Destino

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El horario de inicio de clases estaba a punto de pasarse para Mo Ran, que incluso si asistía a la universidad durante la tarde, parecía quedarse dormido aún si se acostara temprano en la noche.

Parecía que le agradaba sentir la adrenalina de tener que echarse una carrera para alcanzar a llegar. Afortunadamente para él, ese día tenía clases con la profesora Wang, que siempre era permisiva y amable con todos sus alumnos.

Mientras iba corriendo a toda prisa, un hombre de cabellos canosos y largos con una prominente barba, vistiendo harapos rotos y arrugados en colores marrones lo tomó del brazo con sus arrugadas manos blancas.

—Mi buen amigo, ¿Por qué tanta prisa? Antes de que te vayas, déjame adivinar tu suerte.

Aunque fuese un hombre curioso, no quería llegar tarde, además no creía mucho en ese tipo de cosas espirituales, así que retiró su mano rápidamente y salió corriendo después de disculparse y admitir que tenía prisa.

Casi a punto de llegar a la universidad, el mismo hombre pareció tomarlo del brazo, incluso dijo la misma frase que antes, como si ni siquiera recordara que eso mismo había comentado antes.

—Mi buen amigo, ¿Por qué tanta prisa? Antes de que te vayas, déjame adivinar tu suerte.

De no ser porque sintió bastante inquietud al encontrarse al mismo hombre unas cuadras adelante de él, Mo Ran no se abría quedad por el corto tiempo que tenía para llegar.

—¿...Quién es usted?

—Mi identidad no es importante en este momento. Lo realmente relevante, es tu futuro. Ven, ven, préstame tu mano, no tomará mucho tiempo.

Mo Ran se sintió bastante nervioso cuando el hombre tocó su mano comenzando a recorrer cada línea en la palma de esta.

Tenía la respiración agitada por su carrera, y aún más por la sorpresa de encontrarse dos veces a esa misma persona, incluso llegó a pensar que quizá era un enviado para decirle algo importante sobre su vida.

—Encontrarás a tu alma gemela en poco tiempo, esa persona llegará como un choque en tu vida e incluso sentirás como si ya la conocieras.

Ante ese comentario, Mo Ran inmediatamente pensó que todo eso eran puras tonterías. Él ya conocía a su alma gemela, y lo adoraba con todo su ser, más no dijo nada porque todavía le parecía extraño haberse encontrado a la misma persona.

—Tus guardianes espirituales me piden que te comunique que prestes atención a las personas a tu alrededor, de lo contrario, tendrás muy mala suerte en el amor.

Desde que era joven, siempre tuvo muy buena suerte. Tanto chicos como chicas solían interesarse en su persona, así que mientras esa persona más hablaba, menos creía en todo eso.

—Lo lamento, pero el destino me lo creo yo mismo y ya conocí a mi alma gemela —expresó Mo Ran alejando su mano del viejo de ojos azules y cabellos claros—. Si me permite, tengo que llegar pronto a clases, así que le aconsejo que deje de estafar a la gente.

El viejo sonrió con suficiencia, como si ya hubiese visto a través de él, escrutándolo con esos ojos de profundo mar, diciendo mucho sin decir nada.

Un escalofrío sacudió la espina dorsal de Mo Ran, que dio varios pasos hacia atrás y echó a correr sin mirar atrás. Total, en cualquier momento olvidaría lo sucedido. Además, si en verdad existía eso de almas gemelas o no, de todos modos dudaba dejar de amar a Shi Mei.

~

Aunque nunca tuvo algún tipo de experiencia extraordinaria o paranormal, Chu Wanning no dejaba de observar su mano con asombro, quizá porque le encantaría sentir el tipo de amor que aquella tarde mientras caminaba hacia el supermercado, un viejo de ojos azules andrajoso le dijo que tendría.

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