Capítulo 32

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No sabía exactamente cuánto tiempo tenía hasta que Justin llegara, pero iba a aprovechar este tiempo para hacer mi maleta con la ayuda de Rosalía.

Había encontrado una pequeña casa acogedora por un precio más o menos estable, ya había llegado a un acuerdo con los dueños y estaban encantados.

Por ahora me quedaría en esa casa nunca se sabe dónde puedo acabar, pero esto lo estaba haciendo para estar todo lo posible lejos de Justin.

No pensaba compartir más cama con Justin, no pensaba desayunar, comer ni cenar más con Justin lo nuestro había acabado para siempre y no pensaba echarme para atrás por nada del mundo.

Termino de sacar lo último que me quedaba en el armario, pensé que Justin llegaría como muy tardad mañana pero no hoy, pero doy las gracias a que tengo la ayuda de Rosalía.

Me ayuda a cerrar las maletas, por mis cuadros no tenía tanta preocupación porque podría mandar a alguien que fuera a por ellos, Rosalía fue la primera que sin decirla nada me dijo que a ella no la importaría llevármelos a la que sería mi nueva casa por no sé cuánto tiempo.

Mi pulso se detiene cuando el timbre de la casa suena, Rosalía y yo nos miramos a la vez cuando lo escuchamos.

-Justin... - consigo decirla tragando fuerte saliva.

-Tranquila ya bajo yo a abrir la puerta - me da un rápido beso en mi frente para salir casi corriendo del cuarto.

Corro rápido con las maletas dejándolas dentro del armarito pequeño que había fuera del cuarto, hay las voy a guardar hasta que tenga que salir de aquí.

Sabía perfectamente que no tardarían mucho tiempo hay guardadas porque en cuanto Justin se ponga rabioso yo me voy sin mirar atrás.

Vuelvo a correr al cuarto hasta llegar al escritorio donde tenía los papeles del divorcio donde solo quedaba la firma de Justin, obviamente fui lista y me encargue de hacer otras copias más por si acaso, sinceramente no me fiaba de Justin y me puedo imaginar que en un arrebato de ira pueda coger los papeles rompiéndolo creyéndose que con eso las cosas seguirán igual, cuando no es así.

Escucho la voz de Rosalía y comienzo a sentir de nuevo ese gran nudo en mi garganta.

Salgo del cuarto con los papeles en mano, no pensaba dejar que pasara un minuto más, estaba bastante agobiada y mal con esta situación y quería que terminase de una vez por todas.

Comienzo a bajar las escaleras viendo de que se trataba de Justin, el momento había llegado y tenía que enfrentarle.

Nuestras miradas rápido se conectaron, él desde la puerta dejo su maleta a un lado para caminar hasta las escaleras donde me había quedado yo a mitad de bajarlas.

-Alana... - me dice con su voz entrecortada como si de un momento a otro fuera a romper a llorar.

Debo admitir que nunca había visto así a Justin, pero ni con esas me voy a echar para atrás.

-Justin... que bueno que volviste a tu país - intento sonreír, pero ni eso me sale, ni si quiera las sonrisas fingidas salen, aunque te esfuerces.

-Os dejo a solas - la voz de Rosalía hace que nos dejemos de mirar por unos segundos.

Rosalía tan rápido como nos dice que se retira desaparece dejándonos a solas.

Justin baja su mirada hasta mi mano donde tengo la carpeta con los papeles del divorcio.

-¿Por qué? - vuelve a levantar su mirada mirándome con sus ojos entristecidos.

Supongo que él ya se imagina de que papeles se tratan los que están dentro de la carpeta.

Enamorada Del MultimillonarioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora