Capítulo 33

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Alexander minutos después.

Mientras estaba en la fiesta estaba intentando relajarme.

Las últimas dos semanas no he podido dejar de pensar en Arik, pero lo que hizo me enfadaba tanto que también mi orgullo no me permitía hablar con ella.

Estaba de camino al baño veo a Arik bajando rápidamente de las escaleras.

Parecía estar llorando.

Miraba constantemente detrás de ella. Con lo distraída que estaba no se fijó que estaba frente a ella y chocó conmigo.

—¿Estás bien? — le pregunté por su expresión.

Parecía que también estaba asustada.

—Arik — me repetí dejando mi mano en su hombro.

Ella se apartó de inmediato. Me miró.

Sus ojos estaban llenos de lágrimas.

—¿Qué te pasó? — le pregunté preocupado.

Ella sólo se alejó rápido.

Casi que estaba corriendo hacia a la salida.

—Ey Alex,¿ Has visto a mi hermana? — Aron estaba detrás de mi.

—Se acaba de ir corriendo, se veía mal — le dije.

—¿Qué? — dijo preocupado.

— ¿Qué le hiciste? — me preguntó Clyre.

—Yo nada — se encogió de hombros — Vayan tal vez puedas alcanzarla.

—De verdad que eres un cínico — me dijo ella.

Aron me empujó apartándome de su camino.

Nate también fue tras ellos para buscar a Arik.

También podría estar preocupado, pero seguramente se lo buscó.

No pensaré más en eso.

Arik.

Apenas tuve la oportunidad de salir me acomodé la blusa y escapé de la habitación.

Bajé las escaleras con rapidez.

Cuando choqué con Xander no podía hablar. Estaba muy asustada por lo que había pasado que ni me salían las palabras.

Sentí que Patrick iba a perseguirme, entonces  comencé a correr a la salida.

No podía dejar de correr y llorar.

Quería llegar a casa lo más rápido posible y encerrarme en mi habitación.

Tenía el presentimiento que Patrick estaba siguiéndome.

Llevaba una cuadra cuando comienzo a faltarme el aire.

No dude en detenerme en medio de la acera para respira, pero no podía.

¿En serio esto me está pasando ahora?

Tenía mucho tiempo de no sentirme así.

Miré a mi alrededor y estaba sola para poder pedir ayuda.

Tampoco traje mi medicina.

¿Ahora que hago?

Cada vez sentía menos aire.
La presión en el pecho se hacía más fuerte.

Mis manos comenzaron a temblar como la última vez.

—¡Arik! — escuché la voz de Nate a lo lejos.

Pude escucharlo correr hacia mi.

Tan pronto me volteé él estaba junto a mi.

—¿Estás bien? — me preguntó preocupado.

—Nate, no puedo…— intenté decirle con la respiración agitada — No respiro…

—¿En qué puedo ayudarte? — me preguntó preocupado.

—Casa, quiero ir a casa — dije como pude.
Mi angustia por morir de esto en este momento era muy grande.

Nate asintió.

Tomó mi mano temblorosa para ayudarme. Dejando la otra mano en mi espalda, me sostuvo mientras comenzamos a caminar.

A los pocos segundos escuché que su teléfono estaba sonando.

Luego atendió la llamada.

—Chicos, ya la encontré, vamos a su casa — dijo rápidamente, después de decirles colgó.

Supuse que eran los demás. Debían estar preocupados por mi.

Mi corazón latía tan rápido que pensé que explotaría.

Tenía miedo. Mucho miedo de que algo me pasara en este momento.

Deseé que se acabara esto.

—Estoy contigo, lo estaré hasta que se te pase — comenzó a decirme para tranquilizarme — Es normal que sientas miedo, son sensaciones desagradables, pero no peligrosas, pasará rápido…

Comencé a hiperventilar.

—Concéntrate en tu respiración, inhala profunda y lentamente…—su voz era suave y tranquilizadora.

Mientras lo escuchaba asentía con la cabeza.

Comencé a respirar despacio para poder calmarme.

—Eso es — me sonrió — Sigue así, ya casi llegamos.

Pasaron unos minutos que me parecieron eternos.
Por suerte ya estábamos fuera de mi casa.

Caminamos hasta la puerta.

Ya estaba respirando con normalidad, pero, las lágrimas comenzaron a salir de nuevo.

Solté a Nate y cubrí mi rostro con mis manos.

Pensé que esta vez iba morir de verdad.

Nate me abrazó.

