Le miro a mi hermano viendo que me lo había dicho con sinceridad, pero yo en el fondo pensaba que Alana me escucharía como otras veces y seguiríamos adelanto como lo habíamos hecho todos estos años...
-¿Por qué estas tan seguro de eso? - no iba a mentir, lo que me dijo mi hermano me cabreaba, pero tenía que estar tranquilo él no tenía culpa de lo que me estaba pasando.
-Porque la vi muy dolida Justin ella se impresiono cuando te vio con tu secretaria, desde que estuviste con ella aquí te comportaste como un completo imbécil... - hace una pausa negando con su cabeza. - Ahora dime, ¿estas siendo infiel a Alana con tu secretaria? Porque a mí no me vas a engañar una secretaria no viaja a otro país solo por trabajo cuando sinceramente no la necesitas para nada - mi hermano que estaba metido en los mismos negocios que yo no le podía mentir porque él mismo sabía lo que había. - Dime la verdad... - me apunta con su dedo al ver que no le contesto.
-Si... le estuve siendo infiel a Alana - le suelto, pero no toda la verdad, lo digo en pasado.
-Estuviste no Justin sé que sigues siéndole infiel tu secretaría no se corta ni un pelo ni si quiera delante de tu propia mujer solo con ver cómo te mira... - dice él.
-¿Qué quieres que te diga? ¿Eh? Ya sé que me merezco lo peor porque jure ante la iglesia serla fiel pero las cosas no son tan fáciles en nuestro matrimonio... - le digo levantando un poco mi voz.
-No te pongas excusas Justin porque nada te hará sentir menos culpable, lo llevas escrito en la frente y eso nunca será borrado por más que tú quieras, si es verdad que en los matrimonios se hacen locuras y se comenten errores porque somos humanos, pero Alana no se merece nada de todo lo que le has hecho, ella no te merece a ti, me da igual si te vuelve a cabrear conmigo y me vuelves a pegar, pero alguien te tiene que decir de una vez por todas las verdades a la cara por más que no te gusten, date cuenta de una vez que por más que tu vuelvas a Rusia tu matrimonio seguirá como si nada - me dice cabreado conmigo. - Alana se merece algo mejor en su vida, sentir cosas que la llenen no tenerla encerrada como si de un mueble se tratara, tú mismo fuiste él primero en dar aquel paso para destruir vuestro matrimonio acostándote con otra mujer que no era ella, así que tú tienes la mayor culpa de todo no Alana tú mismo escribiste tu destino con ella - paso mi mano por mi pelo al escucharle, aunque me joda es el único que se atrevió a decirme toda la verdad a la cara.
-¿Qué te crees que no estoy arrepentido de todo lo que hice? - le digo serio.
-De todo no estas arrepentido Justin, porque sigues acostándote con esa que a la primera abre las piernas sin importarla una mierda que estes casado y el daño que va a hacer, abre los ojos maldita sea hasta que no seas sincero contigo mismo no podrás hacer una vida tranquila en la que estes feliz con esa persona - Tayler se detiene cuando mira detrás de mí, me doy media vuelta encontrándome con mi padre mirándonos a los dos.
-Justin... - me llama. - ¿Podemos hablar en mi despacho? - me termino de dar la vuelta para mirarle.
-Si padre - le contesto, él cuando escucha mi respuesta desaparece dejándome a solas de nuevo con mi hermano.
-Papa te reclama seguro que quiere hablar contigo por lo que paso no creo que sea por los negocios - suspiro para salir caminando hasta el despacho de mi padre.
Antes de abrir la puerta llamo escuchando su voz con que pasara, abro la puerta encontrándomelo sentado en su sitio de siempre con una copa de vino en su mano derecha.
Vamos a ver que me quiere decir ahora mi querido padre...
-Siéntate - estira su mano ofreciéndome asiento.
-Ves al grano papa - le dejo en claro ya había tenido bastante con mi hermano por hoy.
-Justin hijo de verdad que desconozco en lo que te convertiste - me dice él serio.
-¿Me desconoces? Soy tu hijo mayor sigo siendo el mismo de siempre - él niega con su cabeza tomando de su copa.
-No, no eres el mismo de siempre, todo empezó primero cuando te distanciaste de tu propia familia que te crio y te cuido desde que llegaste a este mundo - se le notaba en su voz que lo decía dolido. - A penas hemos sabido de ti durante estos años desde que te casaste, con lo que te estoy diciendo no echo la culpa a tu matrimonio con Alana si no a ti que nos ignorabas como si no fuéramos nada tuyo - endurezco mi mandíbula.
-¿Qué os dado a todos hoy? ¿Os habéis puesto de acuerdo para decir todo lo que piensan de mí? - le digo algo molesto, porque parecía que se iba a poner como mi hermano.
-Solo te estoy diciendo la verdad para que abras los ojos antes de que sea demasiado tarde hijo, tu mujer se fue de nuevo para Rusia no dejes que tu vida se desmorone, él trabajo es importante en esta vida es verdad, pero no más que tu propia familia y tus seres queridos - hace una pausa. - Se que Tayler y tu tienen unas grandes responsabilidades con las empresas, pero yo nunca os aconsejé lo malo si no al revés el bien, cuando decidiste irte a Rusia a vivir con tu mujer te dije que nunca olvidaras de donde te criaste - le escuchó atentamente. - ¿Y qué es lo primero que hiciste al cabo del tiempo? - me pregunta él.
-Olvidarme de la familia - le digo tranquilo acomodándome en el asiento.
-Eso es Justin, tu hermano no va a dejar Italia por nadie él ama demasiado a su país y toda su cultura y le aconseje como tu si algún día decide casarse con la mujer de su vida tendrá que tomar una decisión seguir con ella en Italia o irse de donde ella sea pero que no se olvide de nosotros - se levanta caminando hasta donde yo estoy. - Justin cada año que pasa me voy haciendo más viejo llegara el momento en que yo deje este mundo y solo quedareis vosotros, solo quiero que estén unidos que te dejes de peleas y seas más atento con lo que te aman de verdad, él dinero no es todo en esta vida lo más importante y lo que te llevaras a la tumba son los momentos que tú vivas con los que más amas - trago fuerte cogiendo un vaso para servirme yo mismo.
-Padre... - intento decirle, pero las palabras apenas me salen porque sus palabras están llegando a lo más profundo de mí.
-Por no hablar con nosotros no te enteraste que tuve un infarto - rápido me giro mirándole.
¿Cuándo paso eso?
-¿Cómo? - le digo sorprendido.
-Tu hermano y tu madre te quisieron avisar, pero nunca cogiste las llamadas Justin, por eso te digo que en cualquier momento yo me iré y os tendréis que quedar con todo lo que yo tengo, mi salud no es la mejor después de él infarto y no se descarta de que me pueda dar otro en el momento menos indicado - una lagrima se desliza por mi mejilla que rápido la quito.
Me levanto dejando mi vaso en la mesa para abrazar a mi padre, en estos momentos al escucharle que no cogí ninguna llamada me hacía sentir como la mierda.
¿Era un mal hijo? Si, lo era.
¿Era un mal esposo? Si, lo era.
¿Era un mal hermano? Si, lo era.
Me había enfrascado tanto en mi trabajo que no me estaba dando cuenta de lo que estaba pasando a mi alrededor sin yo enterarme de nada.
Si mi padre no hubiera superado tal infarto ahora mismo no me estaría diciendo todo esto, estaría enterrado bajo un montón de tierra sin haberme podido despedirme de él cuando hubiera sido el momento.
-Perdóname padre por haber sido un mal hijo para mama y para ti, sabes lo importante que ha sido siempre para mí él trabajo para que vosotros desde lejos os sintierais orgullosos de mis metas de todo lo que conseguí con él esfuerzo - él coloca su mano en mi hombro apretando.
-Nosotros siempre nos hemos sentido orgullosos de los dos, da igual si uno consigue más que el otro Justin somos tus padres y te vamos a querer siempre, pero déjame decirte que él hijo que he visto estos días no me gusta mucho tu siempre fuiste un hombre respetable no hagas que eso se pierda tu madre no te enseño eso hijo, piensa las cosas ahora estas pasando un mal momento en tu matrimonio tienes que escuchar a Alana lo que ella siente y si ella por alguna razón decidió terminar vuestro matrimonio tienes que respetarla, aunque te duela demasiado, porque así es la vida y no todo dura para siempre....