Nuestras risas se escuchan por el pasillo mientras caminábamos prácticamente a ciegas porque no nos separamos ni un segundo besándonos.
Suelto un pequeño grito cuando Tayler me coge al aire casi chocando con una mesilla en la que había unas fotos y un jarrón decorativo.
-Al final vamos a tirar la casa entera - suelto una carcajada cuando echo mi brazo hacía atrás tocando un marco de una puerta.
Rompo el beso girándome un poco para ver la puerta viendo que si se trataba de mi cuarto.
-¿Tu cuarto? - me pregunta Tayler con la respiración acelerada.
-Es este... - jadeo cuando siento su miembro palpitar rozando mi zona.
Tayler abre la puerta de malas maneras, pero la consigue abrir, menos mal que Rosalía no estaba presente porque si no, nos hubiera pillado a la primera con todo el ruido que estábamos haciendo.
Vuelvo a reírme cuando Tayler se choca con uno de los muebles donde tenía mis colonias, maquillajes y cosa de aseo que terminan por el suelo.
Me tira a la cama quedando él de pie y yo tumbada en la cama mirandole perversa.
Él me mira con una mirada traviesa quitándose el saco que lo tira encima de la silla que había al lado del escritorio.
Sonrió cuando comienza a quitarse despacio los botones de su camisa, sin duda él era un puto griego.
Muerdo mi labio apreciando su torso cuando se termina de quitar la camisa tirándola también en la silla con su saco.
Despacio se acerca a mí subiéndose a la cama hasta quedar encima de mí nuestras miradas conectan.
-Estás preciosa... - me susurra para despues bajar su mirada y besar mi hombro derecho.
-Y tú cada día estás más bueno - me atrevo a decirle recibiendo su mirada de sorpresa.
Cierro los ojos sintiendo sus labios en mi cuello no solo extrañaba demasiado esto si no todo lo que tiene que ver con él, porque Tayler daba luz a mi vida, me alegraba cada día cuando estaba a mi lado era como la felicidad que yo estaba buscando.
También podría ser mi media naranja como suelen decir, sin duda yo me quedo con Tayler aunque le tuviera que elegir mil veces más.
Nuestros labios se vuelven a unir convirtiéndose en un beso más fogoso demostrándonos sin palabras las ganas que nos teníamos ambos y lo mucho que nos habíamos echado de menos.
Se aparta deslizándose un poco por la cama para quitarme la ropa, le ayudo para terminar lo antes posible.
Me tumbo de nuevo abriendo mis piernas cuando Tayler posa sus manos en mis rodillas indicándome sin palabras que las abriera.
-Estamos jugando de nuevo con fuego Alana - su voz conseguía que me prendiera aún más por él.
-Rosalía ya sabe sobre lo nuestro... - le confieso.
-¿Qué tanto sabe? - me alzo hasta quedar a centímetros de su rostro.
Le acaricio su mejilla sonriéndole.
-Lo suficiente para que ella sepa que me gustas demasiado... - muerdo mi labio mirando sus ojos preciosos.
Él sonríe lanzándose a mí uniendo nuestros labios, una de sus manos va a mi tanga deslizándolo despacio hasta que termina de quitármelo levantando un poco mis piernas.
Aprieto una de sus manos sintiendo sus labios en mi abdomen dejando besos húmedos, entonces pienso en decirle lo que me había estado callando estos días antes de que él viniera.
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Enamorada Del Multimillonario
Roman d'amourUn matrimonio en que nada es lo que parece 🔥