Araño su espalda cuando me vuelve a penetrar fuerte sintiendo como una de sus manos recorren mi espalda despacio mientras me lleva al paraíso...
En esta postura lo sentía todo con más intensidad como entraba y salía de mí, solo unas embestidas más y terminamos llegando los dos a un tremendo orgasmo que estaba más que segura que a ninguno de los dos se nos olvidaría.
Me dejo caer en la cama sintiendo el cuerpo pesado de Tayler detrás de mí, había estado a cuatro patas una postura que nunca llegue a hacer, era nuevo para mí y me encanta que haya sido con él.
Siento su respiración en mi cuello haciéndome cosquillas, por eso comienzo a reírme cuando el siente lo que causa en mí abrazándome fuerte.
-Eres una chica mala... - susurra en mi oído, sonrió levantando un poco mi cabeza para mirarle.
-Contigo siempre... - sale de dentro de mí colocándose a mi lado, me doy la vuelta mirando hacía el techo.
-Me la pasaría todo el tiempo en la cama si con eso puedo estar contigo - me pongo de lado colocando mi mano en su pecho comenzando a hacerle círculos.
-Perdí la cuenta de las veces que lo repetimos... - le miro coqueta sin despegar la sonrisa de mi cara.
Se lo estaba diciendo enserio, había perdido la cuenta porque con él no me daba tiempo a pensar en nada solo disfrutar, después de desnudarnos los dos y comenzar a hacerlo lo hicimos una y otra vez sin importarnos la hora que era.
-¿Qué hora es? - pregunta curioso para después alzarse y mirar el reloj digital que tenía en su mesilla de al lado.
Abrimos los dos la boca igual de sorprendidos al ver que eran casi las cinco de la madrugada.
-Contigo se me pasa el tiempo volando... - me acerco más a él cuando se vuelve a tumbar y apoyo mi cabeza en su pecho.
-Eres una diosa en todos los sentidos de la palabra Alana - sonrió besando su pecho.
Cuando menos me doy cuenta con las acaricias de Tayler en mi espalda me quedo dormida profundamente...
Los rayos del sol son los que hace que abra los ojos estirándome en la cama viniéndome un rico olor que hace que me de la vuelta encontrándome con una bandeja y el desayuno.
Sonrió cuando me levanto un poco apoyando mi espalda en los cojines y me pongo la bandeja en mis muslos, tenía muy buena pinta la verdad, el hambre me había invadido en solo unos segundos y el culpable de todo era Tayler.
Hacía mucho que nadie me hacia un detalle así inesperado, por eso me alegro que sea Tayler pero mí sonría se borra cuando veo en la puerta a Justin mirándome con una sonrisa.
-Veo que ya despertaste con buen apetito - me quedo muda de solo pensar que estoy en la cama de Tayler.
-¿Me trajiste tu el desayuno? - le preguntó queriendo salir de dudas.
-¿Quién si no? Mi hermano me dijo que te quedaste dormida en su cuarto por eso él durmió en el sofá - le miro confundida pero rápido quito esa cara para que no sospeche nada.
-Justin - comienzo a decir dejando el vaso en la bandeja pero él me detiene sentándose en la cama.
-Sobre lo que paso ayer... lo siento de verdad Alana la noticia me sentó muy mal y me deje llevar por los impulsos - le escaneo intentando descubrir lo mínimo, aunque sea una pequeña mentira, pero parece sincero en todo momento.
-Aunque me pidas perdón mi decisión del divorcio no cambia Justin, lo pensé mucho, pero las cosas no son como antes, intenté salvar nuestro matrimonio, pero nunca me lo has puesto fácil - me sincero con él al ver que estaba tranquilo, cosa que me sorprendía un poco.
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Enamorada Del Multimillonario
Storie d'amoreUn matrimonio en que nada es lo que parece 🔥