Capítulo 38

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Era tiempo de volver a clases.

Estábamos afuera de la secundaria esperando que sonara la campana para entrar a la secundaria.

Llevaba puesta un suéter para poder ocultar las vendas y poder disimular, pero aún algunas personas me miraban por lo sucedido.

Probablemente ya todos lo sepan.

Xander aún no había llegado, después de esa noche no he hablado con él.

Los chicos y yo solo estábamos hablando de tareas atrasadas cuando escucho la voz de Leah detrás de mi.

—Mira, si estás viva, pensábamos que ya no te veríamos más por aquí.

Me aparté para mirarla con molestia.

—Leah es muy temprano para que vengas a molestar, ¿No crees? — habló Clyre antes de que yo pudiera hacerlo.

Nate también miró a Leah con seriedad.

—Ay, sólo era broma, que sensibles se volvieron todos — Leah volteó los ojos con fastidio y se alejó.

—No le prestes atención, hay personas que si nos alegramos de verte — escuché la voz de Tucker.
Lo miré y él me sonrió. Luego se acercó a mí para abrazarme.

—Que bueno que volviste — luego se apartó y me miró — Estábamos preocupados.

—Lo siento, no quería que lo estuvieran —le sonreí leve.

—Olvidemos eso ya — intervino Clyre — Arik está aquí es lo que importa.

Todos asintieron.

Me sorprendió que aún hay personas a las que les importo.

Tucker en todo el camino a clases se disculpó muchas veces por lo que había sucedido, pero le dije que todo estaba bien para tranquilizó.

Xander no ha hablado mucho con nosotros, tampoco lo hemos perdonado del todo.

Tampoco lo hemos visto hoy.

En la hora del almuerzo Aron, Nate Clyre y yo estábamos en la cancha de fútbol hablando. Nate estaba dibujando.

Xander llegó unos minutos después.

—Hola chicos…— nos saludó.

Todos lo miramos, menos Nate.

—¿Qué haces aquí?, ¿No deberías estar con tus mejores amigos? — le preguntó Aron.

—Vine para disculparme con todos — confesó.
Todos intercambiamos miradas.

Me sorprende que llegue a esto para poder regresar con nosotros.

—¿Y qué esperas? — le preguntó Aron con seriedad.

Xander suspiró.

—Bien, lamento haberlos dejado de lado, también por como los he tratado todo este tiempo, y por las cosas que he dicho…— dijo mirándonos —…he sido un verdadero idiota estos meses y debí escucharlos, ustedes tenían razón.

Miré la expresión de los demás y estaban serias.

Pude notar que Nate volteó los ojos con fastidio sin apartar la mirada del dibujo.

—Aron, eres mi único mejor amigo, debí estar para ti cuando la estabas pasando mal — le dijo, luego miró a Clyre — No debí decir esas cosas de ti cuando me enseñaste la grabación. Ustedes no tienen porque tenerle envidia a alguien tan mala como ella — le explicó, después su mirada se dirigió a Nate — No debí pensar mal de ti. No te conozco y aún así te juzgué mal.

—No soy con quién debes disculparte — fue lo único que respondió Nate.

—Aún así, quiero hacerlo, así que lo siento, en especial a ti Arik, sé que ya me he disculpado mucho contigo, pero no es suficiente — me miró.

Suspiró de nuevo.

—Sé que solo mis disculpas no son suficientes para que me perdonen, pero quiero intentar que todos nos llevemos bien de nuevo — sonrió leve — Quiero estar en su grupo, si me aceptan claro.

Clyre se cruzó de brazos.

—Entonces te diste cuenta que ellos eran hipócritas y sólo Leah te quería ahí para demostrar una vez más que eres manipulable para ella…— le dijo Aron levantando una ceja.

Antes de que Xander respondiera intervine.

—Tenemos que pensarlo, te llamaremos con una respuesta — le respondí con seriedad.

Los demás me miraron.

—De acuerdo, si no quieren lo entiendo, disculpen por molestarlos… — bajó la mirada.

Se dio la vuelta y caminó hacia otro lado dando pasos lentos.

Mientras se alejaba nosotros decidimos hablar.

—¿Qué dicen? — los miré.
—No lo sé, también me siento mal por él por lo que le hizo Leah, pero no tenemos porque aceptarlo después de abandonarnos — reprochó Aron.

—Ustedes eran mejores amigos, ¿no deberías considerar que se disculpó? — le.dojo Clyre.

—Chicos, yo no debo entrometerme porque de mi no depende si se queda en el grupo o no, pero si se ha disculpado deberíamos darle otra oportunidad — comentó Nate.

Todos lo miramos.

—Claro que tú opinión también importa, no queremos que estés incómodo — le dije.

—Ya les dije lo que pienso, ustedes decidan que es lo mejor — se encogió de hombros y continuó dibujando.

—Está bien, por mi que se quede — comentó Clyre.

—Yo apoyo lo que dijo Nate — Aron asintió.

Suspiré.

—Bien, entonces se queda — busqué mi teléfono para llamarlo.

Xander ya estaba del otro lado de la cancha. Atendió el teléfono segundos después.

—Ya tenemos una respuesta, puedes regresar imbécil — le dije y colgué.

Él dio la vuelta y regresó con nosotros.

—Aceptamos las disculpas, y si puedes quedarte en nuestro grupo, pero con una condición — lo miré fijamente — No puedes volver a traicionarnos. No volveremos a hablar contigo si haces que tengamos problemas.

—De acuerdo, lo acepto — asintió.

—¿Y qué esperas para sentarte? — le preguntó Aron — Tu y yo tenemos que hablar.

—Si tienes que contarme de todas las citas que tuviste esta semana, me imagino que muchas — lo molestó Xander con sarcasmo.

—Claro que no, bueno…tal vez algunas — le comentó Aron.

Xander ríe y se sienta junto a Aron para seguir hablando.

Clyre negó con la cabeza luego se recostó en mi hombro.

Ella se siente mal porque besó a Aron la noche que fueron a pelear con Patrick, pero mi hermano dijo que solo se dejó llevar por el momento y eso la hizo sentir mal, pero también intenta no demostrarlo.

Miré a Nate y me sonrió leve.

Me alegra saber que estemos intentando arreglar las cosas todos.

Es un buen inicio de semana después de todo.

Unas semanas después.

—No puedo creer que ya sea invierno — comentó Clyre con algo de fastidio mientras entrabamos al estadio de Hockey.

—Lo sé, ¿No es genial? — sonreí — Al menos a mí me encanta la nieve.

—Yo me estoy congelando, deberían darnos el mes completo en lugar de unos días por navidad — se quejó ella.

Nate caminaba junto a nosotras buscando los asientos.

Hoy era noche de juego antes de las vacaciones de navidad.

Veníamos a darles ánimos a los chicos después del último juego.

Esta vez los padres de Xander no estaban, supongo que por lo que sucedió la última vez.

—¿Creen que esta vez si ganen? — nos preguntó Nate.

—Tienen que, han entrenado por varios días para que hoy pudieran hacerlo bien, Aron me dijo que tenían nuevas jugadas — nos explicó Clyre, luego miró a Nate — Oye Nate, ¿Cómo te fue con el favor que te pedí?

Los miré.

—¿De qué me perdí? — pregunté confundida.

—Clyre me dijo que estuviese atento a todo lo que dijera Aron sobre ella — me explicó Nate — Pero lo lamento Clyre, no pude sacarle nada más que “es una buena amiga “ — hizo comillas con los dedos.

Clyre volteó los ojos con fastidio.

—Estoy cerca de rendirme con él, en serio —suspiró.

—Ten paciencia, tal vez tengas oportunidad de hacer otro movimiento después— le dije para consolarla.

—Sí, ya esperaste casi tres años, un poco más no será problema— habló Nate.

—Está bien, tiene razón, ya veré qué hacer — nos sonrió leve.

En ese momento nos interrumpió el ruido de los chicos enterando s la pista de hielo.

Dejamos de hablar para estar atentos a cada movimiento que hacían los chicos.

El juego comenzó bien, el otro equipo era bueno, pero Tucker estaba haciendo lo posible porque ninguno del equipo contrario tuviera oportunidad de tener el disco.

Se pasaban el disco mutuamente entre Oliver, Xander y Aron, hasta que el primer gol lo hizo Tucker.

Estábamos uno a cero y en los siguientes veinte minutos era difícil que alguien metiera otro gol, pero el equipo contrario lo hizo.

Dieron el receso de quince minutos.

—Esto se volvió interesante — comentó Clyre —Espero no suceda nada como el incidente pasado y no estoy hablando sólo del juego.

—No digas eso, esta vez Leah no puede fastidiar a Xander, al menos no mintiendo sobre mi y sin pruebas — me encogí de hombros.

Tampoco Patrick me ha molestado de nuevo, por suerte, todo estaba volviendo a la normalidad.

Teníamos muchas ganas de ir a ver a los chicos en el receso, pero no queremos distraerlos, entonces decidimos esperar.

Cuando volvieron todo era tensión en la pista.
Había igualdad de goles.

Dos contra dos, uno más y nuestro equipo ganaba.

