24 ♪

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Jardín sombrío.

Aquella habitación olía a Muerte, cada uno de sus rincones estaba impregnada de ese dulce pero también melancólico olor que representaba la pérdida y la lejanía, lo que un día se posee a plenitud y al otro se diluye en el viento como hojas secas en un cálido atardecer de otoño. Y el reloj avanzaba fugaz, sin detenerse por error o piedad, simplemente profesando con sublimidad que lo que antes poco importaba cuando se desvanece poco a poco; gran valor adquirirá.

Quizás aquello también era lo que simbolizaba aquél montón de cuadros de la que alguna vez fué Lilian Drake y luego Mistress Brown, un ave encarcelado que se cansó del poco alpiste recibido y voló a otra jaula justo cuando su carcelero comprendió cuanto la amaba. Talvez nunca la había amado o la amó en tan enfermizo silencio que olvidó demostrárselo. Ya era muy tarde para aclararlo, él ni siquiera tenía cabeza para pensar en ella en aquél instante.

Owen y Oswaldo Brown, dos hombres complemente distintos, acorralados en una habitación fúnebre y fría, atados por el dolor y la lejanía que ni un gen de ADN pudo resumir ¿a dónde fué el amor que alguna vez sintieron uno por el otro? ¿Dónde quedó ese cariño con el cuál miraba a su hijo aquel frívolo ser? ¿Quedaba algo de admiración en el jóven por su padre? ¿Todo seguiría destruido o algo podría salvarlos? Había tantas preguntas en tan sumiso silencio, tanto dolor en el palpitar de un pequeño que fué dejado atrás y tanta incertidumbre en lo que pasaría luego.

No había tiempo para pensar en lo venidero, no habían lágrimas para rellenar el vacío ni pego para unir las piezas de un corazón destruido. Sólo estaban ellos dos entre las penumbras de la gran habitación, enfrentados después de tanto tiempo, cayendo en cuenta que la Muerte se encontraba cerca.

El joven previno de inmediato que Ghejebré había tendido razón, aquél hombre apenas respiraba.

—No sé porque pediste que viniera, sólo ten presente que aquí estaré para lo que necesites —habló el muchacho, sin disimular su quebradiza voz ni deteniendo las insolentes lágrimas que bajaban por sus mejillas como serpientes del más fino cristal—. Hay cosas que no podemos simplemente obviar, tú eres mi padre y yo soy tu hijo, esa es la realidad, y eso no significa que estoy obligado a estar aquí o a quererle. No, hoy yo estoy aquí porque yo lo decidí, porque deseo sanar y porque sé que tú también lo deseas, porque si hay tiempo para remediarlo todo entonces yo tengo las ganas de comenzar de nuevo. Oswaldo Brown, tengo las ganas de sentir que tengo un padre que me quiso y yo le quise ¡Tengo derecho a que así sea!

Rompió en llanto, sintiendo que ya no había camino por el cual transitar ni dirección que seguir, miedos que ocultar o debilidad que redimir. Sin máscaras ni corazas, era sólo el chico que ansiaba ser felíz.

Y tenía tanta rabia, tanto dolor, tantos males que debía dejar ir.

—¿Puedo darle un abrazo, padre? —cuestionó, atravesando la habitación con lentitud, acercándose al hombre que le miraba atento desde su aposento, llorando en silencio por no poder siquiera responderle.

No esperó respuesta alguna, y sin importarle el orgullo se dejo caer sobre sus rodillas al margen de la cama y abrazó el huesudo dorso del mayor con fuerza. Y ambos lloraron, después de tanto, entre lágrimas pudieron sentirse cercanos. Oswaldo no se movió, aún así Owen supo que el hombre había correspondido a su abrazo, lo supo cuando le escuchó sollozando con pesar, realmente arrepentido por todo lo que había hecho en el pasado.

—No sé que pasó entre nosotros, no sé que hice para merecer tu indiferencia... pero hoy te pido perdón, quiero que me disculpes por no ser el hijo que deseabas, por no ser suficiente para tí —sollozó Owen, aún sobre el general—. Quizás no lo sabes, pero me esforcé mucho en la escuela militar, traté de mil maneras de sobresalir entre el montón, por tí, para que te sintieras orgulloso, para que al menos algún día me miraras o me hablaras señalando que lo estaba haciendo bien.

Noches de Penumbra y Melodía [BL]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora