Mi vida estaba siendo increíble por fin era feliz, tenía a una persona a mi lado que me amaba con toda su alma, que me entendía, que me apoyaba en mis logros, que me cuidaba era todo lo que buscaba y la vida me lo puso en mi camino cuando justamente lo necesitaba.
Me alegraba mis días, llenaba mi vida de color era mi pilar como yo era el suyo, no necesitaba más en mi vida de eso estaba segura.
Solo llevábamos cinco meses de casados cuando decidimos construir nuestra propia casa mucho más grande en la que estaba.
Teníamos muchos sueños, muchos sitios a los que querer viajar cogidos de la mano antes de ser papas.
Si, en un futuro no muy lejano seremos papas, pero primero tenía que hacer unas cosas, estaba segura como no lo había estado en toda mi vida de dar ese gran paso, cosa que nunca pude hacer con mi ex marido Justin ya que me sentía siempre insegura y no era para menos, menos mal que de ese matrimonio destinado al fracaso no había nacido ningún angelito.
¿Qué sabia sobre Justin?
Bueno... se casó mucho más antes que Tayler y yo, pero la diferencia que nuestro matrimonio era sano y sobre todo nos amábamos cosa que no podía decir lo mismo sobre el matrimonio de Justin y su tan querida secretaria, si para mí siempre será su secretaria porque así es como la conocí.
Al poco tiempo de estar ambos casados con los meses salieron unas noticias en la revista más famosa del país en la que salía su secretaria morreándose con otro hombre a escondidas que obvio no era su marido Justin.
No me sorprendía ya que esa mujer era toda una espía y si se metió en mi matrimonio cuando yo estaba casada con Justin estaba más que claro que se metería en otras relaciones o también otros matrimonios.
Aparte de las discusiones subidas de todo con Justin no tenía bastante que le ponía los cuernos.
Parecía que la vida le estaba devolviendo a Justin todo lo malo que había hecho en su pasado, no me daba pena ni si quiera eso.
Como dicen a cada uno le llega su momento y a Justin le había llegado, no volvió a ponerse en contacto conmigo desde la última vez que se presentó en mi otra casa para hablar según él, cosa que agradecía porque no quería verle ni en pintura.
Los padres de Tayler estaban encantados conmigo, viaje con él a Italia para poder verlos de nuevo y contarlos que su hijo me había pedido matrimonio.
Al principio fue una noticia un poco chocante, los entendía porque había estado casada con su otro hijo, pero al final se pusieron en la piel de Tayler y de mi entendiéndonos perfectamente, además de que se alegraban de la gran felicidad de su hijo que era lo más importante.
El padre de Tayler desde la otra vez que fui había decaído un poco por el tema de su salud, pero seguía siendo fuerte tirando para adelante, aunque no estuviera trabajando en las empresas familiares estaba al tanto de la situación y su matrimonio seguía siendo perfecto y eran felices.
Rosalía la que considero como mi madre estaba en su mejor momento.
¿Por qué su mejor momento?
Porque después de que yo triunfara con mi galería y mis cuadros ese mismo día conoció a un buen hombre.
Empezó a salir más seguido quedando con él a comer otras veces a cenar otras a pasear o de compras conociéndose durante estos meses hasta que empezaron a tener una preciosa relación.
Nunca era tarde para encontrar un amor, para encontrar a la persona indicada y poder compartir tus mejores momentos de tu vida.
Si ella estaba feliz yo lo estaría muchísimo más, se merecía eso y mucho más después de haber estado toda su vida trabajando criando a una niña que no era su hija, pero, aunque no lo fuera la veía como una hija.
Junto a Tayler superé muchos miedos que tenía además de que empecé a visitar más veces la tumba de mis padres tras descubrir la verdad sobre ellos.
No me quede con lo malo si no de las cosas buenas que me contaron las personas que los conocieron, cerré esas páginas de mi libro para poder seguir mi vida.
Habían pasado tantas cosas en estos últimos meses, tantos momentos que nunca se me olvidarían.
Donde nos estábamos quedando Tayler y yo hasta que nuestra casa estuviera era bonita, tenía su piscina en el jardín y también teníamos nuestra ducha, bañera y jacuzzi relajante.
Tayler me trataba como una reina al igual que yo le trataba como un rey, nuestra habitación estaba llena de fotos nuestras en diferentes sitios que habíamos viajado.
Se nos veía la felicidad que sentíamos en cada momento y el amor que sentíamos.
Además de tener mi propia galería en la que seguía exponiendo más cuadros nuevos echo por mí también me había metido en el mundo del emprendimiento ayudando a Tayler.
Aparte de ser su mujer también me había convertido en su mano derecha en el trabajo, compartiendo conmigo sus gustos y también sus grandes habilidades porque era un hombro muy inteligente.
Antes no sabía cómo iba el mundo empresarial ya que Justin nunca me contaba sobre sus negocios manteniéndome alejada de todo lo que tuviera con eso, pero ahora todo era muy diferente.
Las cosas habían mejorado a mejor...
Solo esperaba que todo siguiera así o incluso a mejor porque todos nos merecíamos ser felices.
Parecía que la vida me estaba dando una oportunidad para ser feliz por lo que me quedaba de vida tras haber pasado muchos momentos malos.
Ahora era una mujer valiente, fuerte, decidida que luchaba por sus sueños que estaba construyendo una familia poco a poco, estaba preparada para todo lo que se viniera y sobre todo para ser una buena madre e intentar ser de las mejores para darles una buena educación y que no les falte nada de amor que supieran cuando crecieran que tuvieron el apoyo de sus padres.
Se que todos los obstáculos que me había puesto la vida fueron por algo y al lado de Tayler aprendí que había que quedarse con lo bueno por más malo que fuera o por más duro que fuera para poder seguir adelante tener una estabilidad y un buen matrimonio.
Por eso no pierdo ningún solo minuto cada vez que me levanto siendo un nuevo día porque había que aprovechar cada momento con las personas que amabas porque nunca se sabe cuándo uno cerrara los ojos para no volver a abrirlos más.
Sin duda me deparaba un futuro brillante cargado de deseos sonrisas y ambos corazones latiendo por un gran amor.
El de Tayler y el mío.
Por un amor eterno...
Gracias por haber leído mi historia hasta el final espero que te haya gustado, te invitó a que leas las demás que encontraras en mi perfil, besos ❤