Zona Segura

Husky

El pequeño gato blanco corría lo más rápido que pudiese mientras era perseguido, escuchando de fondo los ladridos de aquel perro que siempre lo terminaba por babear o apretujar con sus peludas patas grises.

Dio un fuerte salto cuando divisó a su salvador, quien en seguida lo atrapó dándole la espalda al pequeño torbellino, como lo llamaba su esposo, para proteger a su gatito.

—¡Taxian-jun! ¡Abajo! —le regañó el Husky humano acariciando al pobre Yuheng, aunque, como su esposo, Mo Ran estaba seguro que su mascota quería pasar tiempo con el perro de su marido.

Por otra parte, el pobre Taxian-jun gimió de tristeza moviendo sus patas con lástima queriendo jugar con Yuheng.

Mo Ran suspiró porque por primera vez este perro travieso le había hecho caso.

—Es hora de ir a correr, así que deja a Yuheng —prometió Mo Ran dejando a su gato encima del sofá de la sala donde el minino había saltado hacia sus brazos.

Mo Ran tomó la correa del Husky queriendo reír de cómo ese dramático perro seguía actuando como si le hubieren herido el corazón de forma irremediable.

—Deja de pelear con Taxian-jun —regañó su esposo entrando en la sala con un par de audífonos entregándole unos a Mo Ran que hizo un puchero por haber sido regañado injustamente.

—Yo no le hice nada, él siempre me inculpa —casi sollozó, tomando la mano de Wanning como un niño pequeño a punto de hacer berrinche.

En seguida Taxian-jun se levantó empujando con agresividad a Mo Ran por haberse acercado a su dueño, gruñendo como si en cualquier momento fuese a morderlo. Aunque el Husky humano estaba seguro de que no lo haría.

—Taxian-jun —, llamó a modo de advertencia Wanning, a lo que en seguida el perro comenzó a dar vueltas alrededor de su amo como si no hiciese nada malo.

Wanning solo suspiró un poco divertido tomando la correa en las manos de su esposo y ambos salieron a correr junto con Taxian-jun.

Al llegar a casa, Chu Wanning suspiró derrorado admirando su ropa completamente café y negra por todas las caídas que tuvo a causa de Taxian-jun, y Mo Ran no se había salvado porque en muchas ocasiones quiso ayudar a su esposo, pero Taxian-jun aplicaba mucha más fuerza cuando era él quien tomaba el mando de la correa.

—Hora de bañarlo —casi llora Mo Ran, secando el sudor de su frente con su manga sucia, dejando un rastro marrón en esta, lo que le pareció un poco divertido a Chu Wanning.

Entre ambos metieron al perro en la bañera especial que tenían en el patio de la casa, luchando por mantener a Taxian-jun que parecía que estaba siendo tortudaro en ese momento solo por aplicar agua y jabón en su pelaje en ese momento marrón, siendo observado por Yuheng que parecía querer ayudarlo, solo caminando de un extremo a otro arriba de una tabla de madera donde había un par de artículos que no utilizaban o que no tenían sitio para guardar.

—¡No me extrañaría que un día de estos viniera control de animales por este dramático! —se quejó el Husky humano, tapándose el rostro en cuanto Taxian-jun se sacudió por enésima vez.

Pero si eres tan dramático que te pones celoso de un perro, quiso decir Chu Wanning, más conocía lo suficiente a Mo Ran como para saber que si lo decía, tendría que contentarlo porque se sentiría como si le hubiese pedido el divorcio, así que solo dejó escapar una risa parecida a un suspiro mientras seguía mojando el pelaje de su perro.

—¡Listo! —sonrió complacido Mo Ran cuando Taxian-jun ya se encontraba seco, aún si seguía cantando un concierto de ópera disgustado por el baño—. Diablos, ¡Cállate por un segundo! —se quejó Mo Ran queriendo agitar a ese perro llorón para que dejara de aullar por un momento.

—Ahora te toca a ti —murmuró Wanning tomando de los hombros a Mo Ran para guiarlo al baño.

—¿Ah? Pero me bañé en la mañana... Wanning... —lloriqueó, aún si sabía que no podía meterse así de sucio a la cama a dormir, pero solo con un cambio de ropa y lavando su rostro dormiría bien.

Para su esposo fue difícil llevarlo hasta el baño en donde incluso acomodó el agua a la temperatura a la que su esposo le gustaba la ducha, y hasta decidió bañarse con él, así que Husky y gato blanco humanos se metieron en la cama después de colocarse su ropa para dormir, mientras el Husky humano sonreía abrazando como koala a su esposo, restregando su rostro con el de Chu Wanning.

—Te amo mucho, Wanning. ¡Te amo mucho, mucho! Mucho. ¡Te amo!

Chu Wanning suspiró esperando que su esposo no se diera cuenta de que en realidad estaba sonriendo, escondido en las sábanas por el escándalo que Mo Ran hacía siempre que le decía que lo amaba.

—¡Wanning! ¡Wanning¡ ¡Dime que me amas, te amo, dime que me amas! —siguió aullando, así que al mencionado no le quedó otra opción más que callarlo con un beso.

—Te amo. ¿Contento?

Muchas veces Chu Wanning pensaba que Mo Ran y Taxian-jun decían las mismas cosas, solo que uno en idioma perro, y otro en idioma humano.

Era muy gracioso para él ver que ambos perros se peleaban por su atención y se quejaban del otro cuando hacían exactamente las mismas cosas.

Ambos eran unos dramáticos, unos llorones escandalosos, hiperactivos, traviesos, celosos, posesivos, sobreprotectores.

Pero así los amaba.

A sus dos Huskys enérgicos y amorosos.

Por lo menos había un peludo gato blanco introvertido en el patio donde se encontraba su Taxian-jun que le hacía compañía y lo comprendía porque aunque Taxian-jun lo amaba como su amo, también jugueteaba, lamía y abrazaba a Yuheng como su esposo a él.

—Es hora de dormir, así que deja de hablar en voz alta.

—Pero Wanning —lloriqueó apretando más al mencionado.

Chu Wanning volvió a suspirar y prosiguió a acariciar con suavidad el cabello de Mo Ran hasta que este se quedó dormido.

Sonrió al darse cuenta de esto y se acurrucó en el pecho del más alto como un minino, casi podía jurar que podría ronronear, pero no le importaba. Allí en el pecho de su escandaloso esposo era su lugar seguro, se sentía cálido y en paz Incluso siendo un gato introvertido.

Ayuda no me dejan de salir tiktoks de huskys y tenía que escribir algo relacionado JAJAJAJA

En fin, espero que este cosito rápido les haya gustado y disculpen mi ausencia unu