Amor verdadero

303 26 24
                                    

El corazón de Chu Wanning dio un vuelco en cuanto su contrario le pidió que fuese su novio.

Le parecía sorprendente que Mo Ran le pidiera aquello, porque si bien, solía coquetear con él y muchas veces lo besó, e incluso le invitaba a citas, no estaba seguro de si su contrario solo deseaba tener sexo o comportarse como si fuesen novios sin realmente ser nada.

Mo Ran por otra parte, observaba un poco decepcionado a su contrario porque parecía que en cualquier momento lo iba a rechazar.

Cuando vio que Chu Wanning negó con la cabeza casi como si quisiera llorar, al Husky mismo le invadieron un par de lágrimas en las esquinas de sus ojos.

Le gustaba mucho Chu Wanning, incluso creyó que era correspondido porque su contrario era muy lindo, pero parecía que había entendido mal todo lo que pensó que tenían.

—¿Wanning? —murmuró bajito, con miedo.

—Es... Yo, es solo que, ¿no te arrepentirás? —pidió saber con la voz entrecortada, casi al punto de un ataque de ansiedad.

Mo Ran en seguida tomó sus manos negando con la cabeza con una sonrisa que esperaba que reconfortara a su contrario, tras haber notado que parecía un poco asustado.

—Jamás me arrepentiría. Eres mi tipo ideal, ¿Sabes? Además, si no me gustaras como lo haces, ni siquiera me acercaría a ti con cariño genuino. Sería muy evidente que no busco nada serio contigo —explicó besando los nudillos de su contrario con gentileza en cuanto llevó sus manos hacia arriba.

Por su parte, el adorable gatito blanco cerró los ojos, para luego acercarse a su contrario en un intento por esconder su cabeza en el pecho de Mo Ran.

—De acuerdo, entonces acepto —susurró sin estar muy convencido del todo, pero Mo Ran le gustaba mucho y estaba dispuesto a tener algo con esta persona.

~

Tras tirar el último huevo quemado que había preparado, Chu Wanning se quiso dar de golpes contra la pared por su incompetencia.

Mo Ran tenía una caja entera de huevos y terminó por desperdiciar todos y cada uno de ellos en un intento por hacerle el desayuno a su novio.

Apenas habían cumplido un día de noviazgo y ya había empezado a hacer las cosas mal.

Mo Ran de pronto salió de su habitación bostezando, observando cómo de repente su novio actuaba nervioso, colocándose de espaldas a la estufa en un vano intento por esconder la caja de huevo vacía.

—¿Te desperté por el ruido? —cuestionó Chu Wanning queriendo dirigir la mirada de su novio a cualquier cosa menos la cocina.

Mo Ran no respondió. En su lugar se acercó hasta Chu Wanning dejando un beso suave y tierno en su frente.

—Recuerdo que cuando nos comenzamos a conocer dijiste que eras malo cocinando. Me parece un detalle adorable que hayas querido cocinar algo para mí —aceptó Mo Ran para luego abrazar a su novio—. Pero, te quedaste a dormir anoche aquí conmigo, así que permíteme ser el anfitrión. Yo cocinaré hoy, ¿de acuerdo?

Chu Wanning se alejó del moreno con una carita de consternación, mezclada con ternura porque en antaño, en su primera y única relación, cuando quería hacer algo bonito por su ex, este siempre le reclamaba en lugar de agredecerle, y en ese momento aún cuando arruinó el intento de regalo para Mo Ran, este le había agradecido.

No estaba acostumbrado en absoluto.

—De todos modos lamento haber echado a perder tu comida, pagaré los huevos que tiré.

Zona SeguraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora