Capítulo 5

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En la hora de almuerzo Clyre y yo nos encontramos en las gradas de la cancha de fútbol.

—Hola Ari —me sonrió sentándose junto a mi.

—Hey —sonreí — ¿Cómo te fue con los Adams?

—Bien, aunque esos niños me dejaron agotada, no paraban de correr —ríe leve, deja su mochila en una de las gradas y saca si almuerzo — ¿Y a ti con el chico sexi?

—Con Emma querrás decir — la miré.

—Sí ella también — volteó los ojos — Entonces…¿Cómo se llama?

La miré con los ojos entrecerrados al no dejar el tema de lado.

—No lo sé, le dicen Nate — me encojo de hombros y como de mi sándwich.

—Nate…es un lindo diminutivo—asiente Clyre y me sonríe — ¿Estudiará aquí?, Nunca lo he visto.

Me encojo de hombros.

—Si no sale de su habitación lo dudo, tal vez estudie desde casa.

Ella asiente y muerde un pedazo de su pan.

—Por cierto, gracias, por ti reuní todo el dinero que necesitaba, hoy compraré el regalo y el pasaje — sonreí.

—No es nada, lastima que no puedo acompañarte, ¿estás segura que quieres ir sola?

—Claro, debo ir, solo tienes que cubrirme esa noche de mi mamá, es fin de semana así que  regresaré el día siguiente a medio día, ella se habrá ido a trabajar y nada pasó — le expliqué.

—¿Y no te preocupa que Aron lo descubra?—preguntó confundida.

Negué con la cabeza y aparté la mirada.

—A él no le importa lo que haga y a mi tampoco, así que no será problema — sonreí leve.

—De acuerdo al menos te acompañaré a comprar el regalo — sonrió

Asentí.

Después de las clases, fuimos a una librería, mientras Clyre miraba todos los títulos, yo estaba buscando una libreta de notas, todos los diseños eran muy agradables, pero sabía que Chase era serio en estas cosas, así que mejor le compraría uno con colores neutros.

La tomé y compré un nuevo libro para mi pequeño estante, Clyre llevó otros para ella, mientras esperábamos en la fila, comenzamos a hablar.

—¿Por qué una libreta? — me miró Clyre.

—Él quiere ser músico, y escribir sus propias canciones, la que tiene está muy gastada, y sé que le gustará esta — sonreí.

—Qué bien, ¿Te la ha mostrado?

—En realidad siempre la tiene sobre el escritorio cuando llama así que, pude verla…

—Vaya, si que le prestas atención a todo ¿eh?

Asentí.

—Me gusta observar — me encojo de hombros.

Después de pagar, cada una fue a casa.

Sólo un juego#1©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora