Capítulo 43

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Aprieto mi mandíbula dándome ganas de salir para partirle la cara solo por el simple hecho de insultar de esa manera a Alana, estaba volviéndola a cagar nunca va a cambiar ni por él ni por nadie.

Alana le empuja con fuerza hacía atrás claramente molesta por tal insulto hacía ella, porque ella no era ninguna zorra.

-¡VETE DE MI CASA JUSTIN NO TE LO VUELVO A REPETIR! - le grita Alana para después soltarle una bofetada bien merecida.

Podía ver desde aquí la furia de mi hermano hacía Alana, menos mal que ella había decidido divorciarse de él porque no era nada una relación sana, hasta me atrevo a decir que mi hermano sería capaz de pegarla solo porque la rabia le consumía.

Reacciono rápido saliendo de nuevo a la calle al ver que Justin avanza hacía la puerta a pasos apresurados.

Me escondo detrás de un coche agachándome un poco para que no me viera, le observo viendo como sale de la casa dirigiéndose a su coche que por cierto no le había visto por andar distraído con el móvil antes.

-¡ESTO NO SE VA A QUEDAR ASI ALANA! - grita furioso mi hermano.

-¡NO ME DAS MIEDO! - le grita Alana cerrando la puerta de un portazo.

Vuelvo mi vista a Justin viendo cómo se sube al coche furioso arrancando para salir a gran velocidad de la calle.

Cuando me aseguro que se fue de la calle y estaba bien lejos salgo del escondite caminando a la casa de Alana llamando al timbre.

Ella abre rápido agitada pensándose tal vez de que se trataba de Justin, al verme que era yo se relaja echándose hacía atrás un poco para luego romper a llorar.

Rápido abro mis brazos acercándome a ella abrazándola fuerte sé que no era nada fácil para ella, pero era fuerte y podía con esto y mucho más.

-Tranquila mi amor estoy aquí a tu lado para apoyarte, para protegerte, para amarte como te mereces no voy a permitir nunca que te pase algo malo - ella se aferra más a mi agarrando mi camiseta con su puño apretándola manchándome de sus lágrimas, pero no me importa quería que se desahogara no era bueno que se quedara todo adentro.

-Estoy deseando que llegue el día para perderle de vista para siempre - me dice ella entre sollozos, levanta su cabeza acariciando su pelo soltando un suspiro largo.

Tristemente para Alana era mi hermano y no creo que eso de no verle para siempre se la pueda cumplir porque en algún momento se tendrán que encontrar si a mi hermano le da la gana visitar Italia para ver a mis padres.

-Ya queda menos mi amor solo un día y unas horas estaré presente, aunque no me veas - levanto su barbilla para que me mirase, la dejo un tierno beso en sus labios.

Nos apartamos cuando la puerta se abre apareciendo por ella Rosalía al vernos se queda extrañada y no era para menos ya que se da cuenta de que Alana estaba llorando.

-¿Paso algo? - la pregunta va para los dos.

-Justin estuvo aquí - decido hablar yo porque Alana sigue un poco sofocada por llorar.

-¿Justin? - dice Rosalía confusa sin entender nada. - Pero si él no sabe dónde vivimos - niego con mi cabeza dispuesto a explicarla, pero Alana se me adelanta.

-Descubrió donde vivimos y se presentó supuestamente porque quería hablar conmigo, pero yo le dije que se fuera de la casa si no llamaría a la policía - Rosalía empieza a negar con su cabeza acercándose a Alana acariciando su espalda.

-Justin se puede volver una persona peligrosa tenemos que tener mucho cuidado con él - ella tenía razón mi hermano podría hacer cualquier cosa cuando se ponía de esas maneras.

Enamorada Del MultimillonarioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora