning se encontraba en la cocina preparando té en una tacita pequeña con dibujos de princesas, pero a Mo Ran no le importó.
Si Wanning había enviado ese tipo de mensajes, se había hecho a la idea de que su hija se encontraba durmiendo, así que cuando Chu Wanning quiso saludarlo y preguntarle cómo se encontraba en cuanto ingresó a la cocina, no se esperó que el Husky caliente lo besara con intensidad y lo alzara de las nalgas hasta la mesa de la cocina a un lado de la estufa.
—¡Mo, Mo Ran! —le empujó con preocupación el mayor, mirando que A-Yi no entrara por casualidad a la cocina.
—Shh —quiso silenciar al hombre, tocando los labios de este de una manera sensual, incitando a Chu Wanning a que lo besara—. Vuelve a llamarme papi —pidió dando un mordisco a su esposo que le miró entre enfadado y entre extrañado.
De repente de la segunda planta se escucharon unos pasitos bajando por las escaleras, por lo que ambos se alejaron rápidamente mientras Chu Wanning intentaba mostrarse normal y sereno aún si su rostro se encontraba completamente rojo por las tonterías de su esposo.
—¡Papi, sí llegaste pronto! —comentó la tierna e inocente niña que se abrazó de las piernas de su padre, con el teléfono de Chu Wanning en una de sus manitas.
—¿Ah?
En cuanto Chu Wanning se dio cuenta de lo que pasaba, tomó su teléfono de las manos de su pequeña con preocupación para darse cuenta que en las aplicaciones visitadas recientemente además de juegos se encontraba el chat con su esposo, en donde leyó la conversación con un poco más de tranquilidad al percatarse de que por lo menos Mo Ran no fue tan estúpido como para hablar caliente pensando que se trataba de su persona.
—A-Yi, ¿por qué tomaste mi teléfono sin pregungarme antes?
—¿Qué? —rió con evidente decepción el más alto que cargaba a la pequeña niña quien deseaba jugar.
—¡Es que echaba de menos a papá! —dijo abrazando el cuello del mencionado con fuerza.
Chu Wanning suspiró abrazando a la niña y llevándola hasta la mesa en donde la sentó con cuidado.
—No es hora de jugar, apenas te recuperaste, así que te daré de cenar, tomarás el té de limón que me pediste, e irás a dormir.
Mo Ran se encontraba triste y decepcionado, con la mirada baja entendiendo la situación, así que tomó asiento mientras Wanning preparaba algunos panqueques.
Aunque A-Yi había querido jugar en realidad no tardó mucho en dormirse cuando terminó su cena, mientras que por su parte, Chu Wanning y Mo Ran sí jugaban bajo las colchas como una pequeña compensación del mayor a su hombre, tanto por la ilusión rota como su arduo trabajo en la escuela.
Mo Ran movía sus caderas con potencia mientras su esposo rasguñaba la espalda sudada de su hombre con éxtasis.
—Estoy... ah. Mh. Ah... ah Mo Ran, estoy por llegar.
El mencionado comenzó a moverse con más velocidad, brusquedad pero cuidado dentro de Chu Wanning, a la vez que estimulaba el pene de su hombre, apoyando su cabeza en el hombro de su esposo que por un momento podía jurar que veía las estrellas por el placer producido.
—Ah, papi... sí, así.
Chu Wanning supo que fue un error decirle de ese modo a manera de compensación cuando después de uno de los mejores orgamos para ambos llegó, porque esa noche hubo más de un par de repeticiones siendo persuadido por su hombre para que le llamara papi.
Por lo menos la pequeña Yi se encontraba demasiado dormida como para escuchar algún atisbo de gemidos y jadeos en el cuarto continuo al suyo, donde un Husky caliente y un gato blanco se revolcaban y hacían travesuras como locos.
Algo improsivado y rápido xD espero que este os sea de su agrado JAJAJA
Espero que estos días festivos se lo estén pasando de lo mejor 💕💕💕💕
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Zona Segura
FanfictionApartado dedicado a One-shots, drabbles y pequeñas historias RanWan (puede que HeXie y XiMang también) que no llegan a hacer un fic.