Mo Ran está enojado

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Taxian-jun estaba muy disgustado. Tanto como Mo-zhongzhi, y Chu Wanning no sabía cómo lidiar con el enojo de su marido porque quien siempre se molestaba era él, así que lo único que atinó a hacer, fue a esperar que la molestia en Mo Ran apaciguara.

Cuando Mo-zhongzhi tomaba el control, solo le miraba con desaprobación, preparaba algo delicioso para su esposo y después salía a buscar leña y más insumos para su hogar.

Cuando era Taxian-jun quien tomaba el cuerpo de su esposo, actuaba como un perro resentido, volteando el rostro como un niño pequeño molesto.

Al principio, Chu Wanning creyó que con un par de días, la molestia se iría, y sin embargo, se dio cuenta de que no era tan fácil como lo pensó en un momento.

No había hecho algo tan grave... Solo escondió una maldita pequeña herida que le hizo una serpiente que no era venenosa cuando fue a buscar algunas hierbas para preparar té. Sabía cómo era Mo Ran de exagerado con este tipo de cosas, así que no quiso alertarlo, sin embargo no pensó que la pequeña venda en su mano fuese un escándalo para Mo Ran que en seguida gritó preocupado pidiendo explicaciones.

En cuanto Chu Wanning le comentó como si nada su situación, Mo Ran se enojó por haber escondido su herida, y luego... Se molestó mucho más por la actitud de Wanning como si esa herida no fuese la gran cosa.

Terminaron peleando, aunque había sido una discusión muy infantil, y Mo Ran lo único aue optó por hacer fue salir como cuando Wanning se molestaba y no lo dejaba entrar, haciendo una huelga de molestia sentado fuera de su cabaña.

Chu Wanning no creyó que su esposo pudiera durar una semana entera durmiendo afuera...

—Creo que estamos exagerando esto —comentó el octavo día mientras comían, obteniendo como respuesta un bufido de Mo Ran por ese comentario, dejando su cuenco casi lleno sobre la mesa, escapando en seguida para sentarse en su habitual sitio para dormir.

Chu Wanning suspiró. ¿Por qué su esposo actuaba tan infantil de repente? No le quedó otra opción más que comer en silencio. No iba a rogar nada.

Al noveno día decidió ser sensato, y salió de casa cuando el sol comenzaba a despedirse en el cielo dando la bienvenida al hermoso firmamento lleno de estrellas en este.

Se sentó al lado de Mo Ran sin saber qué decir. Cuando discutían algo, normalmente Mo Ran le daba mucha cara, y decidía dejarle ganar la discusión, incluso si el equivocados era él, e independientemente de si se trataba de Mo-zhongzhi o Taxian-jun.

Pero esta actitud lo estaba matando, y aunque era pésimo hablando de sentimientos, no podían seguir así.

Debía admitir que no había podido dormir bien estos últimos días. Le hacía falta sentir los fuertes brazos del más alto aferrándose a su cuerpo, y el cálido aliento chocando contra su cuello. Además, le preocupaba mucho que Mo Ran pudiera pescar un resfriado por su molestia, así que allí estaba, intentando obtener la mirada de su contrario que la había apartado en cuanto se sentó junto a él.

—Mo Ran —llamó, tomando la mano del mencionado, quien aunque se encontraba demasiado enojado, no la apartó—. Vamos a dejar esta pelea por la paz, ¿De acuerdo?

—No quiero —respondió como un niño pequeño, haciendo un adorable puchero en el rostro se un adulto de más de veinticinco años de edad, lo que le causó un poco de gracia al mayor.

—No puedes quedarte toda la vida afuera de nuestro hogar —quiso persuadir, acercándose más a su esposo, utilizando una voz suave y gentil, una voz que difícilmente podría utilizar.

Pero, después de algunos años viviendo con el amor de su vida, era imposible que no aprendiera un poco de la persuasión de Mo Ran, así que la utilizó en su contra.

—Ven, vamos a dormir juntos, ¿Bien? —pidió levantándose y jalando levemente la mano de Mo Ran.

—No quiero —repitió aún más aferrado.

Por un momento, Chu Wanning pensó en sacar a Tianwen, sintiendo un tic en el ojo por la actitud de este adulto.

—¿Entonces qué puedo hacer para que estemos bien? —cuestionó con toda la paciencia que le quedaba, e incluso si quiso arreglar las cosas con ternura, ese comentario sonó más hostil de lo que pensó, e incluso apretó el puente de su nariz sintiendo que en cualquier momento podría molestarse y explotar.

—Quiero que Wanning se ame como este venerable lo ama —pidió entonces, mirando a su esposo muy seriamente.

Claramente, ese comentario lo tomó por sorpresa. ¿Todo este berrinche por algo así?

—¿Que estás diciendo?

—Quiero que te ames, y me cuentes cuando tengas cualquier inconveniente, y quiero que te cuides. Eso.

Mo Ran sabía que no podía seguir molesto con su contrario, pero no podía siquiera pensar en que su precioso tesoro fuese dañado de cualquier manera, así que ese pequeño rasguño para Mo Ran era una enorme herida.

—Te expliqué que me mordió una serpiente que no tiene veneno.

—¿¡Y si lo tuviera, Wanning!? —llamó con desespero, tomando a esta persona de los hombros con un terror inmenso—. ¿¡Y si fuese venenosa!? ¿Qué haría este venerable sin ti? —pidió saber casi al punto de las lágrimas.

No fue hasta ese momento que se dio cuenta del impacto que provocaban este tipo de situaciones en Mo Ran.

Aunque sabía que era su luz de luna, como él le llamaba, y siempre lo hacía sentir amado, en realidad no se había dado cuenta de lo poco que valoraba su propia vida.

Antes había estado bien. Mo Ran sabía que era parte de su esencia, pero ahora que el mundo se encontraba en equilibrio, Chu Wanning no tenía por qué aguantar todo solo, mucho menos tenía que sacrificarse por nadie. Ya había hecho mucho por el mundo entero.

—Mo Ran, yo... Lo siento, no tomaré mi vida a la ligera de nuevo, ¿Bien? —persuadió tomando con cariño el rostro se su esposo.

Taxian-jun le miró con duda, más colocó una de sus manos sobre la diestra de Wanning, cerrando sus ojos ante la agradable sensación.

—Quiero que se lo prometas a este venerable.

—De acuerdo... Te lo prometo.

Como castigo, durante toda la noche, Taxian-jun aprovechó y amasó a su esposo sobre la cama hasta que Mo-zhongzhi tomó el control, e incluso siendo Mo-zhongzhi, este aprovechó la situación y lo hizo un par de veces más con Wanning después de pedirle que también le prometiera a él que cuidaría más de sí mismo.

Durante la mañana siguiente en esa ocasión el molesto fue Chu Wanning por el poco autocontrol de su esposo.

Pero estaba bien. Ambos estaban bien. Ambos se necesitaban, se amaban, se consideraban, y eso era suficiente para seguir viviendo toda su vida con la alegría de saber que estaban con el amor de su vida.

E incluso si Chu Wanning no lo admitía abiertamente, Mo Ran también era un tesoro para él. Su debilidad. Su más grande motivación. Su felicidad.





Me siento muy triste porque estoy releyendo 2ha y necesitaba urgentemente algo de fluff después de leer el cap que acabo de leer :'(

Ni voy a editar este os, solo quería recordarme que mis niños son felices juntos después de que todo termine TwT

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