Su mano acaricia mi muslo hasta llegar de nuevo a la tela de mi tanga, suspiro cuando la hace a un lado y siente lo mojada que estoy.
- ¿Viste lo que provocó en ti Alana? Tu cuerpo esta gritando... - sus palabras hacen estragos en mi haciendo que la temperatura suba más.
¿Como puede ser que sus palabras me pongan tan caliente?
Se acerca besándome de nuevo para después adentrar dos dedos dentro de mi.
Comienza con los movimientos, no era el mejor sitio pero solo hacia que esto fuera más caliente, que sintieras la adrenalina del peligro de que te puedan pillar en cualquier momento.
No sabía lo que era la gran adrenalina hasta que volví a Italia y vi a Tayler.
- ¿Alana? - abro los ojos de sobremanera empujando a Tayler cuando escucho la voz de Justin. - ¿Alana estas hay? - la puerta suena cuando intenta desde afuera abrirla.
Miro asustada a Tayler que el mira la puerta para después mirarme a mí.
- Si cariño ya salgo - me bajo del lavamanos.
- Escóndete... - le digo a Tayler volviendo a empujarle metiéndole en uno de los baños.
- Espera... - me pide él, lo miro raro.
Me coge la cara para después besarme profundamente, no me niego le sigo pero me apartó cuando llaman a la puerta.
Antes de acercarme a la puerta me mira al espejo colocándome el vestido y peinándome el pelo.
Me doy cuenta de que tengo un brillo en los ojos después de las sensaciones que había sentido, rápido me dirijo a la puerta quitándola el seguro.
- ¿Qué haces aquí? - le preguntó cuando le veo.
- Vine a ver que te pasaba estabas tardando - entra al baño.
- Solo vine porque me bajo el período Justin - miento.
- Bueno, ¿entonces todo está bien no? - frunzo el ceño.
- Claro vamos volvamos con tus padres - le cojo de su mano tirando de él.
Cuando salimos doy un rápido vistazo en el baño que estaba Tayler escondido.
Suspiro porque nos pudieron pillar si hubiera echado el seguro.
Volvemos a nuestra mesa donde los padres de Justin estaban hablando animadamente.
- Disculpen por tardar - los digo cuando me siento.
- No te preocupes Alana - le quita importancia Bianca.
- ¿Todavía Tayler no volvió? - pregunta Justin cuando comenzamos a comer.
- Tiene que ser una llamada importante - contesta el padre.
- Ah mira aquí viene - habla Bianca saludando a Tayler cuando se acerca a la mesa sentándose en su sitio.
- Perdón era una llamada de un empresario importante de Alemania quiere hacer buenos negocios conmigo, ya saben que el buen trabajo lleva su tiempo - dice Tayler con una gran sonrisa mirándome a mi disimuladamente.
En toda la comida Tayler y yo nos mirábamos además de que por debajo de la mesa teníamos un pequeño juego de darnos con los pies.
Cuando terminamos fui en el coche de vuelta con Justin, teníamos que ir a ducharnos para cambiarnos y prepararnos para el gran evento.
Al llegar a casa subí las escaleras cuando estaba apuntó de llegar al cuarto sentí los brazos de Justin detrás de mi rodearme.
- Estas muy extraño últimamente - le confieso.