Quedaba muy poco tiempo para que finalizara el juego.

La jugada de Tucker estaba funcionando, el equipo contrario no había podido quitarles el disco.

Tucker se lo pasó a Oliver, él a Aron y así llegó hasta Xander.

Dependía de él meter el gol esta vez.

Los demás jugadores del equipo contrario querían quitarle el disco, pero Xander fue muy ágil. Se desplazó por la pista sin perder su objetivo.

Y así fue que a tan solo segundos de que el juego terminara cuando pudo hacer el último gol.

El marcador dejó ver el número final y el equipo de nuestra secundaria había ganado tres puntos, dejando al otro equipo sólo con un punto.

Los chicos nos buscaron con la mirada desde la pista.

Nosotras les sonreímos.

Cuando ellos se fueron a los vestidores, Clyre y yo nos levantamos emocionadas para ir a verlos en la salida.

Nate iba detrás de nosotras.

Pasaron unos minutos cuando los vimos salir.

Los demás se acercaban a sus respectivas parejas mientras que Tucker, Xander y Aron a nosotros.

—Felicidades chicos — les sonreí.

—Sí, lo hicieron genial — les dijo Clyre.

—Gracias, todo fue gracias al trabajo en equipo —Tucker miró a Xander y a Aron.

Ellos asintieron.

—Me alegro que los entrenamientos constantes hayan funcionado —respondió Aron — ¿Nos vamos?

Todos asentimos y empezamos a caminar de regreso a nuestras casas.

Todos estaban caminando delante de nosotros.

Desde que Xander volvió a unirse con nosotros, aún pasa poco tiempo con el otro grupo.
Si ha cumplido con su parte del trato y estoy notando que intenta arreglar las cosas totalmente conmigo durante las últimas semanas.

Aunque no lo he perdonado del todo. Por eso solo pasamos el tiempo cuando están los demás.

—Arik, necesito tu ayuda con algo — me pidió.

—Claro, ¿De qué se trata?

—Ya casi vienen los exámenes de nuevo, y el nuevo tema de matemáticas no lo entiendo, sé que tú vas bien en esa clase, ¿Me ayudarías a prepararme mejor? — me miró.

—Si crees que yo podría ser de ayuda, está bien — acepté.

Últimamente me ha estado pidiendo ayuda para los exámenes.

La semana pasada fue por un trabajo para el día siguiente.

Y ese es el porqué estoy en su casa esta tarde.

Ayer fue el juego de hockey.

Es la tercera vez en la semana que me pide ayuda con la tarea.

Aunque sé que si necesita ayuda con eso, me gustaría creer que es una excusa para poder vernos después de clases.

Ahora se siente diferente de nuevo.

Bueno, ¿Cuándo no lo ha sido?

No vimos necesario continuar con la relación falsa, pero tampoco somos más que amigos, así que no termino de comprender que es lo que quiere. Es difícil saberlo porque no habla de esas cosas conmigo.

Le expliqué lo necesario para pasar el examen.

—Tu lo haces ver tan fácil — me dijo — Ya veo porque eres tan buena en clases.

—Ojalá fuera así en las demás materias — reí leve —Bien, creo que ya estás listo para hacer el examen el lunes.

—Me habrás salvado de quedarme en el equipo, si bajo más mi promedio este semestre me sacarán — me explicó cerrando su cuaderno.

—Te irá bien, ten un poco de fe en ti.

Miré la ventana y ya había oscurecido.

Guardé mis cosas y me levanté.

—Es tarde, ya debería irme — miré a Xander.
—Te acompaño — respondió tomando su abrigo.

Mientras bajaba las escaleras me ponía mi abrigo, estaba haciendo demasiado frío afuera.

Además había pronóstico de que iba a nevar más.

Los padres de Xander y su abuela estaban cocinando.

—Arik, ¿Te quedas a cenar con nosotros? — me preguntó Bea.

—No quisiera molestar — reí leve.

—No es molestia cariño — me insistió Alyss.

Así se llama la madre de Xander.

Pensé en aceptar, pero miré a Xander esperando una respuesta.

Tal vez él no quiera que me quede.

Él asintió con una leve sonrisa.

—Está bien — acepté y miré a las demás con una sonrisa.

—Genial, Alex ayúdame a poner la mesa — le dijo Alyss.

—Yo le ayudo — me apresuré a decir.

Ella asintió y regresó a la cocina con Robert el padre de Xander.

Después de poner la mesa Xander se sentó junto a mi.

Estaba nerviosa nunca había venido a aquí cuando estaba toda su familia.

El señor Brown parece estar algo serio.

Tal vez Alyss intentaba ser amable, pero ellos no querían que me quedara.

Intenté no tomarle importancia.

Todos se sentaron después de traer la comida, luego comenzamos a servirla.

—No te veíamos desde hace años Arik, me alegro que hayas aceptado —Alyss me sonrió—¿Cómo está tu madre?

—Bien, trabajando como siempre — reí leve y terminé de servirme.

—Hace tiempo no la veo, otra noche que ella pueda pueden venir todos y cenamos juntos — me sonrió.

—Claro, seguro le gustaría — sonreí.

Es muy incómodo, no sé que decir.

Ni siquiera puedo pensar en algo interesante…

—¿Ya has pensado que harás cuando te gradúes de secundaria? — me preguntó Robert.

—Aún no lo sé, pero…

—¿Aún no lo sabes? — me interrumpió — Ya casi acaban las clases, y no querrás quedarte sin cupo para la universidad, y eso es muy importante si quieres ser alguien en la vida. Es lo que siempre le digo a Alex ya que al parecer ustedes no piensan en eso…

—Papá, no creo que sea algo tan importante, además aún faltan muchos meses para terminar las clases…— le explicó Xander.

—Alex, el tiempo pasa muy rápido, tienen que elegir algo que tenga buenas ofertas de trabajo, no pueden solo andar por la vida creyendo que todo les llegará facil — continuó el señor Brown.

Aunque parecía tener razón, no estaba tan convencida.

—Pues, no concuerdo— decidí responder — No tenemos que ser forzados a tomar decisiones apresuradas sin estar seguros de lo que queremos ser aún.

—Nosotros a su edad ya teníamos hasta trabajo, pero bueno que podría esperar de una amiga de Alex, si todos ustedes no piensan en nada más que tonterías — negó con la cabeza.

—Robert, ¿Qué te sucede? — le preguntó Alyss con seriedad.

—Nada, sólo estoy diciendo la verdad, no esperaba más de las amistades de nuestro hijo eso es todo, pero veo que si ni siquiera él puede pasar solo una materia, no me imagino lo mal que le irá después — se quejó.

¿Cómo puede hablar así de Xander?

Lo está humillando frente a mi prácticamente.

—Ya fue suficiente, ¿No crees?, Ya te dije que también puedo aplicar a una universidad por deporte — le dijo Xander con seriedad a su padre.

—Si crees que por haber ganado ese juego vas a ser un jugador famoso, no tienes ni idea de lo que te espera en la universidad, hay jugadores mejores, y no deberías perder el tiempo en eso y enfocarte en lo seguro una carrera que valga la pena — le reprochó su padre.

Xander estaba enojado y apenado a la vez.
No me parecía justo lo que le estaba haciendo.

—¿Cómo puede decir eso de su hijo? — le pregunté molesta — Xander es un buen jugador, y estoy segura de que si se lo propone no necesitará ninguna carrera porque será muy conocido en unos años. Debería estar orgulloso de lo que ha hecho últimamente y si necesita mi ayuda para pasar una materia es porque quiere superarse y salir bien en clases, y si usted piensa que Alexander no va a poder entrar a una buena universidad por su cuenta  no conoce nada a su hijo.

Todos en la mesa estaban sorprendidos por lo que había dicho.

El señor Brown me miró con molestia.

—Seré más sincera, usted no me agrada. Y si tiene un sueño frustrado de ser alguien exitoso y no lo logró, no culpe a Xander de eso — me levanté y tomé mi abrigo, luego miré a Alyss y Bea — Disculpen por haber arruinado su cena y gracias por invitarme, pero creo que ya es tarde.

Fulmine con la mirada al señor Brown.

—Buenas noches — le dije con seriedad.

Me dirigí a la puerta para salir.

Sé que no me volverán a invitar después de esto, pero no podía quedarme callada.

Aunque pensándolo bien…

¿Pero qué pasa conmigo?

Ahora Xander estará en problemas por mi culpa.

A veces en serio odio hablar sin antes pensar.

Escuché al señor Brown decirle a Xander:
“ Que buena influencia de chica viniste a traer”

Xander también puede estar molesto porque haberle hablado así a su padre.

Metí mis manos en las bolsas del abrigo.

Estaba haciendo mucho frío.

—Arik, espera — escuché a Xander detrás de mi.

—Xander, no quiero causarte más problemas será mejor que hablemos en clases el lunes— le dije sin detenerme.

—Espera — se colocó frente a mi dejando sus manos en mis hombros —¿Tienes idea de lo que acabas de hacer?

—¿Arruiné todo verdad? — hice una mueca de tristeza.

—¿Qué?, No, me defendiste, te enfrentaste a mi padre, nunca nadie lo había hecho, ni siquiera Leah.

Estaba confundida en ese momento.

—¿Entonces no estás molesto?

—No, para nada. Vamos te acompaño a tu casa — me sonrió.

Asentí.

Me sentía más tranquila porque no estaba molesto.

—No entiendo a tu padre, ¿Desde cuándo te trata así?— pregunté mientras caminábamos.

—Desde que entré al equipo, como ves cree que es una distracción a los estudios, intento demostrarle que no, pero cuando me quedé el año pasado fue peor — se encogió de hombros.

—No deberías dejar que te diga todas esas cosas, tu sabes que son mentiras, eres bueno en clase, y lo sé, además también eres un buen jugador — le recordé.

—Gracias, siempre has pensando eso de mí — me sonrió.

—No tienes que agradecer, sólo estoy diciendo la verdad — me encogí de hombros.

Caminamos despacio para tener más tiempo de hablar.

—Creo que deberíamos buscar otro lugar para estudiar — reí leve — No creo que tus padres me dejen volver después de ese numerito que hice.

—Bueno, siempre podemos ir a la biblioteca después de clases, no queda tan lejos y así podemos pasar más tiempo ya que casi no hablamos en la secundaria — me dijo.

Asentí.

Él tiene razón, ahora sólo hablamos más los días que no estamos en la secundaria.

Tal vez por eso he aceptado ayudarlo también.

Me gustaría ser sincera de una vez y no tener que estar adivinando que es lo que quiere de mi.

Aunque puedo hacerlo…

He estado sobre pensando todas las respuestas de rechazo posibles durante todo este tiempo, pero esa noche dónde casi estuvimos juntos tal vez me haya dado más ilusión que antes.

Comencé a caminar más lento.

—Xander, sé que esto no es una sorpresa, pero…— comencé a decir.

Me detuve para mirarlo.

—Me gustas mucho — confesé con algo de timidez.— Y sé que no puedes superar a Leah. Puedes llamarme tonta si quiero que la superes para que puedas darte otra oportunidad…

—Contigo, ¿Cierto? — me interrumpió.

—Tal vez... — murmuré bajando la mirada —Sólo quiero saber que es lo que quieres, ¿Quieres que seamos amigos como ahora?, O si no hay alguna posibilidad de que en algún momento podamos ser más que esto o…

—Arik — dejó sus manos en mis hombros.

Lo miré.

Creo que me excedí.

—¿Cómo puedo gustarte después de todo lo que ha sucedido?— me preguntó confundido.

—Por que así es cuando alguien te gusta, le perdonas todo, hasta cuando no debería — bajé la mirada — No quiero seguir jugando  Xander.

Lo miré.

Él suspiró.
—Yo tampoco quiero jugar más Arik — confesó — Pensé que no podría volver a enamorarme de ti, pero al parecer si pasó, y si quiero estar contigo. Quiero que funcione, pero antes necesito…

—Necesitas confiar de nuevo — terminé la frase por él y suspiré.

Sé cómo se siente pensar que todos serán iguales y pasará lo mismo una y otra vez en una relación.

No puedo presionarlo, pero tampoco puedo esperar por siempre…

—Iba a decir que necesito decirte algo importante— me miró a los ojos — Te quiero — me sonrió.

Me congelé un momento.

—¿Lo dices en serio? — pregunté sorprendida.

Es la primera vez que él me dice algo así.

—Sí — asintió — Tengo algo para ti.

Buscó dentro de su abrigo algo y sacó una carta.

¿Es la que creo que es?

—Sé que ya la leíste — confesó.

—¿Cómo? —pregunté confundida.

—Arik, sé que ordenaste todos mis comics era imposible que no la vieras — ríe leve. la dejó en las manos —Esto es de hace mucho tiempo, pero nada de lo que dice ahí a cambiado.
Sonreí.

Desde que la leí mi ilusión era demasiada y ahora que al fin me la ha dado, no sé que decir.

—También quiero que dejemos de lado lo que sucedió y empecemos de nuevo — me explicó acariciando mi mejilla.

¿En serio Xander me quiere?

Después de todo está diciendo todo esto, y también intentando arreglar las cosas por mí.

También debería confiar en el después de todo, así el puede tener confianza conmigo.

—¿Entonces qué dices? — me sonrió —¿Quieres ser mi novia real?

—Sí quiero — sonreí mirándolo.

Xander se alegró por mi respuesta y se inclinó para besarme.

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Hola gente

Espero que se encuentren bien.

También espero que les haya gustado el capítulo, estoy haciendo lo posible por actualizar más seguido.

Gracias por leer <3

Gracias por leer <3

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