—Lo hiciste bien, lo hiciste bien — no dejó de abrazarme.

Como es más alto que yo, me quedo contra su pecho. Entré sollozos intento disculparme por el mal rato que lo he hecho pasar.

Odio cuando me pasa esto frente a alguien.
Es vergonzoso.

—Lo siento, no quería preocuparte con mis tonterías — me sequé algunas lágrimas.

—No, lo que sientes o temes no son una tonterías. Como tú te sientas es importante para mí. Lo vas a superar —aseguró sin soltarme.

Sus palabras me hacen sentir mejor ahora.

Lo abracé también.

—Gracias — dije entre sollozos.

Después de unos segundos me aparté para secar de nuevo mis lágrimas.

Estaba un poco más tranquila.

—No es nada. Dime qué necesitas ahora — me miró dejando una mano en mi hombro.

—Ya has hecho demasiado al acompañarme y estar aquí — sonreí leve.

Él me secó una lágrima fugitiva.

—Ya te dije que no es nada Ari — sonrió leve — Me alegro que ya estés más tranquila…

—Arik — escuché la voz de Clyre.

Ella y Aron se acercaron a mi de inmediato.

—¿Qué te sucedió?, ¿Estás bien? — me preguntó Aron. — Mierda, mira tu brazo, ¿Fue Alex?

Miré mi brazo.

No había notado que tenía una marca de una mano.

Patrick me sujetó muy fuerte.

—No quiero hablar de eso — bajé la mirada. — No se preocupen por mi, estaré bien. Ahora quiero estar sola, por favor — les pedí.

—Entendemos — asintió Clyre — Vendremos mañana a ver cómo estás.

Nate asintió. Luego miró a Clyre.

—Te acompaño a tu casa — le dijo. Ella asintió.

Ambos estaban por irse.

—Nate…— lo miré.

Él volteó.

—En serio gracias — sonreí leve.

Nate me devolvió el gesto asintiendo.  Luego se fue con Clyre.

—Entremos —me dijo Aron.

Asentí.

Esta vez mamá no estaba esperándonos por suerte. Ella no pararía se hacerme preguntas hasta saber que fue lo que pasó en esa fiesta.

No quiero preocupar a nadie.

Subimos a mi habitación y entré.

—¿Quieres que me quedé contigo? — me preguntó Aron.

—Gracias, pero no, estoy bien así, buenas noches hermanito — le sonreí leve cerrando la puerta.


Me alejé y me senté en el suelo a un extremo de la cama apoyando la espalda sobre la misma. Flexioné mis piernas y crucé mis brazos dejándolos sobre ellas.

No pude evitar llorar de nuevo al recordar lo que Patrick hizo.

¿Por qué me pasa esto a mi?

¿Yo que he hecho?

Desde que mi padre murió toda mi vida a caído en un abismo que parece que nunca va terminar.

Estoy harta. Harta de sentirme así.

Mientras tanto Aron, Clyre y Nate.

Aron se encontraba en su habitación.

Preocupado por su hermana no dudo en hacer una llamada a los demás para poder hablar de lo que sucedió.

—Tuvo una crisis nerviosa — comentó Nate mientras estaba en llamada con Aron y Clyre.

—¿Y qué es eso? — preguntó Clyre.

—Son ataques que le dan a una persona a veces es por traumas o algo que la ha estado abrumando — les explicó Nate.

Aron estaba pensativo.

No quería que su hermana vuelva a caer en lo mismo de antes.

—Ella ha tenido estos ataques antes, pero se habían calmado por un tiempo hasta ahora — comentó Aron.

—No ha ido a las sesiones, supongo que tampoco ha tomado su medicina y por lo que ha sucedido estos días me imagino que ha estado bajo mucho estrés — Clyre suspiró — ¿Qué se supone que debemos hacer ahora?, No me gusta verla así.

—Primero deberíamos saber que le sucedió, parece muy serio — propuso Nate.

—Nate, tu conoces más sobre esto, ¿Qué debemos hacer? — le preguntó Aron.

—Hasta que ella no nos diga lo que sucedió no podemos dejarla sola, he visto su informe en el consultorio, si no intentamos animarla en cualquier momento puede salirse de control — explicó Nate.

Esto alarmó a los demás.

—¿Quieres decir que puede volver a hacerse daño? —le preguntó Aron.

—Sí, o algo peor…

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Este es un plus cortito.

El nuevo capítulo estará listo pronto.

Gracias por leer <3

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